La Copa de la LEB Plata es un momento histórico para el Zornotza. Su estreno en esta competición y un motivo más que justificado para llenar Larrea hasta la bandera. Muchos de sus jugadores no saben lo que es luchar por este título, pero entre todos ellos hay uno que sabe lo que es ganarlo. Iker Salazar conquistó esta cita copera con el Iraurgi y ahora quiere repetirlo con un club donde se siente como en casa.

¿Cómo han vivido estos días previos a la final?

—Han sido raros. Después del partido que perdimos contra Navarra, manteníamos algo de esperanza de que Estela perdiera en Melilla, pero era una esperanza un poco pobre. Lo normal es que Estela hubiera ganado fácil. Fue algo inesperado y creo que nadie contaba con jugar la Copa. Pero tuvimos suerte, perdieron y ahora estamos con mucha ilusión en el club. Mucha gente no ha jugado una final de Copa en su vida y en mi caso he jugado diez años de profesional y solo he podido jugar una.

¿Sienten esos nervios previos a la final?

—Al final, aunque intentes hacerlo lo más normal posible y que no te afecten los nervios, sigue siendo una final. Es un día especial para todo el mundo. Se ponen las típicas pegatinas en el campo, viene más gente, hay más cámaras, más medios... es un día especial. Una final de la Copa de la LEB plata es algo que muchos compañeros no han jugado nunca e igual no la volvemos a jugar. A medida que se acercan los días todo el mundo te pregunta y aunque intentes evitarlo, algo sí que afecta.

¿Qué tipo de partido espera?

—Imagino un partido a cara de perro. Una guerra. Porque a pesar de que no nos conocemos, sabemos que vamos a salir al cien por cien. No hay margen de error y saldremos los dos equipos a morder desde el minuto uno. Espero un partido no muy vistoso de ver, pero sí emocionante y bonito porque estará igualado y los detalles harán que un equipo u otro se lo lleve.

Apunta a ser un día grande en Larrea.

—Así es, además este año no sé si ha sido por el tema covid, porque la gente está más desenganchada o por las mascarillas, pero veo el campo con menos ambientillo. Espero que este partido nos sirva de arreón para enganchar de nuevo a la gente y realmente ver a Larrea como lo vimos en su día en los ‘play-offs’. Hay gente del equipo que no ha vivido nunca un partido gordo en Larrea y está con ganas de ver el campo al cien por cien. Esperemos que la gente venga con ganas de animar y sea una fiesta. Y si acaba con un título mejor que mejor.

En su caso sí que ha vivido jornadas para el recuerdo con el Zornotza al ser el único superviviente en la cancha de aquel equipo que ascendió por primera vez a LEB Plata.

—Recuerdo que fuimos a la Final Four para subir a plata y ni nos planteábamos ascender. El hecho de haber subido aquel año y después de tanto tiempo estar en una final de la Copa de la LEB Plata y pelear por un título, no creo que el club lo hubiera soñado nunca.