Ya reconoció el entrenador del conjunto zornotzarra que este equipo le gustaba, que las piezas habían encajado a la perfección y una vez que la pelota subió al aire esas sensaciones se tradujeron en resultados. El Zornotza está en lo más alto de la clasificación y a falta de solo dos partidos puede conseguir por primera vez en su historia el pase a la Copa. Aunque antes de eso, Garitaonandia apuesta por el día a día y sacar una importante victoria en Larrea este miércoles ante el Navarra.

¿Qué siente al ver la clasificación en estos momentos?

—Es una primera fase de temporada de la que tenemos que sentirnos muy orgullosos. Los dos partidos que hemos perdidos han sido por cuatro y cinco puntos. Creo que el balance es más que sobresaliente en estos primeros once partidos y el equipo está rindiendo a un nivel muy alto. Creo que los resultados son justos y demuestran lo que estamos siendo en este inicio de competición. Estoy muy contento y a la vez siento mucha responsabilidad porque nos abre posibilidades de luchar por objetivos preciosos.

¿Piensan ya en la Copa?

—Sí, desde luego. La semana pasada con la victoria de Melilla conseguimos dos partidos de ventaja con los perseguidores y ahora, tras la última derrota, seguimos con una victoria. Estamos con mucha ilusión. A pesar de que no estemos obsesionados y estemos centrados en el trabajo del día a día, es algo que está en el ambiente y es inevitable que la gente lo tenga en la cabeza. Tenemos que ganar los dos partidos que nos faltan y vamos a ir a por ellos desde ya. Pero primero vamos a centrarnos en el partido de Navarra que es lo único que nos debe importar ahora mismo.

¡Qué bonita sería una Copa en Larrea!

—Sería fantástico, tanto para el equipo, que sinceramente se lo merece, como para el club que lleva muchos años haciendo las cosas bien. Un acontecimiento de estos nos daría un sentido y nos llenaría muchísimo. Pero ahora solo podemos pensar en Navarra porque no tenemos margen de error y después de la Copa sigue habiendo liga. Hay que seguir trabajando en la dirección adecuada.

La ayuda de la gente en este partido será fundamental.

—El otro día tuvimos una entrada un poco pobre. Entiendo que son fechas un poco difíciles y la sensación pandémica es complicada, la gente quiere estar a salvo y protegerse para disfrutar de las navidades en la medida de lo posible con la familia. Pero me gustaría que el miércoles 29 nos acompañen y nos empujen porque es algo que el equipo siente y necesita. Creo que el equipo está haciendo un trabajo fantástico para intentar conseguir esas dos victoria y disfrutar de la Copa en casa todos juntos. Espero que la gente llene Larrea con seguridad y también ilusión para sentirse parte de todo esto porque el trabajo que hacemos es para que la afición disfrute.

¿Tener objetivos tan bonitos cerca puede distraer al equipo?

—Somos un club que, desde la humildad, pecamos de exceso de ambición y eso nos hace intentar siempre objetivos que a priori no son nuestros. Pero lo planteamos así y creo que la dinámica de los últimos años del equipo siempre ha estado por encima de las expectativas de la liga. En ese sentido, ahora nos encontramos en una tesitura que no nos habíamos encontrado nunca. Líderes en la jornada once, haciendo un baloncesto superatractivo y eficiente y encima con un grupo bien metido en su trabajo. Sin embargo, pensar más allá del partido de Navarra nos haría equivocarnos. Todos tenemos claro que estando en la situación que estamos los objetivos primarios que teníamos se pueden quedar un poco cortos, pero ahora mismo no tenemos que pensar más lejos del próximo partido. Además de Danilo, vamos a incorporar a otro jugador que está cerca de cerrarse y el regreso de Iker nos hará intentar volver a trabajar como al principio del año y llevar la racha lo más lejos posible.

¿Cuál es la clave del buen funcionamiento del equipo?

—La clave principal es que tenemos un grupo de jugadores que continúan del año pasado, en el que hicimos las cosas muy bien y nos quedamos a un partido de ascender. Esos jugadores que continúan nos están poniendo el suelo muy alto y a partir de ahí creo que hemos acertado con la incorporación de los jugadores que vienen nuevos, no solo en lo deportivo si no también en lo humano. Los jugadores locales, más Alberto que continúa del año pasado, han facilitado mucho la integración a los nuevos, que son chicos excelentes. Eso hace que el grupo trabaje a destajo cada día, que se apoyen, que haya cero egoísmos y todo lo hacen por el bien del equipo. Creo que los resultados están ahí porque cada uno está abandonando su parcela individual para pensar en el grupo.

¿Qué siente al ver la importancia que tienen los jugadores de la casa?

—Es fantástico. No se le da el valor suficiente y muchas veces tenemos demasiada prisa con jugadores que llegan muy jóvenes a una liga complicada y se tienen que desarrollar. Ahora mismo estamos viendo jugadores que están en su máximo rendimiento y ayudando al equipo a conseguir victorias desde la pista. Eso hace que los jugadores vizcainos sigan creciendo y se sientan importantes. Era nuestro objetivo y es cierto que ellos mismos han sabido tener la paciencia para saber que su momento llegaría para seguir trabajando y evolucionando. Verles ahora liderando el proyecto y siendo una familia súper unida es un orgullo tremendo para nosotros y esperemos que los jugadores que están terminando de dar ese salto y los que podamos incorporar sigan generando ese grupo de máxima unidad y sean el núcleo de nuestro club.

“Cada uno está abandonando su parcela individual para pensar en el grupo y los resultados están ahí”