Paula Ginzo (Santoña, 16-2-1988) sigue su crecimiento en el Lointek Gernika en una temporada que para ella está siendo de mucho aprendizaje al competir por todo. La pívot cántabra muestra su confianza en el equipo ante los muchos retos que todavía quedan por delante.

¿Cómo ha vuelto el equipo después de la burbuja de la Eurocup?

-Muy bien, con muchas ganas, porque tenemos claro que lo más importante es la liga y aún quedan por definir todas las posiciones. Hemos podido descansar y ahora estamos con ganas de jugar hoy ante el Zamora y tratar de dar el mismo nivel y hacer el mismo juego dinámico que hicimos en la burbuja.

¿Cómo ha sido esa experiencia en Valencia?

-A nivel general, inmejorable, porque logramos la clasificación que es lo que queríamos. Y a nivel personal, con solo 22 años, es algo más para aprender. Estoy en modo esponja y trato de absorber todas las experiencias que tenga y este año no me puedo quejar porque, además, tengo unas compañeras maravillosas.

¿Siente que han salido reforzadas como grupo en estos momentos complicados para las deportistas?

-Creo que sí, aunque desde el principio hemos congeniado todas muy bien dentro y fuera de la pista. Dentro de lo que supone estar metidas en un hotel cinco días, siempre puedes encontrar cosas positivas y hacer otro tipo de actividades. Vimos que podemos jugar un buen baloncesto y, además, lo hicimos como equipo. Somos una piña y eso se reflejó en los partidos. Que haya buen ambiente es el 50% del éxito de un equipo.

La temporada está siendo dura y exigente, pero aún queda todo lo más importante.

-Sí, es verdad, y además se va a jugar todo muy rápido porque tenemos muchos partidos en poco tiempo, apenas tres meses. Nos queda la Copa, la segunda burbuja de la Eurocup y espero que el play-off también. Todo lo que queda vale mucho.

Pese a algunos altibajos, el Lointek Gernika se ha ganado su sitio. Junto a los tres grandes es el único equipo de la liga que sigue en Europa y cabeza de serie en la Copa.

-Siempre cabe algún desliz durante la temporada. Pero contra esos tres también hemos competido y estado cerca de ganarles. Eso demuestra que si hacemos las cosas bien somos capaces de poner las cosas difíciles a cualquiera, como se ha visto en la Eurocup. Siento que este Lointek Gernika es capaz de todo y esa mentalidad nos tiene que servir para lo que queda.

El cuarto puesto es el objetivo a perseguir en lo que queda por delante.

-Desde luego. Aunque intentamos pensar partido a partido porque ya se vio hace un año, por desgracia, que en marzo ya no jugamos más. Para eso tenemos que ganar los máximos partidos posibles. Además, ya hemos perdido ante algunos rivales que, a priori, eran asequibles y sabemos que no podemos descuidarnos. Ahora los equipos de abajo son incluso más peligrosos y debemos dar nuestra mejor versión en cada partido. Ganar al colista no va a ser fácil, desde luego.

En su caso particular, ¿se están cumpliendo las expectativas que le trajeron a Gernika?

-Sí, mi rol estaba claro que no iba a ser el mismo que el de Cáceres ni lo buscaba. Mi idea era dar un paso más en mi carrera y aprender mucho de grandes jugadoras y entrenadores. Eso se está cumpliendo porque me tengo que pelear los minutos en cada entrenamiento. Pero también me exijo mucho y siempre quiero más, como todas las deportistas. Sé que tengo que mejorar muchas cosas, pero quiero que el entrenador y las compañeras confíen más en mí para ir sumando más minutos. Tengo solo 22 años y cada año voy dando pasito adelante, nunca hacia atrás.

En ese sentido, la Eurocup le viene bien ya que la baja de Roundtree le deja más minutos.

-Sí, pero no quiero pensar que juego porque Margaret no está. Yo de ella aprendo cada entrenamiento muchísimo y es una jugadora que nos aporta y a la que hemos echado de menos en la burbuja. Me habría gustado que hubiese estado con nosotras, aunque sí es verdad que aproveche bastante esos partidos porque fueron muy duros y ante jugadoras muy fuertes y expertas en mi posición.

Ha vuelto a ser citada por la selección junto a Belén Arrojo y Nogaye Lo para la ventana de febrero. Entre los retos que tiene por delante, ¿hacerse un hueco puede ser uno?

-Siempre digo que no quiero que sea un objetivo en sí mismo, sino una consecuencia de lo que hago con mi equipo. Mi prioridad es hacerlo bien cada día con el Lointek Gernika porque es de lo que vivimos y a lo que me dedico. Si después viene la selección, estaré muy orgullosa.