- El Bilbao Basket se encontrará esta noche con lo desconocido, con la reanudación de una competición liguera que se paralizó hace 101 días por la pandemia del covid-19 y que hoy se retoma en circunstancias absolutamente excepcionales. Baloncesto es baloncesto, pero más allá de la esencia propia del deporte y de la identidad del rival, un Baskonia cuyas líneas maestras tampoco tienen mucho que ver con las que presentaba en el último cruce de guantes, todo será novedoso para los hombres de negro cuando se lance el balón al aire a las 21.30 horas. No ya por todo lo vivido, sufrido y temido durante estos últimos meses (confinamiento en sus casas lejos de sus familias, entendible miedo por la salud y la seguridad, dudas sobre la reactivación de la liga, regreso al trabajo en condiciones extrañas hasta poder arrancar con los entrenamientos cinco contra cinco hace apenas quince días, estricto protocolo de seguridad desde que llegaron a Valencia€), sino por lo que está por llegar: debut oficial sin haber podido jugar ningún amistoso, exigente y novedoso formato para la lucha en pos del título de la Liga Endesa con un mínimo de cinco partidos en nueve días y encuentros sin público en la Fuente de San Luis.

Lo que hoy se verá en el momento en el que Barcelona y Joventut inauguren esta fase final a las 15.30 horas será baloncesto, pero probablemente otro baloncesto respecto al de marzo, cuando los equipos afinaban sus engranajes ante la llegada de los momentos clave del curso. La larga inactividad de los planteles pesará durante los próximos días, también la acumulación de citas en el horizonte y la falta de duelos de probatura y entrenamientos grupales para volver a engrasar sistemas y timings de ejecución, por lo que lo lógico sería ver más errores de lo normal. El factor físico, favorable a los planteles con gran fondo de armario, la entereza mental para desenvolverse en circunstancias tan poco normales y la capacidad para adaptarse al nuevo ecosistema serán aspectos diferenciales en un formato que apenas deja lugar a fallos -solo avanzan dos de cada grupo de seis-.

En este sentido, a los hombres de negro les ha tocado descorchar esta fase final ante uno de los peores rivales posibles, un Baskonia que pese a la baja de Semaj Christon recupera mucha capacidad de dirección en el puesto de base con el regreso a la actividad de Jayson Granger y Luca Vildoza, que cuenta con la baja de Patricio Garino y la duda del gigantesco Youssoupha Fall y que, sobre todo, habrá trabajado a pico y pala, derrochando sudor como le gusta a Dusko Ivanovic, para llegar a Valencia a todo gas y poder optar a un título liguero que asoma a solo siete partidos vista. Álex Mumbrú ha optado estos días por colocarse la piel de cordero -tiene razones sobradas, pues la ausencia de Axel Bouteille, traspasado, Jaylon Brown, lesionado, y Tyler Haws, fugado a Estados Unidos, más los serios problemas de rodilla de Arnoldas Kulboka, dejan muy tocada su rotación, sobre todo en posiciones exteriores-, pero ayer ya lanzó un aviso a navegantes: "Estoy seguro de que vamos a dar guerra. Yo soy competitivo y mis jugadores también".

El técnico catalán reconoce que sus problemas de fondo de armario son muy difíciles de contrarrestar en un formato como el de esta fase final. "Nos encantaría competir por el título, pero con este formato es difícil. No tenemos una plantilla de quince que nos permita dar descanso a jugadores en algún partido, nosotros vamos a ir al límite", lamentó. Fiel al ADN del Bilbao Basket, Mumbrú, aseguró que "los que estemos intentaremos competir al máximo", pero tampoco escondió que tocará cambiar y ajustar roles, sobre todo porque la probable ausencia hoy de Kulboka -"casi al 90% no estará, puede que haga la rueda y nada más"- es especialmente sensible pues estaba llamado a ocupar minutos en la rotación de aleros, "donde vamos más justos". "En ese puesto solo tenemos un relevo, pero podemos jugar con dos bases al mismo tiempo y también con los dos escoltas. Debemos buscar la mejor manera de ser competitivos. Rafa Martínez y Quentin Serron serán muy importantes, pero también el resto de jugadores exteriores porque todos tendrán que tener en la cabeza más de una posición", analizó.

Atendiendo a las circunstancias, Mumbrú espera duelos "típicos de pretemporada porque habrá más errores en defensa y en ataque, jugadores llegando tarde a situaciones..." y bajo esos parámetros el rebote gozará de una importancia vital: "Así ha sido durante toda la temporada y ahora lo será más porque estoy seguro de que los porcentajes de tiro van a bajar". Además, en este tipo de torneos cortos es importante arrancar bien, por lo que el técnico catalán esta expectante porque "todo esto es nuevo para todos, a ver cómo hacemos nuestra puesta en escena ante un Baskonia que tiene una plantilla larga y física". De hecho, no cree que el triunfo de los hombres de negro en el derbi de Miribilla disputado en los primeros compases del curso pueda servir de referencia: "Será un partido diferente porque Baskonia recupera efectivos sobre todo en el puesto de base y ha cambiado de entrenador, ya no está Perasovic y tienen a Dusko. Tienen otra manera de atacar y defender, son más agresivos y cuentan con otra mentalidad distinta. Además, esta vez no jugamos en casa y nos costará más. A ver cómo somos capaces de entrar en el partido".

Por su parte, Ivanovic consideró también que minimizar fallos será un factor fundamental de cara a la contienda de hoy. "El equipo que cometa menos errores tendrá más opciones de ganar", destacó, reconociendo que el hecho de recuperar a dos directores de juego de la solvencia de Granger y Vildoza es un factor muy beneficioso para los suyos, argumentando que ambos jugadores están "con muchas ganas" y prácticamente al mismo nivel de sus compañeros. Sobre el concurso de Fall, no aseguró nada: "Ni los médicos saben si estará, en este momento está muy difícil". Para el técnico montenegrino, el hecho de no haber podido disputar encuentros amistosos es algo que mediatizará el rendimiento de los equipos. "Creo que todos los equipos van a estar bien físicamente, el problema será el ritmo de juego y esto afectará en los balones perdidos y en las imprecisiones", intuyó. Por eso cree que la mayoría de las escuadras incluirán matices en su forma de jugar, también un Bilbao Basket del que dijo que antes del parón "jugaba muy bien en defensa y como equipo".

"Vamos a ir al límite, no tenemos una plantilla de 15 jugadores que nos permita dar descansos"

Entrenador del Bilbao Basket

"El equipo que cometa menos errores tendrá más opciones de llevarse la victoria"

Entrenador del Baskonia