EL Lointek Gernika se llevó ayer el mayor chasco de la temporada. La Copa había levantado mucha ilusión dentro de la mejor temporada de su historia, pero esa marea granate que ha llevado al equipo a cotas altísimas perdió todo su influjo a orillas del Tormes. El Araski se llevó el pase a las semifinales por primera vez en su historia, algo que tampoco puede calificarse como sorpresa ya que el conjunto gasteiztarra, de un tiempo a esta parte, le tiene muy bien cogida la medida al Gernika que suele sufrir ante la propuesta agresiva y con mucha carga táctica del Araski. El equipo de Madelen Urieta le tenía ganas a esta Copa ya que hace un año se quedó en cuartos siendo anfitrión y pudo sacarse la espina en Salamanca.

Ocurrió que las de Mario López jugaron sus peores minutos de la temporada en el momento menos oportuno. Durante 23 minutos, el Lointek Gernika no fue reconocible en sus señas de identidad y cedió una desventaja de 17 puntos que fue determinante a la larga. Las vizcainas pudieron ganar, pero el esfuerzo realizado para remontar les pasó factura en la prórroga. A ese resultado de 30-47 se llegó porque el conjunto gernikarra se mostró muy débil en defensa, concediendo demasiadas facilidades en el uno contra uno con balón y sin él, y en el rebote. Durante muchos minutos, el Araski llevaba más del doble de capturas, lo que no hacía más que mostrar a un equipo granate escaso de energía e incapaz de poner el ritmo que más le conviene.

Ya se sabe que las gasteiztarras no eluden el contacto con manos y cuerpo, ni siquiera aunque eso les suponga cargarse de faltas, como ocurrió ayer. El mal porcentaje en tiros libres del Lointek Gernika ayudaba a que la propuesta del Araski tuviera aún más éxito. Las verdes gastaron mucho para tratar de contener a Nina Milic y durante toda la primera parte al conjunto vizcaino le costó encontrar vías de anotación claras, mientras que el Araski sumaba con demasiada facilidad. Solo cuando todo pareció perdido apareció la mejor versión del Gernika, que coincidió con la aparición de Belén Arrojo en el puesto de cuatro. Con más movilidad, llegaron las recuperaciones de balón y apareció Julie Wojta con once puntos en un parcial de 20-7 que metió a su equipo en la Copa.

El equipo gasteiztarra tenía a Raquel Carrera y Tamara Seda, sus dos cincos, con cuatro faltas y a Izaskun García lesionada. El Lointek Gernika no levantó el pie y con un parcial de 10-0 se colocó por delante (62-59) a algo más de seis minutos para el final. Las jugadoras de Mario López habían hecho lo más difícil, pero esta vez les faltó instinto matador y cometieron errores en ese tramo final que penalizan mucho en partidos como el de ayer. Y eso que uno de los aspectos positivos había sido el cuidado de balón, dentro de las dificultades para generar juego. Un robo muy sencillo de María Asurmendi, un campo atrás de Ocete y una pérdida porque Wojta pisó la línea lateral dieron oxígeno al Araski, del que tiraba la experiencia de su base navarra.

errores letales El palmeo de voleibol de Arrojo para el 75-73 pudo premiar el trabajo de la granadina en los dos lados de la cancha y el esfuerzo de todo el Gernika, pero aún quedaban seis segundos y Shacobia Barbee volvió a castigar en el uno contra uno y encontró un pasillo hacia el aro para forzar la prórroga. En ese momento en que normalmente triunfa el que menos se equivoca las gernikarras incurrieron en cuatro pérdidas consecutivas, tres de ellas por obcecarse en buscar a Milic sin paciencia para mover la defensa vitoriana y otra por consumir los 24 segundos de posesión. Con todo, fue un triple de Laura Pardo el que sentenció el partido. Probablemente, a la capitana del Araski no se la esperaba en ese trance, a 56 segundos del final, pero mostró la personalidad y el carácter que siempre exhibe su equipo cuando juega contra el Lointek Gernika.

En la expedición vizcaina quedó la decepción, aunque este derbi, como el del año pasado ante el IDK Gipuzkoa, no era sencillo. Nada lo es, aunque las jugadoras de Mario López se hayan empeñado muchas veces en que parezca lo contrario. Ayer el equipo mostró dos caras y lo pagó con una eliminación más prematura de lo deseado que habrá que digerir pronto porque en un mes espera el play-off por el título, otra posibilidad para alargar una campaña emocionante. Curiosamente, las gernikarras reanudarán la Liga Femenina ante el Araski, con la posibilidad de revancha aún caliente. La Copa, ese torneo que no ha visto al mejor Gernika, ya no tiene remedio.

Durante la primera parte, el Lointek Gernika no fue reconocible en sus señas de identidad y cedió una desventaja de 17 puntos

La presencia de Arrojo como cuarto cambió la cara al partido, pero en la prórroga las gernikarras no tuvieron las ideas claras