bilbao - El reloj del Bilbao Basket vuelve hoy a cero. Un año y cuatro meses después, los hombres de negro juegan de nuevo un partido de la Liga Endesa. Por medio ha habido una clara amenaza de desaparición, un concurso de acreedores y una temporada en la LEB Oro que sirvió para regenerar el ambiente viciado y negativo que provocó aquel curso nefasto que condujo al primer descenso en la historia del club. El Bilbao Basket puso los pies en la tierra, dejó de imaginar escenarios para los que no está preparado y hoy está de regreso a la máxima categoría.

El Iberostar Tenerife de Txus Vidorreta será su primer rival en esta nueva etapa que debe encarar de la misma manera que cuando debutó en la ACB. Aunque el técnico de Indautxu se refiera al Bilbao Basket como “un club histórico”, la realidad es que ahora como hace quince años son otros, incluido el propio Tenerife, los que caminan algunos pasos por delante. La tarea de Álex Mumbrú y sus jugadores será recortar esa distancia e igualar unas fuerzas que parten desequilibradas en lo económico. A nadie debería extrañar que hoy llegara la primera derrota, pero eso no debe llevar al pánico de una afición que debe convencerse de que tiene que reproducir en Miribilla aquel ambiente encendido que se creó en La Casilla para consolidar al equipo en sus primeros años en la élite.

La pretemporada acabó con buenas sensaciones ante el Joventut, pero ahora llegan las batallas con fuego real que pondrán a prueba el nivel de una plantilla con muchas caras nuevas, unos cuantos debutantes en la competición, incluido el entrenador, y que va a necesitar por ello un tiempo prudencial para alcanzar su tope de rendimiento, sea el que sea. Hoy, por ejemplo, será el primer día en el que Ondrej Balvin coincida en la cancha con sus compañeros y ya se sabe que el checo es una pieza clave en el equipo. Y lo mismo puede ocurrir con Emir Sulejmanovic, que quizás pueda ayudar unos minutos. El Iberostar Tenerife es un rival de cuidado, plagado de excelentes jugadores, pero el Bilbao Basket quiere demostrar que puede ser competitivo a partir de un estilo de juego agresivo y más dinámico que el de la pasada temporada. Jugadores tiene para entretener a su parroquia y para ganar.