N recientes fechas hemos conocido interesantes datos sobre los hábitos y opiniones deportivas de las vascas y los vascos. En primer lugar se hizo pública la "Encuesta sobre actividad física y deporte en tiempos de pandemia", realizada por el Gabinete de Prospección Sociológica del Gobierno Vasco, y pocos días después se dio a conocer el "Barómetro sobre la soberanía vasca", elaborado por los grupos de investigación Telesforo Monzón y Parte Hartuz de la UPV, que incluye opiniones sociopolíticas de los vascos, entre otras relativas a la representatividad de las selecciones deportivas vascas, abarcando en la muestra no sólo a la Comunidad Autónoma del País Vasco, sino también a la Comunidad Foral de Navarra y a los territorios vasco-franceses de Iparralde.
El sondeo del Gobierno Vasco viene a constatar como primera conclusión el hecho de que con motivo de la pandemia se ha reforzado la inclinación de vascos y vascas hacia el ejercicio físico y los deportes. Así, dos tercios de la población de la CAV realizan algún tipo de actividad física continuada, habiendo aumentado en un 29% la dedicación en este tiempo pandémico. Hasta un 77% afirma sentirse muy o bastante interesado en el deporte en todas sus formas, como practicante o como espectador, lo que viene a definir a la vasca como una sociedad deportiva, como un país deportivo en el sentido clásico del término.
En el mismo estudio prospectivo se ha preguntado al ciudadano de la Comunidad Autónoma Vasca su sentir sobre la posible participación de nuestras selecciones deportivas en competiciones oficiales internacionales. Los resultados no pueden ser más significativos e incluso abrumadores. El 73 % apoya que las selecciones vascas de todos los deportes tomen parte directa y oficialmente en campeonatos internacionales representando al País Vasco, y similar cifra, un 72%, comparte que la Euskal Selekzioa de fútbol pueda jugar en torneos como eurocopa o mundial. Es decir, siete de cada diez habitantes de la CAV, prácticamente tres de cada cuatro, quieren la oficialidad internacional del deporte vasco.
Por su parte, el llamado "Naziómetro", al abordar esta misma cuestión, confirma otro dato revelador, en este caso por su extensión, y es que en toda Euskal Herria el 63,5 % de su población considera que la Euskal Selekzioa debería poder acceder a competiciones oficiales internacionales y hacerlo con jugadores de los tres ámbitos administrativos. Es de destacar que así lo piense el 57% de los vascos de Iparralde y el 46% de los navarros (por un 34,5 que lo rechaza). La idea de que los deportistas vascos/navarros habrían de poder decidir con qué selección participan alcanza un 72,2% en el conjunto de las tres comunidades, donde incluso un 54% vería bien o muy bien que las selecciones vascas pudieran enfrentarse oficialmente a la selección española o a la francesa, en Iparralde un 46%, con sólo el 10% en contra.
Puede sorprender el criterio compartido de vascos y vascas en esta materia simbólico-deportiva, aún de los que no forman parte de la Euskadi institucionalizada. Tal manera de ver las cosas, la autoconsideración como una sola comunidad en lo cultural o deportivo a la hora de proyectarse al exterior, nos lleva a un concepto muy presente y difundido en los estatutos constitutivos de las asociaciones deportivas internacionales para caracterizar y acoger a federaciones de territorios no estatales: ser País Deportivo o Sport Country, entendido como ámbito de organización y representación en una disciplina deportiva con autonomía y raigambre demostradas.
Volviendo a las recientes encuestas, esta toma de temperatura demuestra que la llama de la oficialidad sigue encendida. De nada sirve el trabajo en los despachos si detrás no existe, si no se mantiene un sustrato social. Y en Euskal Herria lo hay. Los ciudadanos ven con naturalidad lo que para otros parece innegociable: el deporte vasco demanda representación internacional propia. Contra viento y marea, cierto, contra dificultades de todo tipo. El recorrido emprendido es sólo un principio, hay que mantener el pulso y buscar y perseguir sin descanso el acuerdo cuando éste sea menester, la adecuación normativa que proceda, haciendo saber donde sea preciso cuál es la realidad, cuáles son los derechos y el deseo de esta sociedad. Una voluntad que se refleja en estos datos. Somos un País Deportivo. Necesitamos y merecemos demostrarlo compitiendo deportivamente en el campo internacional. La sociedad vasca pide paso para la Euskal Selekzioa.