Las calles de Tokio, en Japón, soportaron el año pasado una inmensa manifestación de runners. Era la marea humana, 38.000 competidores, que inundó la capital nipona. Un ejército de entusiastas del maratón. El domingo, un almanaque después de la floración de los corredores, de aquella exuberancia, las arterías principales de Tokio colapsaron de puro miedo, que corre sin desmayo desde que se supo del coronavirus, el leviatán que atemoriza el mundo en todos los puntos cardinales. Ante el poder intimidatorio de semejante monstruo invisible, apenas se repartieron 200 dorsales. La capacidad de propagación el virus y la necesidad de controlar los brotes en lo posible -Japón es una de los países más afectados- obligaron a las autoridades a extremar las medidas sanitarias. Ese es el hilo argumental que aconseja la Organización Mundial de la Salud (OMS), el organismo que deletrea los parámetros por los que deben regirse el combate contra el virus.

Atendiendo a sus directrices y a la de los distintos gobiernos, distintos organismos deportivos están encapsulando numerosas pruebas de toda índole. En Italia, otro de las zonas calientes del coronavirus, la liga decidió que el Juventus Turín-Inter de Milán, Milan-Génova, Parma-Spal, Sassuolo-Brescia, Udinese-Fiorentina, que estaban previsto que se celebraran a puerta cerrada para minimizar el riesgo de infecciones sean aplazados hasta el 13 de mayo. La final de la Copa de Italia, que debía jugarse el 13 de abril, se disputará el 20 de mayo atendiendo a los requerimientos del gobierno. "En consideración a las numerosas normativas urgentes que se viene adoptando por parte del gobierno para responder a la extraordinario emergencia, y en la tutela de la salud y la seguridad pública, el presidente de la Lega Profesional de Serie A comunica que han sido aplazados varios partidos de la séptima jornada de la segunda vuelta de la Serie A, inicialmente previstos a puerta cerrada", expuso la Liga en una nota de prensa. Gianni Infantino, presidente de la FIFA, aseguró, a su vez que no "puedo descartar nada", en alusión a la posible suspensión de la Eurocopa 2020, que tiene una de sus sedes en San Mamés y se debe jugar del 12 junio al 12 de julio. En Suiza, las autoridades han decidido suspender la competición liguera hasta, al menos, el 23 de marzo. En ese ambiente, el Leipzig se disculpa por impedir la entrada a japoneses por temor al coronavirus.

El Mundial de motociclismo también se ha visto trastocado por la incidencia del covid-19. La prueba de Catar, inicio del campeonato, prevista para el próximo fin de semana, se ha visto seriamente dañada. Solo se correrán las pruebas de Moto2 y Moto3 porque los respectivos equipos de la categoría se encontraban en suelo catarí. Sin embargo, las estructuras de MotoGP no se hallaban en el país pérsico y las autoridades decidieron restringir el acceso al país. La cita de Tailandia también queda en suspenso a falta de una nueva fecha para contratar. Dorna, la empresa que gestiona el Mundial, prevé no obstante completar el campeonato en la medida de lo posible.

En ciclismo, tras la cancelación del UAE Tour después de detectarse dos contagios en los auxiliares del Emirates, quedan pendiente las decisión respecto a la celebración de la Strade Bianche, fijada para el próximo sábado. La clásica atraviesa los paisajes de la Toscana. En la misma encrucijada se encuentran la Tirreno-Adriático (11-17 marzo) y la Milán-San Remo (21 marzo). Aún no se ha adoptado una decisión definitiva al respecto. En Italia tratan de agotar todas las opciones. En ese sentido, la preocupación ante una cancelación de los Juegos Olímpicos de Tokio tampoco es menor. El presidente de la Federación Española de Atletismo, Raúl Chapado, admitió que tiene una "gran preocupación" por la posible suspensión de los JJ.OO. por el coronavirus y que la decisión que se pueda tomar a este respecto "no se puede demorar mucho".