bilbao - El Bilbao Basket recibe la inesperada, pero merecida, clasificación para la Copa como "un premio". Álex Mumbrú felicitó a sus jugadores por "creer siempre que se podía ganar en el Palau. Pensábamos que en un final apretado el Barça podía sufrir y así ha sido". El técnico de los hombres de negro aseguró que "es un orgullo poder regalar a nuestra afición, con todo lo que ha sufrido, una clasificación para la Copa. Estamos muy felices".

Mumbrú recordó que "el Bilbao Basket nunca se ha ido, sigue compitiendo, y ha habido mucha gente del club y aficionados que han estado sufriendo con nosotros en la LEB Oro y necesitábamos algo así, no para creérselo, pero sí como un premio por un trabajo bien hecho durante un año y medio. Me alegro sobre todo por mis jugadores, que confían en lo que hacemos en el día a día, y por la afición". También apuntó el entrenador del Bilbao Basket que esta clasificación para la Copa debe servir para "mantener la humildad y prepararse para cuando vengan mal dadas". "La entidad ha estado en peligro y todavía queda mucho trabajo de despachos, pero este éxito deportivo sienta muy bien", añadió.

Una de las claves para poder imponerse ayer en el Palau, según Mumbrú, fue "saber manejar la frustración". "Sabíamos que íbamos a sufrir porque ellos son un gran equipo e iban a meter, pero había que seguir trabajando, pese a que hemos ido 39 minutos por detrás en el marcador". Mumbrú admitió "el sufrimiento en el rebote defensivo" de su equipo, "lo que nos ha llevado a tener que jugar con dos grandes", aunque todo se compensó con "un gran acierto en la prórroga". "Hemos llegado a estar catorce puntos abajo, pero hemos logrado llegar con opciones al final y el Barça ha acusado la presión", concluyó.

PESIC, ENFADADO En el Barça, Svetislav Pesic criticó duramente a sus jugadores tras una derrota que no entraba en sus planes: "Con todo el respeto al Bilbao Basket, este partido no lo podíamos perder. Nos ha faltado concentración al final para cerrar el partido. Hay que defender mejor y, sobre todo, anotar". El veterano entrenador serbio fue más allá en su valoración y cuestionó la ética de trabajo de sus jugadores. "Algunos tienen miedo de entrenar por las lesiones y si no entrenas, después falta el físico", censuró.