Laia Sanz: “Soy mujer, piloto y no soy un bicho raro”
Laia Sanz reconoce en el congreso ‘Mujeres y Deporte’ que se está celebrando en Bilbao que el mundo de las motos “es muy machista”
bilbao - Laia Sanz (Barcelona, 1985) es nueve veces campeona del Dakar, tricampeona del mundo de trial y cinco veces campeona el mundo de enduro. Es la reina del desierto, una de las pilotos más reconocidas a nivel internacional y se ha ganado el respeto de todos los que habitan la orbe del motor. Sin embargo, todavía hay quien se niega a asociar una mujer con una moto y, por eso, por muy bien que lo haga sobre la arena y el polvo, Sanz siempre tendrá que lidiar con las caras de sorpresa y, peor, con las entrevistas poco deportivas: “En Perú me preguntaron si le había pedido permiso a mi marido para correr el Dakar”, contó ayer la catalana en el congreso Mujer y Deporte que se está celebrando en Bilbao. Porque el pasado enero, Sanz fue novena en la clasificación general de la prueba sudamericana, consiguiendo el mejor resultado de una mujer en los 41 años de historia de la carrera; pero a algunos tan solo les preocupaba si su pareja le había permitido disfrutar del Dakar. Por ello, ayer la piloto ofreció una conferencia en la que reconoció que “el deporte de las motos es muy machista”. No hay más que mirar el premio que recibe el ganador de la cita sudamericana, 50.000 euros, y el que recibió Sanz por convertirse en la ganadora, 5.000.
De hecho, Sanz hizo célebre la frase “soy una mujer, soy piloto y no soy un bicho raro”, con la que comenzó su libro y con la que suele iniciar gran parte de sus charlas. “Cuando era pequeña y empecé en el mundo del motor era un bicho raro sobre todo para los padres y para los primeros equipos en los que estuve. Ahora, por suerte, las niñas son vistas con más normalidad, pero todavía hay mucho por hacer”, explicó ayer con más detenimiento. Y es que, a pesar de haberse convertido en la primer piloto -hombre o mujer- en activo que consigue finalizar nueve ediciones consecutivas del Dakar, la catalana denunció “haber tenido que aguantar muchas cosas por ser mujer”. “Tratos distintos, motos peores porque los equipos consideraban que para ganar en la categoría femenina era suficiente... E incluso estuve en un equipo en el que todos mis compañeros viajaban en business y yo no”. Por eso, aunque ahora Sanz cuente con una reputación envidiable entre expertos y aficionados, reconoció que “siempre he tenido que luchar y demostrar más que los hombres, incluso cuando ya tenía unos cuantos títulos mundiales”.
La piloto catalana se define como una enamorada del Dakar, es más, tanta es su fascinación por esta prueba que dejó de lado el resto de especialidades en las que ya destacaba, como el trial y el enduro, para dedicarse de lleno en ella: “Siempre me ha encantado el desierto, los paisajes, la dureza... El Dakar es más que una carrera y por eso engancha. Me gusta porque no solo dependes de la velocidad para ganar, sino también de la navegación y de la táctica y eso hace que se equilibre la falta de físico que tenemos las mujeres respecto a los hombres y que podamos estar arriba en la clasificación junto a ellos”. Sin embargo, Sanz no comprende la decisión que está barajando la organización del Dakar de llevar la prueba a Arabia Saudí, un lugar donde la igualdad ni se plantea: “Me chocó mucho cuando lo dijeron porque allí las mujeres llevan tan solo un año conduciendo. Es algo que impacta y espero que, de ser así, no se ponga ninguna restricción a las pilotos, que nos lo pongan fácil y que no haya ningún problema”.
las reflexiones de paloma del Río Junto a Sanz, en el escenario del paraninfo de la Universidad del País Vasco también estuvo la periodista Paloma del Río. La comunicadora fue la encargada de entrevistar a la piloto, pero además, se ganó al auditorio con una conferencia en la que pidió a los medios de comunicación reflexionar sobre el trato que se le da al deporte femenino: “El deporte femenino tan solo se iguala con el masculino en difusión en los Juegos Olímpicos. A partir de ahí, vuelve a las últimas páginas de los periódicos y a los últimos minutos de los informativos”.