Una extraña liturgia
Altuna III y Olaizola II eligen material para la revancha del manomanista que les mide en el Ogueta de Gasteiz el domingo. “No hay excusas”, declaran
Bilbao - “No habrá ninguna excusa”, desvela Jokin Altuna. Hace hincapié el pelotari de Amezketa, campeón del Manomanista, en que las vueltas de tuerca de la pelota a mano profesional no servirán de pretexto cuando el domingo se abran las hostilidades en busca de una revancha que da aroma añejo a la apertura de la feria de La Blanca. No existen los argumentos cuando el pantalón blanco se desdobla y comienza la tertulia de cuero, mano y frontón. Entonces, solo entonces, se gestan las grandes deudas y las esculturas efímeras en el aire, que antes amarilleaban con el paso del tiempo y ahora son carne de YouTube. El guipuzcoano, discípulo del arte, se asoma con Aimar Olaizola al abismo del mano a mano en mitad del verano, cuando casi todo el mundo espera citas de parejas y las uñas del individualista vuelven a crecer. La revancha del Manomanista no es ni competición, ni torneo ni nada de lo anterior. Es otra cosa. También las liturgias con el material en julio, una rara avis. En definitiva, osos polares en el Sahara.
La cuestión es que la construcción del envite vendrá precedida de cuatro jornadas de libertad en la agenda de ambos delanteros, que están viviendo un verano repleto. De hecho, hoy mismo se ven las caras en el estelar mixto de Azpeitia. “Cumpliré once partidos en julio, a lo que hay que sumar varios entrenamientos en el trinkete. Llevo bastante trote”, manifiesta el veterano de Goizueta, quien a los 38 años sigue coronando la época estival con la hoja de ruta de un veinteañero. Aimar ha vivido de todo: cambio de modalidad, de posición, de frontones, de material? “Estoy jugando bastante y hay días en los que me encuentro cansado, pero es lo normal. Hasta el domingo no volveré a tener partido y podré descansar”, relata Olaizola II. En el mismo caso, el campeón del Manomanista, que tradicionalmente suele ser el más demandado para los festivales de fiestas, acaba de sobrevivir a un maratón de cinco partidos en seis días tras superar una lumbalgia aguda. “En verano no puedes pensar a largo plazo, porque tienes compromisos casi todos los días”, define Altuna III. Se acodan en el momento: un brindis y carpe diem. En cualquier caso, tan cerca y tan lejos por el resultado de la cita por el cetro más importante del curso, un 14-22 que coronó al joven en el Bizkaia de Bilbao cuando mayo languidecía, la época estival les coloca como los manistas más solicitados.
No obstante, el gerriko colorado no ha transformado a Jokin. “En todos los sitios me felicitan y eso es bonito para mí, pero estas fechas no han cambiado demasiado con respecto a años anteriores. Lo más importante es dar el nivel y no tener lesiones”, determina el de Aspe, quien ratifica que “no siento la presión del campeón y estoy jugando tranquilo”. “Es cierto que quiero hacerlo bien en todos los partidos, pero antes de ganar el mano a mano me exigía lo mismo, quería jugar bien siempre. Si no, vuelvo triste a casa”, relata Altuna III, apagando las dudas sobre su rendimiento: “Siempre existe la preocupación de cómo vas a responder en verano; hay que aprovechar los momentos buenos, que los malos ya llegarán”. El espejo está en sus narices. “Veo bien a Aimar. Es increíble el nivel que está dando con 38 años. En julio ha jugado muchos partidos y ha perdido algunos, pero siempre está jugando contra los mejores y dando ventajas”, explica. Enfrente, eterno Olaizola II, en un estado físico excepcional, confiesa que en las revanchas del Manomanista “se nota” que existe una “carga mayor” de partidos. “Se nota en la chispa y estoy un poco cansado, pero sin molestias”, adelanta Aimar.
Un mano a mano distinto Contentos con las pelotas propuestas en la elección de material de ayer, los dos manistas califican el encuentro del domingo en el Ogueta como “diferente”. La incertidumbre es clara. “Todos los partidos son distintos y lo que es seguro es que no estaremos tan preparados como en el campeonato oficial”, desbroza Altuna III, que tiene previsto ensayar en los próximos días. Aimar, por su parte, remarca que “quizás no tienes la tensión del campeonato, pero es un partido importante. Cuando me visto de blanco los afronto todos igual”. El goizuetarra no tiene programada ninguna sesión en toda la cancha hasta el choque.