bilbao - Es lo que tiene la elevación del estatus: engorda el caché y multiplica el compromiso. A Jokin Altuna, la coronación en el Manomanista le brinda la oportunidad de un verano sembrado de oportunidades. Un Dorado para el pelotari. Pero también dotado de exigencia física. Al encarar el estío, el guipuzcoano contempla ante sí un campo de minas; el pelotari busca la gloria y la bolsa vestido de zapador tratando de desactivar bombas que son lesiones.
El pasado 10 de julio, en el marco del Parejas de San Fermín, Altuna III topó con metal, estalló su espalda. Acusó una lesión, una lumbalgia “muy aguda” que pronosticó “unas dos semanas de baja”. Por de pronto, y en pleno partido junto a Martija, con un 12-8 favorable en el Labrit, renunció a seguir en liza en la feria. Suspensión del encuentro y victoria para la pareja opositora, Bengoetxea y Aretxabaleta (12-22).
Desde el evento que le apartó de los frontones, el nutrido calendario de Altuna no atisbaba compromisos hasta el 22 de julio, con cita en Barakaldo. El margen para la recuperación, por tanto, no ofrecía a tenor de su programación estival el margen de dos semanas previsto. Además, una vez tocado el día 22, su almanaque le proponía trabajo el día 23, en Renteria; el 25, en Ogueta; el 26, en Ordizia; el 27, en su Amezketa natal; el 29, en Zeanuri; el 31, en Azpeitia. Es decir, cinco partidos en seis días o siete en diez. Para una lesión que exige reposo, la lumbalgia, el breve margen de recuperación y la agitación por la cantidad de partidos, arrojaba incertidumbre sobre el futuro a corto plazo de Altuna.
No obstante, Altuna, voluntarioso por defender la oportunidad que ofrece vestir su camiseta colorada, estará en Barakaldo y dispuesto a afrontar los compromisos fijados en su calendario.
Para conocer la evolución del proceso de recuperación, Altuna se sometió ayer a un entrenamiento junto a Jokin Etxaniz. El guipuzcoano probó sus prestaciones con los desplazamientos laterales, los saques y los golpeos, el repertorio para un partido. El cuerpo respondió de manera saludable. El amezketarra aseguró no haber sentido molestias. La lumbalgia se ha desactivado. De ahí que regrese a los frontones tras el plazo de apenas 12 días. “Estaba preocupado porque era la primera vez que sufría una lesión de este tipo y porque una vez que se ha proclamado campeón del Manomanista le han surgido muchos compromisos que quiere cumplir. Afortunadamente, las molestias han desaparecido, por lo que vuelve a jugar”, confirmaban desde la promotora Aspe, empresa de la que forma parte Altuna III.
El campeón regresa a la competición con la intención de cumplir con los compromisos acordados en las próximas fechas. Mantiene el abultado calendario. Así, arranca para Altuna un maratón de partidos con salida mañana, en Barakaldo. El campeón vuelve a pasear su estatus por los frontones.