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Iñaki Laskurain: “Se ha visualizado que somos capaces de hacer bien las cosas”

Iñaki Laskurain, máximo responsable del rugby vasco, hace balance de un histórico fin de semana al que pone una nota de ocho que “podía haber sido diez”

Iñaki Laskurain: “Se ha visualizado que somos capaces de hacer bien las cosas”

Bilbao - Iñaki Laskurain (Eibar, 1968), presidente de la Federación Vasca de Rugby desde 2013, ha vivido un frenético y emocionante fin de semana en el que Bilbao se ha convertido en epicentro de un deporte que ha dejado huella en la capital vizcaina. “La valoración, en términos generales, es muy positiva”, señala Laskurain, que solo lamenta los altos precios instaurados para los visitantes y subraya que “no es lo mismo ser listo, que ser inteligente”.

¿Qué balance hace del fin de semana?

-La valoración, en términos generales, es muy positiva. Teníamos claro que íbamos a enseñar al mundo que nosotros, los pequeñitos que no solemos participar en los grandes eventos, también sabemos hacer bien las cosas y eso se ha visualizado. En el área deportiva, por ejemplo, hemos visto tres competiciones y en las dos principales, dos finales totalmente diferentes, pero ambas emocionantes. Queríamos además que se viera en Bilbao lo que la gente del rugby ya sabíamos y habíamos visto fuera, que a pesar de reunir a decenas de miles de personas que beben alcohol, no hay ningún problema.

En eso, el rugby ha vuelto a demostrar que es un deporte especial y diferente a muchos otros.

-Así es. Me gustaría resaltar, por tanto, que es posible que esto ocurra y no una vez, sino un montón de veces. El problema en ese sentido somos nosotros, es una cuestión de educación y no de alcohol como se ha podido ver. Ha habido gente de distintas naciones compartiendo absolutamente todo durante 48 horas y no ha pasado absolutamente nada, lo cual es motivo de orgullo.

¿Qué le han dicho desde la EPCR? ¿Están contentos?

-Sí, muy contentos y maravillados con Bilbao. También con la final que organizamos el sábado en Fadura, porque en la primera edición apenas acudieron cien personas y en esta calculamos que hubo 2.000 sin que el tiempo acompañara.

¿Y sus vecinos irlandeses?

-Pues un par de ellos ya me han dicho que estaban encantados también. He estado, por ejemplo, con toda la junta directiva del Leinster y todos me han dado la mano diciéndome que habían quedado impresionados con San Mamés, con Bilbao y con el recibimiento que han tenido por parte de toda la gente.

¿Bilbao ha dado la talla?

-Claro que sí. Hemos tenido una carpa del Universitario Bilbao que ha sido una maravilla y tanto la hospitalidad, la amabilidad y la cercanía de la gente ha estado ahí. Así es también Dublín y estoy muy orgulloso de que se haya dado el mismo escenario aquí.

¿Considera que el rugby vizcaino y el vasco por extensión salen reforzados?

-Sí, ahora se está hablando mucho de los valores del rugby, que son nuestros clubes, los que están día a día con ellos con un gran evento de por medio y sin él. Está muy bien que todo esto se exteriorice por fin, pero nuestros clubes están con ello todos los días y eso es fundamental, porque el rugby vasco está con ganas de trabajar.

En cuanto a la imagen de San Mamés, se llenó el sábado y el viernes tuvo al menos 20.000 asientos libres, aunque contaban con ello.

-Sí, efectivamente. Eran los escenarios que se contemplaban antes de la disputa de las dos finales. Los datos que teníamos hablaban de una ocupación del 95-100% en la final de Champions y del 45-50% en la de Challenge. En el caso de la Continental Shield, como comentaba antes, batimos todos los récords, por lo que también hemos sido felicitados por la EPCR.

El apartado negativo es que muchos aficionados se han quejado de los altos precios de los alojamientos. Algunos han hecho el agosto en dos días.

-Sí, una cosa es ser listo y otra ser inteligente. En este caso creo que ha habido mucho de lo primero y poco de lo segundo, porque estos eventos se hacen para poder repetirlos y si la primera visita es así... En cuanto a la oferta económica, no tengo ninguna duda de que podíamos haberlo hecho de otra forma y muchísima gente que regresó a Dublín tras la final se habría quedado dos o tres noches más en Bilbao, porque estaban deseando hacerlo y eso es algo que revuelve las tripas.

¿Los responsables del rugby europeo han mostrado su malestar a las instituciones locales?

-Vamos a decir que han mostrado su sorpresa, por decirlo de algún modo, porque también se ha puesto sobre la mesa la decisión de haber traído aquí las finales. Si queremos volver a hacerlo, pues lo tenemos un poco complicado por este aspecto, porque es lógico que haya un incremento en los precios en los vuelos y demás, pero esto ha sido una extorsión. Volar de Dublín a Bilbao ida y vuelta, en estos quince días, ha pasado de costar unos 100 euros a costar 700.

¿1.000 euros por dos noches en un apartamento de dos personas o 500 euros por una noche de hotel es estafa?

-Hay que tener cuidado con los términos y no diría que es estafa. Yo hablo de extorsión, tiene más esa pinta y lo encajaría más ahí.

¿Y la polémica sobre la venta de cerveza en San Mamés?

-Se cumplió con la norma para sorpresa de muchos aficionados, pero no hubo ningún problema.

¿Qué nota le pondría a este histórico fin de semana?

-Con los datos que tenemos ahora mismo, un 8 o incluso un 8,5 que podía haber sido un 10, si no hubiera sido porque se nos ha quedado un poco cojo el tema de la oferta económica, donde se debería hacer una reflexión.

¿Y qué tiene que hacer el rugby vasco para coger ahora la ola buena?

-Hay varios frentes. Primero, una buena promoción con lo que es el tema escolar, más actividades y en un espacio de dos años, en 2020, a ver si podemos llegar a la liga vasca, que es una ilusión. Lo