Kempton: “Ha sido una buena experiencia”
Pese a su falta de protagonismo, el Pívot se despide del Bilbao Basket “agradecido porque me han enseñado cómo debe ser un equipo”
Bilbao - La primera experiencia de Tim Kempton en el baloncesto profesional no ha resultado como él esperaba y el Bilbao Basket tampoco encontró en el pívot estadounidense el jugador que su estructura grupal necesitaba, por lo que el cese de la relación entre ambas partes tiene toda la coherencia del mundo. Entre la necesidad de trabajo individual y un lógico proceso de maduración de uno y la urgencia a la hora de obtener resultados que agobia siempre a los equipos existía un complicado maridaje que ha desembocado en el hecho de que la experiencia del interior de Scottsdale como hombre de negro tocara a su fin en la noche del miércoles. Kempton jugará hasta final de temporada en el Bnei Herzliya, tercero por la cola en la liga israelí y conjunto que apenas contaba con efectivos en la posición de pívot -su jugador más alto no pasa de los 2,03 metros- mientras que el Bilbao Basket peina el mercado para buscar, con la mayor premura posible, un refuerzo que minimice sus serios problemas de centímetros, dureza y calidad ofensiva en su juego interior.
Pese a que la unión entre el estadounidense y el club vizcaino ha durado mucho menos de lo que ambas partes esperaban, no ha habido tiranteces en el adiós. Las personas que han trabajado y convivido con él durante estos meses describen a Kempton como “un chaval correctísimo” y “un jugador siempre con buena actitud, muy trabajador”. Por su parte, el jugador quiso decir adiós al equipo, al club y a la ciudad con una sentida carta que compartió vía Twitter, una despedida elegantísima que habla muy bien de él.
En este escrito, que arranca con un “gracias Bilbao”, Kempton reconoce que “ponerme frente a mis compañeros esta noche para decirles que no voy a seguir peleando junto a ellos ha sido uno de los momentos más duros de mi vida. No podía pedir mejores capitanes y compañeros y por ello les estoy agradecido. Las personas que componen el Bilbao Basket, del primero al último, son increíbles y me han enseñado cómo debe ser un equipo”. Pese a su falta de minutos y protagonismo, el de Scottsdale asegura que “todos los componentes del Bilbao Basket han hecho posible que el lugar en el que he arrancado mi trayectoria profesional haya sido especial, esta siempre será para mí una buena experiencia de aprendizaje, espero que ellos lo vean de la misma manera. Quiero agradecer a Carles Duran y su cuerpo técnico por su tiempo, su trabajo y su constante confianza en los jugadores, al equipo médico, desde el primero hasta el último, por mantenernos juntos y ser los trabajadores más duros del equipo”.
En su despedida, el pívot de 22 años tampoco se olvidó “de la gente de Bilbao. Me recibisteis con los brazos abiertos y no parasteis nunca de abrazarme. En mi poco tiempo aquí me he enamorado de la ciudad, de la gente, de la cultura y, por supuesto, del País Vasco. Eskerrik asko! Aúpa Bilbao Basket”.
Al final, puede decirse que el Bilbao Basket no era donde Kempton necesitaba estar en este momento de su carrera ni Kempton era el tipo de jugador que el Bilbao Basket precisaba en sus actuales circunstancias. Finalmente, fueron el jugador y su entorno los que dieron el primer paso para buscar una salida pactada que cristalizó en la noche del miércoles. El pívot había sido durante cuatro años amo y señor en la modestísima Lehigh University, jugando en cada uno de ellos entre 26 y 32 minutos de media y con notables estadísticas, aunque casi siempre ante rivales débiles. El mundo profesional, más aún la ACB, es muy distinto y para adaptarse Kempton necesitaba algo que el Bilbao Basket no le podía dar sin comprometer sus resultados: minutos y tiempo.