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Imparable Muguruza

Se lleva el título en Cincinnati, el segundo del año y el quinto de su carrera, tras arrollar en la final a Simona Halep en menos de una hora

Imparable MuguruzaFoto: Afp

bilbao - Garbiñe Muguruza convirtió la final del Premier 5 de Cincinnati en un visto y no visto para conseguir su segundo título del año, algo que nunca había conseguido, y el quinto de su carrera después de los de Hobart, Pekín, Roland Garros y Wimbledon. Simona Halep, que iba a ser número 1 del mundo si ganaba el torneo, cedió por 6-1 y 6-0 en solo 56 minutos de juego en los que le pasó por encima una apisonadora. No se recordaba una paliza semejante en una final de este rango desde el torneo de Montreal de 2004 cuando Mauresmo ganó a Likhovtseva. Es la tercera vez que le ocurre a la rumana ya que también en Roland Garros pudo alcanzar la cima de la WTA, pero cayó en la final ante Jelena Ostapenko, y lo mismo le pasó en Wimbledon, donde cayó en cuartos de final ante Johanna Konta.

Ayer Muguruza saltó a la calurosa pista de Cincinnati con la confianza por las nubes y su tenis en perfecto estado de revista. Corrió tanto como Halep, que quería poner la bola en las esquinas, e imprimió a sus golpes una potencia que atropelló a la de Costanza. Además de reducir sus errores no forzados, la vasco-venezolana volvió a mostrarse muy eficaz con su saque, con el que se anotó casi el 70% de los puntos, y apretó todo lo que pudo con el resto para dejar a la rumana sin ninguna opción.

Con la pelota en juego, la de Caracas mandaba con autoridad. Solo el cuarto juego del segundo set, que se extendió durante doce minutos, mostró una cierta igualdad. Era la última oportunidad de Halep para agarrarse a la final, pero tras salvar tres bolas de rotura, las únicas que concedió en todo el partido, Muguruza se lo apuntó y la número 2 del mundo lanzó la toalla de pura impotencia.

un broche impecable La trayectoria de Garbiñe Muguruza en el torneo de Cincinnati ha ido de menos a más hasta acabar de forma arrolladora. Tras salvar tres bolas de partido ante Madison Keys en la tercera ronda, superó otro duelo durísimo en cuartos de final ante Svetlana Kuznetsova, “el mejor que he jugado en todo este año”, según sus propias palabras. A partir de ahí se desató la tormenta y la vasco-venezolana ha acabado la semana con un 6-3 y 6-2 ante Karolina Pliskova, en la primera vez que una jugadora gana tres veces seguidas a tres números 1 del mundo distintas, y un 6-1 y 6-0 ante la que aspiraba a serlo.

Con esta victoria, Muguruza asciende a la tercera plaza en el ranking mundial y se coloca primera en la clasificación anual que reparte las ocho plazas para las Finales WTA de noviembre en Singapur. A la de Caracas siempre se la había achacado su falta de regularidad y constancia en el esfuerzo, esos picos tan altos y tan bajos que han jalonado su carrera hasta ahora. Pero el trabajo que ha realizado desde comienzo de año ha dado sus frutos y ahora se ve a una jugadora con más movilidad y con más resistencia física y, por tanto, mental lo que, a su vez, le permite adaptarse a cualquier rival y entender lo que requiere cada partido. Ayer tocó el modo destructor para liquidar a quien aspiraba a ser la número 1 del mundo. Es un lugar que a Muguruza ya no le queda tan lejos.