bilbao - La carrera de Efrén Vázquez en el Campeonato del Mundo ha venido marcada por el constante cambio. El piloto bilbaino ha formado parte de siete proyectos deportivos en las ocho temporadas que lleva a sus espaldas en el Mundial. Pero sus últimas semanas han sido las más agitadas de su trayectoria deportiva.

Para este curso, que arranca este domingo con el Gran Premio de Catar, Efrentxu estaba obligado a dar el salto de categoría, dado que en Moto3 el límite de edad no le permitía permanecer en la cilindrada menor. Así, se interesó por sus servicios el IodaRacing italiano para ascender a Moto2. Un acuerdo que se cerró y que dejaba al de Rekalde en el octavo equipo de su carrera mundialista y ante su novena campaña al completo en la élite del motociclismo. Quedaba, por tanto, garantizada su continuidad en el Campeonato del Mundo.

Sin embargo, todo pintaba bonito para Efrén hasta que primero llegó la noticia de que el fabricante del chasis que montaría en su nuevo equipo, Suter, abandonaba el Mundial de Moto2. Esta novedad, aunque podría ser un problema, no era considerado como tal por el piloto bilbaino, puesto que mantenía su plaza y tenía la palabra por parte del equipo de que permanecería en el Mundial en 2016. De hecho, el de Rekalde sería el único piloto que correría con la marca Suter, una firma de esqueletos con la que Marc Márquez se proclamó campeón del mundo en 2012 aunque venida a menos desde entonces hasta llegar a tomar la decisión de abandonar el Mundial tras la desbandada a Kalex.

Pero con el transcurso de los días llegó el segundo varapalo, este sí, puede que decisivo para la carrera de Efrén: el IodaRacing anunciaba que se retiraba del Campeonato del Mundo de Motociclismo para trasladarse al Mundial de Superbikes. De este modo, la estructura italiana dejaba a un lado al piloto bilbaino, que se veía, de la noche a la mañana, sin equipo. O sea, tirado, con la alternativa de aspirar a correr en Superbikes como piloto oficial o incluso ser piloto probador del equipo, lo que Efrén descartaba para tratar de aferrarse a sus opciones de continuar en el Mundial de MotoGP. Y lo que es peor, también se quedaba sin tiempo para enderezar su enigmática situación, con los primeros entrenamientos de puesta a punto para 2016 celebrándose y el inicio del Mundial a la vuelta de la esquina. El futuro pasaba a dibujarse muy negro.

‘el último tren’, el JPMoto Sin embargo, Efrén, que ha vivido sobre el alambre en varias ocasiones, volvía a gozar de una nueva oportunidad de prolongar su estancia en el Mundial. Ha encontrado un manillar de última hora en el JPMoto Malaysia Racing Team, que estaba a punto también de abandonar el Mundial de Moto2. Aunque tarde, porque el bilbaino se ha perdido casi toda la pretemporada oficial y no ha gozado de la posibilidad de realizar entrenamientos privados, finalmente cogió el último tren para poder seguir corriendo. El equipo malayo será su nuevo hogar e incluso puede que durante varios años, puesto que tanto la estructura como el piloto están en disposición de prolongar la unión durante tres años.

Si bien, por todo lo citado, el proyecto JPMoto Malaysia-Efrén Vázquez está verde a estas alturas, en el amanecer del campeonato. Por el momento, el objetivo no puede ser otro que el de acumular kilómetros de rodaje, porque hasta el momento el piloto bilbaino únicamente ha montado sobre su nueva máquina en cuatro jornadas con unos tiempos que le alejan a cerca de 5 segundos de la cabeza de las clasificaciones. Si bien, entre el primero y el cuarto día de actividad la mejora fue de medio segundo, por lo que el margen de progreso es grande.

Además, Efrén, que seguirá siendo el único piloto que represente a la marca Suter -que ha abandonado el Mundial como marca oficial pero a pesar de ello puede suministrar chasis a los equipos, aunque en este caso no computará en la clasificación de marcas pero sí lo hará Efrén en la de pilotos-, ha estado utilizando hasta la fecha una máquina de 2015. Con lo cual, se espera que la moto gane en competitividad al actualizarse. Y es que la montura de 2016 no le llegará a Efrentxu hasta el G. P. de Jerez, cuarta prueba del calendario. Citar que la voluntad es tratar de poder acceder a la zona de puntos -estar entre los 15 primeros pilotos en carrera- en la segunda mitad de la temporada.

La baza con la que contará Efrén en el JPMoto, además de ser piloto único en el equipo y el único que correrá con chasis Suter de toda la parrilla, es que gozará de la plena predisposición del fabricante Suter, que a pesar de contar con un solo piloto en la parrilla, mantendrá el desarrollo trabajando exclusivamente para el bilbaino. En este sentido, atención no le faltará al de Rekalde, que parte como uno de los 16 pilotos que saben lo que es ganar alguna carrera en el Mundial de entre la treintena de inscritos en la categoría de Moto2.