Nibali derrota a Bardet en Green Mountain
EL ITALIANO | Vincenzo Nibali, que aspira a ganar el Giro, derrota a romain Bardet en Green Mountain para agarrar el liderato en el Tour de Omán
bilbao - En una carretera de montaña desabrochada, ancha como una autopista, la que desemboca en la cima Green Mountain (Montaña Verde), en Omán, el sol blanco, duro, de aluminio, un mazo, clava rayos de fuego sobre Bardet (Ag2r), Nibali, Fuglsang (Astana) y Kudus (Dimension Data), destacado el cuarteto en la escena final de la cuarta etapa después de que Bardet agitara el avispero a tres kilómetros de la cima. En Omán no hay biombo en el que cubrirse. Todo es desnudo, descarnado, tan salvaje como onírico en el ciclismo del desierto, donde el público es el número de la suma de conos naranjas. El paisaje es marciano, una mirada hacia los Encuentros en la tercera fase y aquella montaña mágica que trasladó Steven Spielberg al imaginario colectivo. Green Mountain, un horno, el asfalto humeante, fue el plató en el que Vincenzo Nibali abrillantó su estrella. El siciliano, con el Giro enroscado en la mente -es el anhelo de esta campaña-, fue el mejor, después de anular el deseo de Bardet, impetuoso en la ruta hacia la cima.
Bardet, estirpe de escalador, danzó sobre los pedales para dislocar al resto. Fuglsang y Kudus languidecieron frente al pizpireto claqué de Bardet, pero no se desprendió de Nibali, soldado a la sobriedad, acompasado al latido de su corazón. El italiano, sereno, dejó que Bardet cavara la zanja mientras él observaba cómo se desparramaba el entusiasmo del francés entre la canícula. Abría huella Bardet, el maillot a dos aguas, boqueante, buscando oxígeno, aire que le ventilaran los pulmones arenosos. Nibali, -que conquistó la cumbre en 2012-, experto, asistía al desafío con un pedaleo firme, constante, alejado de cualquier artificio. Grapado al sillín, el italiano descuadró a Bardet cuando a la subida le restaba un kilómetro. Nibali apretó y a Bardet, entregado con devoción a la causa en los fotogramas anteriores, se le abrieron las costuras y plegó la bandera blanca en la cajonera de las buenas intenciones. Se encumbró Nibali en Green Mountain y se ganó la casaca roja de líder del Tour de Omán. Aunque él prefiere el rosa.
Del liderato, al hospital Luis León Sánchez, que partió ayer en la contrarreloj como líder de la Vuelta al Algarve, tuvo que retirarse de la carrera portuguesa después de sufrir una caída que le causó una herida profunda en la barbilla que requirió puntos de sutura. La crono la venció Fabian Cancellara (Trek), mientras que el liderato se lo quedó Tony Martin (Etixx). Ion Izagirre (Movistar) firmó una buena actuación y concluyó cuarto en la etapa. Su compañero de equipo, Jonathan Castroviejo, fue sexto. Alberto Contador, decimotercero, se dejó algo más de un minuto respecto a Cancellara. En la Vuelta a Andalucía, el liderato recayó sobre Ben Swift (Sky). El triunfo de la jornada lo logró el italiano Oscar Gatto (Tinkoff), el mejor al sprint.
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