España se mete en su novena semifinal consecutiva del Eurobasket
Tras eliminar a una Grecia que no supo interpretar su papel de favorita
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ESPAÑA: Pau Gasol (27), Rudy (0), Ribas (3), Llull (8) y Mirotic (18) -cinco inicial- Reyes (5), Rodríguez (10) y Claver (2).
GRECIA: Spanoulis (10), Calathes (14), Koufos (9), Printezis (13) y Antetokounmpo (12) -cinco inicial-, Bourousis (5), Zisis (5), Perperoglou (0), Kaimakoglou (0), Papanikolaou (0), Sloukas (3) y Mantzaris (0).
Parciales: 14-14, 39-32 (descanso), 55-57 y 73-71.
Árbitros: Lammonica, Belosevic y Rocha. Eliminaron a Reyes, Bourousis y Calathes.
Incidencias: 17.864 espectadores en el Estadio Pierre Mauroy de Lille.
bilbao - No falla. Desde 1999 España no falla a su cita con las semifinales de un Eurobasket y ya son nueve ediciones consecutivas luchando por las medallas en el último fin de semana. También lo ha logrado en 2015 con un equipo que llegó achacoso a los cuartos de final y sin el cartel de favorita y que tenía delante a una Grecia hambrienta de revancha, pero que a la hora de la verdad nunca tuvo la iniciativa del partido, salvo un rato del tercer cuarto. Como dijo en su día Rudy Tomjanovich, técnico de los Houston Rockets: ”Nunca subestimes el corazón de un campeón”. Y de campeones España va sobrada, empezando por Pau Gasol, que volvió a dejar claro que es el jugador más determinante del baloncesto FIBA, siempre que no jueguen algunas de las estrellas de la NBA.
También la selección helena tiene campeones para aburrir en su larguísima plantilla, pero la mejor Grecia de la historia, según había admitido el propio Fotis Katsikaris, bajó unos puntos sobre su nivel real por culpa del concienzudo trabajo defensivo de la selección española y porque el exentrenador del Bilbao Basket redujo la rotación a apenas seis jugadores, con lo cual todas sus supuestas ventajas no aparecieron por ningún lado. Sergio Scariolo, que tiene mejores resultados cuanto menores han sido sus recursos, manejó perfectamente los tiempos del partido y logró frenar a Spanoulis con una excelente defensa solectiva y a Giannis Antetokounmpo con el único jugador que podía hacerlo, Víctor Claver, cuyo ostracismo en los primeros partidos no termina de comprenderse.
Durante la primera mitad, España dominó, apoyada en la pareja de los Chicago Bulls. Gasol y Mirotic, también clave en su duelo con Printezis, habían anotado 26 de los 39 puntos, suficientes para alejar a una Grecia que parecía no asumir su papel, que no era otro que proponer antes que contener el juego en un ritmo que no le convenía. Se preocupó más de que España no corriera que de correr ella. Scariolo le puso el cepo y cayó en él.
grecia se suelta Cuando lo hizo, se puso por delante. Fue en el tercer cuarto al jugar situaciones más cortas y directas que impedían que se organizara la defensa española. Un parcial de 3-16 en cinco minutos le dio su máxima renta de cuatro puntos (52-56). Pau Gasol, con cinco puntos seguidos, sofocó los primeros síntomas de alarma y España logró recuperar el hilo el partido. El trabajo de Claver logró equilibrar la batalla del rebote, que tenía claro color heleno, y empezaron a surgir en el último cuarto los detalles que decantan estos duelos tan igualados. Reyes dejó en evidencia a Koufos, Grecia hizo cuatro faltas en el primer minuto del último cuarto y se quedó sin comodines defensivos, Katsikaris puso unos minutos a Antetokuonmpo de cuatro unos minutos, lo que desactivó al esplendoroso jugador de los Milwaukee Bucks, y la defensa española se agigantó para dejar a su rival en solo cuatro puntos durante casi siete minutos.
Ante la imposibilidad de ser brillante, esta España ha entendido que debe ser laboriosa y tirar de oficio y eso le bastó para llegar a los dos últimos minutos con el partido en la mano. Solo los robos y puntos a la desesperada de Nick Calathes permitieron a los griegos soñar con un milagro que no se produjo y cobrarse la venganza de una selección que se ha convertido desde 2006 en su particular bestia roja. España cruza de nuevo ese Rubicón que hasta una década eran los cuartos de final y ya tiene, al menos, su plaza en el Preolímpico. Grecia aún se pregunta cómo pudo ser.