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Nibali, expulsado de la vuelta

Los jueces descalifican al italiano al comprobar que este se agarró al coche de equipo del Astana para ser remolcado y reducir la pérdida de tiempo que le lastraba debido a una caída

Nibali, expulsado de la vuelta

- “Está claro que se ha agarrado”. Bruno Valcic, cabeza visible del Jurado Técnico, sentenciaba a Vincenzo Nibali, expulsado de la Vuelta a España al ser remolcado por el coche de equipo del Astana -cuyo director, Alexander Sheffer, también fue obligado a dejar la prueba por ejercer de cómplice- para minimizar la pérdida de tiempo que le lastraba tras verse involucrado en una caída a 31 kilómetros de meta. Las imágenes captadas por uno de los helicópteros que siguen la carrera no dejaron lugar a las dudas. “Las imágenes son muy claras. Nibali se agarra al coche y le remolca unos centenares de metros. Lamentamos la decisión pero el reglamento es muy claro al respecto”, describió el presidente del jurado. Javier Guillén, director de la Vuelta a España, que calificó la acción de Nibali como “lamentable”, expuso que “reglamentariamente no se ha visto otra opción, yo nunca he visto algo así, para nosotros es malo porque nos quedamos sin un gran corredor pero el reglamento está para que se cumpla”, determinó Guillén, que insistió en que “de no haber sido expulsado sería un grave precedente, así que lo acatamos. El foco hay que ponerlo en lo que ha ocurrido, si el corredor hubiera seguido en carrera hubiéramos tenido el problema de ese grave precedente”.

El imágenes señalaron a Nibali sin misericordia. La trampa al descubierto. La secuencia que causó la expulsión del corredor siciliano es muy nítida. Remontaba posiciones el italiano cuando el coche de su equipo hizo aparición en escena, situándose en paralelo. Es entonces cuando el corredor italiano, campeón de la Vuelta en 2010, se sujeta al coche y este imprime mayor velocidad para remolcar a su jefe de filas y lograr que este alcanzase el grupo cabecero antes de que comenzase el ascenso a Caminito del Rey, donde concluía la etapa que ganó Esteban Chaves (Orica). Nibali entró en meta con un minuto de retraso respecto a los favoritos. En esos momentos no se conocía la lamentable maniobra del corredor, cuyo prestigio ha quedado en entredicho. “Ha sido una decisión difícil”, matizó Valcic, antes de subrayar que frente a la contundencia de las imágenes era “complicado no tomar otra decisión”. En la reunión donde se decidió la expulsión del siciliano por las malas artes que empleó para remontar estuvo presente la dirección deportiva del Astana. Desde el equipo kazajo, a través del director Stefano Zanini, trataron de evitar la sanción y pidieron un castigo de diez minutos.

Una infracción semejante a la de Vincenzo Nibali, cuyo expediente queda seriamente manchado, con el mismo resultado sucedió en el Tour de Francia 2014. La acción la protagonizó José Joaquín Rojas, del Movistar, quien se agarró “de forma prolongada” al segundo coche del equipo y se refugió detrás del mismo en el descenso del Tourmalet. Además de su expulsión, el ciclista fue multado con 200 francos suizos. La misma sanción fue impuesta al coche del segundo director del Movistar, Txente García Acosta, que también fue excluido definitivamente de la carrera. En la pasada edición de la carrera francesa, Eduardo Sepúlveda, líder del Bretagn, también fue descalificado por montarse momentáneamente en el coche del Ag2r.

gran triunfo de chaves La expulsión de Nibali por la flagrante trampa eclipsó la bella victoria de Esteban Chaves, nuevo líder de la Vuelta. El colombiano venció en el Caminito del Rey, un paraje inédito para el ciclismo. Neil Stephens, director del Orica, se acercó en mayo para reconocer aquel escarpado sendero. Grabó el recorrido en vídeo y en la memoria, el disco duro del ser humano. Después invocó a la tradición oral. Se lo contó a los muchachos de su equipo, que miraron aquella ascensión desconocida. Un puerto corto, bronco, estrecho, con enérgicas rampas, tallado en el microondas. En la subida que era clandestina se mostró mejor que nadie Esteban Chaves, un colombiano que estuvo apagado en febrero del 2013 tras una estremecedora caída el Trofeo Laigueglia. “No me acuerdo de nada, gracias a Dios”, decía el Chavito a DEIA durante la Vuelta al País Vasco, cuando la sonrisa había vuelto a dibujarle el rostro. “En el brazo he recuperado el 80% de la movilidad y ya no irá a más”. Agarrado a ese brazo, a su historia de superación, empuñó el cielo abierto para festejar el triunfo tras una demoledora ascensión en la que nadie pudo rastrearle. Chaves dinamitó a todos en un día sin apenas diferencias entre los favoritos, salvo para Nibali, que optó por la trampa y fue expulsado.