Eibar - ¿Qué recuerdos tiene del día en el que consiguió el récord de España de 100 metros libres?

-Era la primera prueba del Europeo. Yo me encontraba fuerte, pero no sabía que sensaciones tendría hasta entrar al agua. Al lado, estaba un nadador de Polonia con el que suelo entrenar en Madrid y que es muy bueno; por eso, sabía que si me enganchaba a él era marcón. Fui allí, a lo loco, me encontré bien, pude aguantar, vi el tiempo y 49,25; récord de España. “Markel, lo has hecho”, pensé. Estaba flipando, pero no podía celebrarlo porque era un relevo y quedaban tres personas más.

Un día redondo para usted.

-Así es. Récord de España en individual, bajé medio segundo mi tiempo, récord de España en relevo, nos metemos en la final? estaba todo hecho ya desde el primer día.

Ha pasado un tiempo desde aquella carrera, ¿cómo se encuentra ahora?

-Bien, porque los objetivos se han cumplido por mucho. He disfrutado y he ganado experiencia, que también es importante. No me imaginaba batir el récord de España y ahora que lo he hecho, ¿por qué no hacer otras cosas que no me espero?

¿Dónde está su límite?

-El récord de España es algo que he hecho y en verdad no sé lo que puedo hacer este año. Teniendo esta marca tengo que intentar bajar a 48, pero no sé si lo voy a conseguir o no. Sé que hay gente detrás y lo único que quiero es estar delante en España para poder optar a relevos y mejorar mis tiempos.

¿Se ve capaz de bajar de la barrera de los 49 segundos?

-Tengo que creer que puedo bajar a 48. El objetivo de este año era bajar de 50 y lo he hecho siete u ocho veces. Cada prueba la vemos en vídeo mil veces y tengo mucho que mejorar. Tengo un año entero y estoy obligado a intentarlo.

Va a un ritmo de segundo por año.

-Otro segundo más no puedo bajar, porque si bajo otro segundo es una final olímpica y puestos de adelante. Si rebajó 4 décimas es 48,8 y eso ya es casi una final. Estamos hablando de unas cosas que yo mismo estoy flipando. 48 estaba para mí muy lejos hace dos años, en ese momento yo intentaba entrar en la final del Open de España y disfrutar de ella. Luego, he ido mejorando y ahora estoy en 49,2.

¿Cuándo comenzó su explosión definitiva?

-El año pasado tuve la suerte de ir al Mundial y entré en ese mundillo, en el de la selección. Un paso más, ahora lo difícil es aguantar ahí. En el relevo del Mundial de Barcelona, probé esa experiencia por primera vez y ahora tengo que intentar engancharme ahí y no salir.

Aun así, es un nadador que ha aparecido tarde en escena.

-Yo he explotado muy tarde. Empecé porque me gustaba entrenar, estar con la gente y el ambiente, pero no era bueno, ni mucho menos. Muy poco a poco, he ido subiendo. No he estado siempre arriba, yo he tenido un montón de referentes, gente a la que superar, pero siempre he ido progresando. Y en estas dos temporadas he bajado dos segundos, que es una locura. Hace dos años tenia 51,2 y ahora 49,2.

¿A qué se debe esta constante mejoría?

-Trabajo. No le pongo otra explicación. Antes era un hobby, luego fui a Donosti y se convirtió en algo más serio, en Madrid un poco más? también a la confianza, he ido progresando, haciendo cosas que no me esperaba y confiando más en mí mismo.

Y ahora es el líder de la selección, tal y cómo se dijo durante la retransmisión de la semifinal del 4x100 libres.

-No sé si es así, he visto mil veces cada prueba y mi madre siempre me ha dicho que los resultados están muy bien, pero que el que retransmitía o el entrenador diga esas cosas de mí es lo más bonito. Con lo que dicen estoy de acuerdo con que soy trabajador, porque lo que he conseguido ha sido a base de esfuerzos. ¿Líder? Yo intento ayudar a la gente cuando puedo y ya está. Además, trato de ser positivo y transmitirlo a la gente.

¿Cómo ve a sus compañeros de equipo de cara al futuro?

-Viene más gente joven y este año vamos a ser muchos velocistas en la Blume. Mucha gente del 95, 96... que en dos años pueden estar muy bien y en Tokio más. A mí me pilla muy lejos eso, pero la gente viene muy fuerte. Yo pienso que si seguimos así, cada vez con más competitividad, al final tiene que salir algo muy bonito.

Pero todavía les falta para llegar al nivel de las mujeres.

-En España las chicas son mucho mejores y siempre sacan medallas. En chicos, se decía que no había nivel, que no había velocistas, pero al final hemos demostrado que, no al nivel de ellas, pero sí que hay velocistas. Los hermanos Ortiz-Cañavate también han hecho buenos tiempos y, vale que no seamos Mireia Belmonte o Duane da Rocha, pero vamos mejorando poco a poco. Aun así, a mí no me preocupa. Me alegro mucho por las chicas, pero no es mi caso. Si pienso que esta es subcampeona olímpica y yo también tengo que serlo, no llego a ningún sitio. Yo tengo que ir poco a poco en lo mío.

¿Los Juegos Olímpicos de Río están entre esos objetivos?

-Quiero estar ahí. Lo que pienso ahora es seguir dos años más, seguir mejorando y disfrutando, si puedo ir a Río muy bien y si no lo he intentado, no voy a esperar cuatro años más. Si voy seria una locura y si no, vuelvo a Eibar. Seguiría nadando, pero más tranquilamente, con otra vida.

¿Siente la presión por estar en Brasil?

-Lo tengo en mente pero no estoy obsesionado. La natación no solo me da el poder ir a unos Juegos, yo estoy disfrutando ya de la natación. Si consigo eso es un premio enorme y si no, pues nada. La gente dice que está sacrificando un montón de cosas y si no va a los Juegos es un fracaso. Yo no opino así. Estoy sacrificando muchas cosas y si voy sería la mejor experiencia de mi vida seguramente, pero me quedo con que he ganado otras muchas cosas.

¿En la Blume ha visto ese tipo de obsesión?

-Yo hablo con compañeros y, por ejemplo, no estudian. Yo les pregunto a ver si van a empezar algo y ellos me dicen que no, que hasta Río cien por cien natación. Yo quiero sacar la carrera y estar por Madrid haciendo otras cosas. Creo que el buen camino es ese. Disfrutar día a día y no pensar exclusivamente en la natación.

Además, siempre viene bien tener estudios al terminar la carrera.

-De la natación se puede vivir de las ayudas que dan, por ejemplo, BAT Basque Team. Pero cuando baje mi nivel no tendré ayudas y cuando lo deje menos. Pero aparte de eso, día a día es mejor hacer otras cosas antes que obsesionarte.