Djokovic reina otra vez en Roma

Nadal633

Djokovic466

bilbao - Novak Djokovic salió reforzado del Foro Itálico de Roma y con su tercer título en el Masters 1000 del año. El jugador serbio derrotó a Rafa Nadal en el 41º duelo entre ambos, en el cuarto de forma consecutiva y presentó su seria candidatura a Roland Garros, el único Grand Slam que le falta en su brillantísimo palmarés. La final estaba igualada mediado el tercer set después de que los dos jugadores se hubieran alternado en el dominio. El balear se había rehecho a un adverso 3-1 y sacaba para tomar de nuevo ventaja en un momento clave, pero Djokovic disputó tres juegos finales perfectos en ejecución y determinación ante un Nadal ya justo de fuerzas tras los maratones que ha tenido que afrontar durante toda la semana y que le dejaron sin esa chispa que necesitaba para definir un duelo de nuevo de muchos quilates.

Ya había dicho Rafa Nadal que para ganar al balcánico tenía que jugar un partido perfecto de principio a fin, pero no fue así. El caso es que el número 1 del mundo empezó bien, con un 4-1 gracias a dos roturas de servicio que castigaron la escasa mordiente inicial de Djokovic, muy fallón y con poca movilidad. No obstante, el tenista serbio reaccionó y fue a más, pero no lo suficiente para impedir que Nadal, después de recuperarse de un 0-40 con su servicio en el octavo juego, se anotara el primer set y le pusiera la final cuesta arriba.

El de Belgrado ya había pasado por esta situación a lo largo del torneo, sin ir más lejos en las semifinales ante Milos Raonic, y tuvo claro que debía arriesgar y para ello cuenta con un enorme repertorio, sobre todo cuando se pone encima de la pelota. Lo que antes fueron errores se convirtieron en golpes ganadores que besaban las líneas, de derecha y de revés, ante los que Nadal, débil en el segundo servicio, no pudo hacer nada sino ceder el segundo parcial sin discusión.

arrinconado La tónica se mantuvo durante el resto del partido, con el de Manacor defendiéndose como gato panza arriba sin poder pisar la línea de fondo más que en contadas ocasiones. Nadal trató de buscar otros recursos en la red porque la mayoría de los intercambios caían del lado de Djokovic. La rotura inicial del balcánico en el tercer set fue determinante porque le dio tranquilidad, por más que el balear lanzara su canto del cisne para igualar. No había lugar de nuevo a la épica y Novak Djokovic se lanzó como un poseso con doce de los últimos catorce puntos a su favor para anotarse su tercer triunfo en Roma, que cerró con un dato explicativo: 46 golpes ganadores por solo 15 de su entregado rival.

Como se esperaba, el serbio dedicó su victoria a sus compatriotas que están sufriendo por unas terribles inundaciones y también a sus vecinos de Croacia y Bosnia-Herzegovina De hecho, donará los 540.000 euros de su premio para ayudar a los damnificados. En cuanto a la final, declaró que "jugar contra Rafa siempre es un placer y son partidos increíbles".

Por su parte, el derrotado felicitó a Djokovic por haber ganado "uno de los torneos más bonitos del mundo" y aseguró que volverá a estar presente en la próxima edición: "Este es un torneo muy especial para todos los jugadores. Ha sido una semana dura, con muchas horas en el campo. Termino jugando mejor que al principio y eso es positivo", concluyó Nadal, que por primera vez desde 2004 llegará a Roland Garros con tres derrotas en la campaña de tierra batida.

Además, su ventaja en la cima del ranking mundial ha quedado reducida a 650 puntos, lo que puede suponer perderla a manos de Djokovic tras el Grand Slam parisino, que comenzará la próxima semana con un pronóstico más abierto que otros años, aunque está claro que Rafa Nadal no ha dicho su última palabra. Novak Djokovic había sembrado dudas por una lesión en la muñeca que le afectó en Montecarlo y le apartó del Masters 1000 de Madrid, pero su recuperación es un hecho y en el plano psicológico parece haber le tomado la medida otra vez a su máximo rival, pero los duelos entre los dos grandes no admiten apuestas. Puede pasar cualquier cosa.

repite serena En el torneo femenino, Serena Williams revalidó su título tras liquidar con un apabullante 6-3 y 6-0 a Sara Errani, que era la primera tenista italiana que jugaba la final de Roma desde 1983 y que acabó el partido con problemas físicos.