Gonzalez contra Aspe
Se ven hoy en los juzgados tras la demanda del pelotari por "castigo improcedente"
bilbao. "Las relaciones entre las dos partes son desastrosas", decían desde Aspe mediada la feria de San Mateo de Logroño del pasado septiembre. Ya entonces había cristalizado la demanda de Sébastien Gonzalez a su empresa por "castigo improcedente", cuya resolución comenzará a verse hoy de modo más claro tras comparecer en el juzgado de lo social de Eibar, donde se encontrarán en juicio el pelotari y la operadora manista eibartarra. Aquellas declaraciones desde Aspe y la denuncia del zurdo de Azkaine son solo el final del camino de una bola de nieve que ha ido creciendo día a día, en cada situación, desde el Parejas de 2012, cuando el lapurtarra quedó fuera de las quinielas, donde se le situaba casi fijo, en favor de Aritz Lasa.
Sebas llegaba a ese campeonato con la vitola de semifinalista del curso anterior y finalista de 2010, justo después de haberse proclamado campeón del Cuatro y Medio frente a Juan Martínez de Irujo. "Ahora me encuentro bastante mal anímicamente y muy desilusionado. Con este tipo de decisiones te dan ganas de dejar la pelota", declaró a DEIA el manista tras la resolución tomada por Aspe de cara a la competición. También acusó a su empresa de optar por el urretxuarra por preferencias empresariales. Querían "potenciar la asistencia a los frontones de Gipuzkoa y renovar el plantel", según explicó en la entrevista. Pues bien, apartado de la competición y tras remover su no inclusión el panorama pelotazale en Iparralde, que incluso amenazó con boicotear los partidos de Aspe en la zona, Sébastien Gonzalez pidió perdón públicamente por sus declaraciones previas unos días después. "Desde abril lo he pasado mal. Me fracturé un dedo y después he estado todo el verano con el callo abierto", contextualizó el de Azkaine en diciembre del año pasado, antes de agregar que "durante estas últimas semanas previas al Parejas estaba intentando recuperar la forma. Me ha costado mucho y creo que en los últimos partidos lo había conseguido", considerando "un golpe de sangre" sus declaraciones.
'Cláusula Gonzalez' A partir de ese momento, las cosas no fueron mejorando y en el Parejas de 2013 las empresas crearon una norma en el reglamento que en los mentideros manistas se calificó como la cláusula Gonzalez. En ella, las empresas se reservaban el derecho a sustituir a cualquier pelotari del campeonato si el "rendimiento" no era el esperado. Sébastien entró de salida, pero la espada de Damocles pendía sobre su figura en el torneo, que empezó con Aitor Zubieta. En la presentación, Inaxio Errandonea, responsable comercial de Aspe, explicó sobre la norma que "es algo normal, porque hay varios pelotaris suplentes con garantías que podían haber entrado. Esperamos tener esa puerta abierta y no cerrarle el camino a ningún otro manista". El tiempo dio la clave de por qué se nombró fuera de las canchas tal apartado de la legislación como cláusula Gonzalez: solamente fue Sebas el que se vio forzado por su empresa a quedar apartado en favor de Joseba Ezkurdia. Solo duró seis jornadas en el Parejas, en las que ganó solo un choque.
Después de ser eliminado en la carrera por el torneo de binomios de un plumazo, todo se precipitó con la comparecencia para el Manomanista de este curso. Gonzalez no estuvo en la presentación ni en la elección de material; más tarde tampoco se presentó al partido, suspendiendo el encuentro a última hora por una lesión en un dedo del pie. Ya desde el primer momento Jorge Vidarte puso en tela de juicio, ante las cámaras y micrófonos de ETB-1 la gravedad del problema de Sebas. Así, una semana más tarde, Fernando Vidarte, Errandonea y el abogado de la empresa se reunieron con Gonzalez para sancionarle con dos meses de empleo y sueldo. La razón, su "falta de profesionalidad", pues estaba a "500 ó 600 kilómetros del frontón el mismo día del encuentro" -el sábado 4 de mayo jugaba frente a Mikel Urrutikoetxea en Iruñea-. La justificación del lapurtarra es que estaba "junto a un familiar enfermo".
La cosa quedo ahí y Sebas estuvo fuera de las canchas desde el 22 de mayo al 22 de julio. Al regresar confesó a DEIA que "me toca empezar otra vez" y apostilló que la lesión "ha sido un golpe muy duro, pero qué vas a hacer, son cosas que pasan. (...) Puedo decir que he llevado todos los justificantes por mi parte y ellos me han castigado".
Antes de San Mateo llegó la demanda a las oficinas de Aspe al considerar "improcedente" ese castigo. Hoy, pelotari y empresa se ven en los juzgados.