"Vi a Son Goku... y funcionó"
La actitud feroz de Nadal sorprendió a Toni, preocupado por cómo dejó el parón a su sobrino, que recurrió a los dibujos para serenarse y dormir
BILBAO. Primero se presenta como un artista marcial con cola y fuerza sobrehumana y más tarde la historia de Bola de Dragón revela que se trata de un extraterrestre de la raza ficticia Saiyajin. No es más que un personaje animado, Son Goku, pero también fue la distracción de Nadal poco después de enfurecerse con la lluvia y la reacción de Djokovic. De hecho, el balear reconoció ayer que a ello se dedicó antes de conciliar el sueño y reponer fuerzas la noche del domingo. "Me dormí sobre las doce mirando capítulos de Son Goku, no tenía nada más para ver. Aunque me los he visto tres veces... funcionó". En verdad, lo pasó mal, admite el propio Toni. "No lo veía nada claro, no le sentía motivado. Me ha sorprendido lo fuerte que ha saltado hoy (por ayer). Cenó solo en su habitación porque no quería saber nada de nadie", desveló su preparador.
Fueron momentos ahogados en la ansiedad y los nervios de rigor. Primero presenció por el televisor desde el vestuario el partido de España en la Eurocopa y después Nadal se introdujo en su mundo particular. "Vi el empate, no el gol de Italia. Ni quise repasar mi partido, ni nada de prensa. Un pelín el telediario y, si soy sincero, estaba viendo una serie, que la terminé el sábado. Rara vez en mí, no tenía series ni películas. Me dormí con Son Goku", su serie preferida de niño, confesó. Le dio la fuerza necesaria. Volvió y venció. Tras arrodillarse y consolar a su rival, la primera reacción fue acudir al tendido para fundirse en abrazos con sus familiares y círculo más íntimo, y con su amigo Pau Gasol, el gesto más emotivo de todos. Luego prometió que "siempre hay sitio para un nuevo Roland Garros" en 2013.
También destacó que enfrentarse a Djokovic por primera vez en la final en su cancha predilecta le suponía un gran desafío: "Disfruté la final. Sufrí, pero la disfruté. Nunca sabes si volverás a ganar. Estuve jugando este partido desde el viernes por la tarde, cuando gané a David Ferrer. Perder la cuarta seguida -ante Nole- hubiera sido duro para mí porque sentía que podía que ganarla. Las oportunidades pasan y aprovecharlas es lo que cambia los números en tu carrera". "¿Cuántos años seguiré jugando aquí? Es imposible predecir el futuro", dijo el balear, que hoy, 24 horas después de morder su séptima Copa de los Mosqueteros, estará ya en Halle (Alemania).
el consuelo de 'nole' Por su parte, Djokovic se consoló con plantarse en la final. "Podría haber perdido fácilmente el partido en cuarta ronda frente a Seppi o incluso más ante Tsonga, pero logré llegar a la final por primera vez en mi carrera y debería estar feliz por esto. Las condiciones del domingo eran realmente malas, pero los que toman las decisiones saben lo que es bueno o no para los jugadores", relató, al tiempo que lamentó haber retomado el duelo "algo lento. Él comenzó realmente fuerte. Tuve mala fortuna en el primer juego y las cosas cambiaron". "Somos jóvenes, hemos jugado más de treinta veces entre nosotros y espero que tengamos más batallas en el futuro. Ganarle en tierra es muy complicado. Me ha derrotado en tres finales consecutivas en tierra batida y es algo difícil de encajar". Quizás le faltó ver a Son Goku.