Indurain: "Dejé de ganar más cosas de las que gané"
Han pasado quince años desde que anunciara su retirada y Miguel Indurain apenas ha variado su pose ante la vida, que continúa siendo pausada y humilde como muestra al hablar de la Vuelta que le homenajea con la salida en Iruñea, su pasado ciclista y su visión del ciclismo actual
Iruñea. "Lo bueno de que pase el tiempo es seguir contándolo", viene a decir Miguel Indurain, que pase el tiempo que pase, toda una vida o más, sigue ejerciendo un poder magnético tan impresionante que cuando acaba la presentación de la Vuelta 2012 en el Baluarte de Iruñea en la que hace de maestro de ceremonias, su rueda es la más buscada. Plantado frente a las libretas de hojas blancas que esperan el beso de la tinta, habla con la misma indiferencia que cuando corría en bicicleta, como si no fuera el gran Indurain, como si solo fuera Miguel, el chico que pensaba dedicarse al campo. Hasta la sola mención de que la Vuelta que arranca el 18 de agosto en Iruñea puede entenderse como un homenaje a su figura parece incomodarle tanto como cuando le recuerdan alguna fecha señalada: los 15 años de su retirada (enero de 1996) o los 20 de su primer doblete Giro-Tour (1992).
La salida de la Vuelta en Iruñea cuando se cumplen 15 años de su retirada no puede entenderse de otra forma que no sea la de un homenaje a Indurain.
¿A mí? No. El homenaje es a Pamplona, a Navarra, una tierra de mucha tradición ciclista que va a tener la oportunidad de ver de cerca a los mejores corredores del mundo. Eso es lo importante, no los homenajes, aunque es bonito que la carrera haya decidido pasar por la puerta de casa.
Usted nunca ganó la Vuelta.
No. La corrí siete veces e hice segundo en una (1991, tras Mauri), pero creo que aún soy el maillot amarillo más joven de la historia (1985, con 20 años).
¿Le pesó alguna vez?
¿No ganar la Vuelta? No, hombre. Tampoco gané otras cosas. El Mundial de ruta, las clásicas... En realidad, dejé de ganar más cosas de las que gané.
¿Podría usted con esta Vuelta tan nerviosa y dura?
Sería difícil. No es un recorrido para mí. En tres palabras, diría que es una Vuelta diferente, nerviosa y montañosa. Es dura, bonita para ir en coche. Es lo que el aficionado pide ahora.
¿Eso ha cambiado comparándolo con su época?
Ha cambiado el ciclismo en general. Ahora es más global. Se corre en otros países, lo practica otra gente e incluso el tipo de patrocinadores es distinto. Pero la forma de correr es la misma, nunca cambia.
¿El ciclismo interesa menos?
Creo que la afición sigue respondiendo. Lo que pasa es que la competencia es mayor. Hay mucho deporte en la tele y todo no se puede ver.
¿Usted mantiene la atención?
Sí, sigo las carreras. Me gusta.
¿Le atrae algún corredor?
Sigo a todos y de todos admiro algo, pero me gustan más los ciclistas de fuerza.
¿Y Contador?
Ahora no hay un dominador claro de la temporada ciclista. Cada uno manda en su especialidad y Alberto domina las grandes. Pero lo hace de manera diferente a mí. Somos distintos.
Si el TAS falla en su contra...
Este asunto no es bueno para ciclismo. A ver si se arregla. Y pronto. Es una historia difícil que se está alargando demasiado.
Contador es el último ciclista que ha ganado dos grandes el mismo año (Giro y Vuelta de 2008). ¿Se puede repetir un doblete teniendo el Tour como objetivo prioritario?
No me puedo meter en la planificación de la temporada que hacen los corredores, pero si se calcula bien... Por ejemplo, Juanjo Cobo ha dicho que va a hacer Tour y Vuelta y para ello va a plantear una temporada en la que va a tomárselo con calma al principio para hacer todo el ciclo seguido al final de año, entre julio y septiembre. De todas maneras, cada vez la cosa se complica más porque el calendario se va comprimiendo, hay menos de un mes entre el Tour y la Vuelta y, además, cada vez salen más eventos y carreras lejos de Europa, hay que hacer viajes más largos...
Se cumplen ahora 15 años de su retirada y 20 de su primer doblete Giro-Tour.
¿Veinte? Sí, 1992. De aquel Giro recuerdo bien la llegada a Milán vestido de rosa. Fue una carrera difícil y una pelea bonita con los italianos. Guardo buenos recuerdos y grandes amigos de Italia porque casi todos mis patrocinadores eran de allí.
Hace 20 años no había nacido su primer hijo, Miguel, que ahora, con 16, corre en bicicleta. ¿Le gusta que lo haga?
Lo único importante es que disfrute y se lo pase bien con los amigos. Más adelante, ya veremos.