bilbao. La clásica internacional cicloturista Bilbao-Bilbao ya calienta motores. En su vigésimo tercera edición prevé reunir la importante cifra de 7.000 participantes que, a base de esfuerzo y sudor, intentarán completar los 116 kilómetros que conforman el recorrido de este año.
Con una "salida a la carta", como la definió Javier Iturbe, una de las caras visibles de esta Bilbao-Bilbao, la organización facilita la opción de que sea el propio participante quien decida cuándo comenzar la carrera. El domingo, de 8.00 a 9.00 horas, en función de la preparación física de cada uno, los cicloturistas iniciarán la prueba en intervalos de quince minutos, con una única obligación: finalizar en torno a las 12.37 horas, los más veloces, y las 13.45, los menos preparados. De esta forma, la prueba mantendrá la misma esencia desde sus inicios ya que uno de los principales objetivos es huir de la competición. Muestra de ello es la entrega de un trofeo a todos aquellos que logren finalizar el circuito, independientemente del puesto en el que hayan cruzado la meta. Una propuesta que la organización mantiene desde la primera edición y que convierte a la primera prueba de la temporada cicloturista en una auténtica fiesta.
El recorrido se mantiene fiel a los de la últimas ediciones, avalados por las carreteras que ofrecen mayor seguridad a los ciclistas, aunque con pequeñas variaciones. Tras la tradicional salida desde la Gran Vía bilbaina, la trayectoria varía en Urduliz donde, tras rodar hasta la cima de Unbe, los ciclistas llanearán hacia el Parque Tecnológico de Zamudio, escogido como zona de avituallamiento una vez más. Derio, por su parte, también se convierte en localidad novedosa en el paso de la comitiva hacia Larrakoetxea, el segundo pico del trayecto, en un intento de la organización por hacer más seria y vertical la subida a Lauro.
Pero el cambio más importante es la inclusión de Maruri en el recorrido, una zona llena de altibajos que los ciclistas deberán superar para llegar a Mungia, y continuar con la ruta clásica. Aretxabalgane, convertido en el puerto mítico de la Bilbao-Bilbao, será de nuevo la cima de esta carrera y la principal causa de abandono para aquellos que no acudan en plenitud de condiciones a la prueba.
Estrella sobre ruedas La Bilbao-Bilbao atrae, cada vez más, a gente de todas las esferas. En esta ocasión, Anne Igartiburu será el principal foco de atención de esta edición ya que la presentadora, animada por su padre, y tras participar en el último maratón de Nueva York, ha asegurado su presencia en la carrera mediante la inscripción necesaria. Todo un aliciente para aquellos que aún no tienen clara su asistencia.