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Un sms hacia la gloria

Juan Martínez de Irujo y Abel Barriola apartan material "sin problemas" para la final en el Atano III

Un sms hacia la gloriaJAVI COLMENERO

En Leitza, cuando el invierno pegaba fuerte, a las puertas de Navidad, primera semana de diciembre, hace más de un año, Abel Barriola estaba sentado en su casa. Una grave lesión le tenía apartado del juego profesional, después vendrían las complicaciones que le impidieron volver a las canchas. En Donostia, con el Atano como testigo Sébastien Gonzalez y Juan Martínez de Irujo, mientras tanto, se enzarzaban en una lucha sin cuartel por la txapela. El lapurtarra, con una reacción de percherón, levantó un 10-2 en contra y acabó llevándose el entorchado. En el desarrollo del encuentro, Barriola recibió un mensaje en el móvil. "No pensaba el año pasado en que iba a estar aquí. Pero me acuerdo que dos amigos me mandaron un mensaje diciéndome que el año siguiente yo estaría en la final del Cuatro y Medio. Eso lo tengo bien grabado", admitió ayer el zaguero. Y es que en Leitza -cuna de deportistas de primer nivel, Mikel Nieve, en ciclismo; Iñaki Perurena, Saralegi, Astibia y Garciarena, en herri kirolak; o el propio Abel y la saga de los Bengoetxea, en pelota- se sabe mucho de las vicisitudes de la mano y de las verdades del frontón. En ocasiones "demasiado", como rezó Barriola entre risas. "La gente te lo dice con toda su buena intención, queriendo dar su apoyo, y no puedo decir que me cuentan porque cada uno me dice una cosa totalmente diferente. Uno te dice que juegues de una manera y otro que juegues de otra forma totalmente distinta. Cada uno tiene sus ideas", remató Barriola, que ayer se presentó en la elección de material acompañado por su socio en estas lides, Jexux Buldain, y Jaunarena, contra quien jugó durante media hora después de apartar los cueros.

"Mis amigos siempre apuestan por mí, y piensan como yo, que lo tengo difícil pero que puedo ganar", admitió el zaguero leitzarra, quien apostilla que "ellos ya saben que no me gusta hablar de pelota entre amigos y, además, los amigos suelen ser los mejores porque te dicen la verdad, para lo bueno y lo malo. No son técnicos de momento, pero bueno, una vez acabe el partido ya empezaran también: esto lo has hecho bien, aquello mal". Se rió entonces Abel, con un perfil diferente, destensionado, tranquilo, en un bálsamo, todo ello tras agotar casi por completo el tiempo reglamentario para elegir los cueros que sacará en la final del domingo. "La primera la he elegido bastante pronto y la segunda pelota me ha costado, buscaba una pelota que anduviera por abajo y al mismo tiempo saliera de frontis. No encontraba exactamente lo que quería, pero al final he seleccionado una segunda pelota bonita. Estoy satisfecho con el material", espetó.

Juan Martínez de Irujo, en la misma situación, con el tiempo casi agotado, con el cronómetro de Juan Mari Juaristi ardiendo, seleccionó sus armas en "catorce minutos, dentro de lo reglamentario", según formuló el propio campeón manomanista, de los quince disponibles para elegir el material. "Las de Juan tienen poca salida de frontis. No son vivas y salen mucho de suelo. Imagino que él querrá buscar el aire y que le haga el menor daño a bote. Cuando estás defendiendo, el que defiende a bote puede defender más fácilmente ese material. Mientras que cuando sale de aire es más complicado. A nada que coges de ángulo se va a la contracancha", desgranó su contrincante.

tensión y nervios Las horas continúan pasando, impertérritas, hasta la cita con el destino de ambos. La tensión, los nervios, mientras, siguen creciendo. "Vienes más tranquilo. Pero hoy -por ayer- es jueves y de aquí al partido hay tres días. Lo importante es cuando saltas a la cancha y cuando venga el saque y te toque restar, que no te tiemblen las piernas. Son muy difíciles de controlar y si salen, adiós", manifestó el manista de Ibero, que acotó que "cuantas más finales juegas, igual tienes más nervios. Tienes ocho txapelas y quieres la novena como sea. Las finales son para ganarlas y no te acostumbras a estos partidos". Lo confirma Abel, que pese al vaivén de los minutos, se muestra sosegado. "De la tensión, de momento, estoy bien. Estoy tranquilo en el día a día. Hemos acabado el trabajo, quedan dos días y como es normal vendrán más nervios", añadió Barriola.

tácticas de juego Con la inminencia de la txapela, con 150 personas en el Atano, solamente para presenciar la selección de cueros del cestaño presentado por Juan Mari Juaristi, las tácticas, como predicen los amigos de Barriola, afloran, efervescentes. "Yo creo que voy a salir a hacer mi juego y a plantearlo como tengo pensado. Irujo es un pelotari contra el que tienes que defender muchas veces y tienes que improvisar. Además, he visto un Atano muy exigente y, conforme pasan los años, se pone cada vez más exigente el suelo", propone el manista de Leitza, que tiene claro que para vencer debe "estar al cien por cien. El domingo vendré a hacer 22 tantos".

Asimismo, Juan Martínez de Irujo señaló que "si no arriesgo, no gano, eso lo tengo bien claro. Peloteando, en el cinco y el seis, Abel está muy cómodo. Él, también, si no se la juega cuando tenga la oportunidad, no ganará el partido. Si arriesgas y fallas, mala suerte; unos días entra y otros, no. Esperemos que el domingo sea de los días afortunados y que el punto de mira esté enfocado", afirmó el delantero iberoarra.

"La gente está con ganas. Es una fiesta, uno de los tres días grandes que tiene la pelota. El domingo es la final del Cuatro y Medio y la gente viene a disfrutar, desde la mañana incluso", finalizó el campeón manomanista, que ya sabe del ambiente que se monta alrededor de una cita como la que acontece el domingo.

Para empezar, el dinero saldrá 100 a 50 o 60 en favor de Irujo, que para la cátedra parte como favorito. "No me preocupa contra quién juego, sino mi juego, y sobre todo porque ese es el camino: jugar suelto, libre, valiente y con decisión", concluyó Barriola. Un año después de aquel sms, vidente, el leitzarra y el de Ibero se citan para la gloria.