El rigor del contable

bilbao. A Iñaki Goikoetxea, campeonísimo mundial -siete coronas descansan en su enciclopédica vitrina-, algo así como un mito del que cuelga un cestaño de mimbre, le persiguen en virtud de su jerarquía los duelos de tez gris, de trazo burocrático que abundan en las primeras rondas por su indudable ascendente. En Gernika, en su debut en el Mundial Individual, ante el entusiasta Erkiaga, Iñaki resolvió el trámite doblando a su retador (30-15) sin alharacas, de forma aseada, sin estruendo, parapetado por la eficiencia, la solvencia y el rigor de los contables que jamás conocieron la quimérica alquimia -la conversión de metales sin valor en oro- o la ingeniería financiera, esa modalidad que muestra orgullosa, con la cresta elevada, balances positivos, sacas repletas de dinero imaginario donde el única moneda que empapelan las cuentas son los billetes de Monopoly.

El zumaiarra no se dejó embaucar por el trazo de un partido al que le faltaba rango porque sabe de los peligros que generan esa clase de choques a los que a priori les escasea la musculatura y por eso mandó un mensaje claro en cuanto la contienda amaneció en el templo gernikarra. Con una pelota viva como aliada sacó a relucir la potencia de fuego de su cañón ante Erkiaga y se plantó en un nítido 12-4. El valeroso delantero de Ispaster no se abandonó y con un cuero de menor brío arañó la desventaja hasta situarse a dos palmos de Goikoetxea: 12-10. Entonces, el heptacampeón aceleró nuevamente con una tacada de 10 tantos (22-10) que cerró cualquier debate. Una vez resuelto favorablemente el debut en la competición, Iñaki Goikoetxea se enfrentará a Lander el próximo viernes en la Uni de Markina (22.30 horas), mientras que Egiguren II y López se medirán entre sí un día después (19.30 horas) en el Carmelo Balda donostiarra.