Motor gripado
El Bizkaia BB cae en Donostia víctima de sus errores cuando pudo romper el encuentro
Donostia. En el partido aplazado hace un mes después de que el virus de la Gripe A entrara en su vestuario para dejar fuera de juego a cuatro jugadores, al Bizkaia Bilbao Basket se le gripó el motor en su visita a tierras donostiarras. Le faltaron varias decenas de caballos de potencia en lo que a intensidad, concentración y acierto se refiere cada vez que tuvo la oportunidad de asestar el golpe de gracia a un Lagun Aro Gipuzkoa Basket al que no le hizo falta jugar un extraordinario encuentro para llevarse el duelo. Le bastó con que los hombres de negro no atinaran en los momentos de la verdad, en esos en los que hay que poner toda la carne en el asador, en los que el acierto y el fallo acaban por decantar un resultado.
Ocurrió en el tercer cuarto, cuando después de verse casi todo el partido por detrás en el luminoso pasó a dominarlo tras un arrebato anotador de Alex Mumbrú. Fue entonces cuando los visitantes tuvieron la oportunidad de tumbar a un Lagun Aro GBC titubeante que, por momentos, había perdido el rumbo en cancha, pero no supo hacerlo. Con el 47-48, falló infinidad de ataques de todos los colores (hasta seis jugadores lo intentaron sin fortuna) y durante seis minutos y medio sólo sumó mediante un contragolpe de Javi Rodríguez. El equipo local, como no puede ser de otra manera, agradeció el favor y volvió a hacerse con el timón. Algo parecido aconteció en el último acto, cuando el renacido Paco Vázquez lideró otro arreón de los visitantes para colocarles en ventaja. Otra serie de fallos condenaron la contienda a un final agónico en el que los de Pablo Laso estuvieron más atinados.
Los números sirven en este caso para explicar gran parte de la derrota. Mientras que el Lagun Aro GBC obtuvo un colosal 81% en tiros de dos puntos (sólo falló cinco), los bilbainos se quedaron en un 47%. Lo de los tiros libres también tuvo lo suyo, ya que los anfitriones lanzaron un total de 27, por ocho de los de Txus Vidorreta, que sólo brillaron en los lanzamientos de tres puntos de la mano de Vázquez y Markota. La defensa no estuvo esta vez a la altura de compromisos anteriores y dejó que los locales anotaran con fluidez, con cinco jugadores en dobles dígitos. Y ya se sabe lo que ocurre con el Bizkaia BB cuando la retaguardia no carbura al nivel deseable.
La contienda arrancó con ambos equipos titubeantes, pero los ataques no tardaron en ganarle el terreno a las defensas a base de dentelladas. El Bizkaia BB fue el primero en pegar gracias a su eficacia en el tiro exterior (triples de Seibutis y Markota), pero los de Laso no se quedaron en absoluto rezagados. Compensaron sus imprecisiones iniciales (cinco pérdidas de balón) con un excelente porcentaje en el lanzamiento (10 de 11 en tiros de dos) y del 18-22 que campeaba en el luminoso tras un triple de Moiso se pasó a un 28-24 al término del acto inicial con los hombres de negro sin llegar a hacer gala de la intensidad que requería el duelo.
Tampoco mejoraron las cosas en exceso en el arranque del segundo cuarto, ya que con Moiso como única vía para sumar puntos los guipuzcoanos amasaron una cómoda renta de siete puntos (37-30) superando en todo momento el planteamiento defensivo del rival. Tuvo que salir Paco Vázquez del banquillo para que la vía de agua no fuera a más. Siguiendo la estela del partido ante el Dínamo San Petersburgo, el ibicenco conectó dos triples seguidos que estrecharon la renta (37-36). En esos compases de partido, los hombres de negro tuvieron varias oportunidades para nivelar la balanza, pero entre pérdidas y rebotes ofensivos concedidos vieron como la contienda alcanzaba su ecuador con un adverso 45-40 en el marcador.
Un mate de Barbour remontando la línea de fondo complicó todavía más las cosas para el Bizkaia BB, pero fue entonces cuando surgieron Banic y, sobre todo, Mumbrú para firmar un parcial de 0-8 que devolvía el control del marcador a los pupilos de Vidorreta, pero ocurrió que cuando el Lagun Aro GBC se tambaleaba y los visitantes tenían la oportunidad de amasar una buena ventaja su motor se quedó gripado. El ataque se enredó, varios tiros se salieron de dentro y el Lagun Aro GBC volvió a hacerse con el control del partido de la mano del entonado Panko (63-58 a diez minutos del final).
Tuvieron que ser el omnipresente Vázquez y Guardia los que volvieran a equilibrar la balanza en el acto final. Sus triples volvieron a dar ventaja al Bizkaia BB (70-72) a tres minutos del bocinazo final, pero una vez más la maquinaria se quedó trastabillada. Doblas hizo más daño del deseable en la pintura y en las filas visitantes tuvo que ser Mumbrú el que asumiera el liderato. El alero catalán se vio sólo contra el mundo y pese a volver a dibujar un empate a 76 acabó perdiendo pie en el intercambio de canastas, donde el Lagun Aro GBC supo tener el pulso más templado para, de la mano de Panko e Ignerski, sus principales activos (22 y 17 puntos respectivamente) acabar llevándose el gato al agua.