La importante ampliación que se está llevando a cabo en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, que permanece abierto, ha propiciado que un importante conjunto de obras maestras de su colección pueda ser disfrutado por el público de Sevilla. Esta mañana, se ha inaugurado en la ciudad hispalense la exposición Del Greco a Zuloaga. Obras maestras del arte español en el Museo de Bellas Artes de Bilbao, una selección de 26 pinturas y dos esculturas representativa de la calidad del fondo de obras de la escuela española que conserva el museo de Bilbao. La nómina de artistas incluye nombres tan relevantes como Alonso Sánchez Coello, El Greco, Juan Pantoja de la Cruz, Pedro Orrente, Francisco de Herrera el Viejo, Francisco de Zurbarán, Bartolomé Esteban Murillo, Juan de Arellano, Claudio Coello, Luis Meléndez, Luis Paret, Francisco de Goya, Vicente López o Ignacio Zuloaga, entre otros. Como novedad, se presenta por primera vez al público el lienzo La plaza de toros de Sevilla (c. 1870) de Mariano Fortuny, recientemente adquirido.
Se trata de una colaboración entre ambos museos, que ya en 2009-2010 coprodujeron la exposición El joven Murillo, que quedó como estudio de referencia sobre la obra de juventud y primera madurez del pintor sevillano.
Hasta Sevilla se han trasladado esta mañana para participar en la presentación Juan Mari Aburto, alcalde de Bilbao y presidente del Patronato de la Fundación Museo de Bellas Artes de Bilbao; Miguel Zugaza, director de la pinacoteca bilbaina y José Luis Merino, conservador de Arte Antiguo del Museo de Bellas Artes de Bilbao y comisario de la exposición. Han estado acompañados por Valme Muñoz, directora del Museo de Bellas Artes de Sevilla, Jesús Aguirre Muñoz, presidente del Parlamento de Andalucía y Patricia del Pozo, consejera de Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía.
Recorrido
“La selección es magnifica, está dividida en temáticas y ámbitos diferentes. Uno corresponden a bodegones y paisajes, otro a la pintura figurativa, específicamente al retrato”, explica el comisario.
Entre las obras, cabe destacar La Anunciación (1597-1600) del Greco, Santa Isabel de Turingia y Santa Catalina de Alejandría (c. 1650-1660) de Zurbarán, San Pedro en lágrimas (c. 1650-1655) de Murillo, Vista de Bermeo (1783) de Paret, Retrato de Martín Zapater (1797) de Goya o Doña Rosita Gutiérrez (1915) de Zuloaga.
En la exposición ocupan un lugar señalado los pintores que desarrollaron su carrera en Sevilla, desde Ignacio de Iriarte, nacido en Azkoita pero que llegó a la ciudad hacia 1642, hasta Juan de Roelas, Francisco de Herrera el Viejo, Francisco de Zurbarán o Bartolomé Esteban Murillo
La muestra arranca con dos pintores de naturaleza muerta emblemáticos en la historia del género: Juan de Arellano, con un ejemplo de gran calidad de bodegón floral, del que fue maestro, y Luis Meléndez.
Junto a ellos, cuatro paisajes fechados entre los siglos XVII y XIX aportan distintas variaciones del género. A los 21 años Ignacio de Iriarte viajó a Sevilla, donde probablemente se formó en el taller de Herrera el Viejo. La exposición presenta un paisaje con figuras en el que la iluminación en penumbra y la disposición en distintos planos aportan misterio y profundidad a la composición.
Por su parte, la pintura de vistas de Luis Paret tiene en la panorámica de la villa de Bermeo un precedente de lo que más tarde sería su célebre serie de los puertos del Cantábrico.
El plenairismo de Mariano Fortuny resuelve la representación de la plaza de toros de Sevilla en una composición dividida a partes iguales entre el celaje y el albero y los tendidos, y protagonizada por la pincelada deshecha con la que el pintor dispone luces y sombras.
La parte central de la exposición reúne espléndidos ejemplos de diferentes retratos, individual, bien sea cortesano, magníficamente representado por Alonso Sánchez Coello, Juan Pantoja de la Cruz y Claudio Coello, o “a lo divino”, una interpretación del género presente en las santas de Zurbarán. Fechados ya a finales del siglo XVIII y primeras décadas del XIX, los cuadros de Francisco de Goya y Vicente López explican en su captación psicológica y en su talento escenográfico, respectivamente, por qué ambos artistas son considerados entre los mejores representantes de la pintura de retrato.
Cierran la selección dos figuras femeninas con paisaje a cargo de Ignacio Zuloaga, que cita la tradición pictórica española en las enseñanzas del Greco y Goya, y Anselmo Guinea, que asimila la luz impresionista aprendida en París. Por último, y junto a los grandes maestros del siglo XVII, se exhibe un conjunto de obras de tema religioso de artistas como Francisco de Herrera el Viejo, Pedro Orrente, Vicente Castelló, Juan Ribalta y José Antolínez.
El 60% de la colección de Bilbao son donaciones y legados
Pero además de contar con obras maestras, la exposición también muestra un aspecto importante de la configuración de la colección del Bellas Artes: muchas de estas obras proceden de donaciones y legados a la pinacoteca bilbaina. Concretamente, más del 60% de las obras han sido donadas desinteresadamente por particulares, artistas e instituciones. Y algunas como el retrato de Doña Rosita Gutiérrez de Ignacio Zuloaga fue adquirido en 1915 por suscripción popular, recuerda José Luis Merino.
Del Greco a Zuloaga. Obras maestras del arte español en el Museo de Bellas Artes de Bilbao se puede ver en Sevilla hasta el 16 de marzo de 2025.