La escritora Julia Navarro, quien regresa al mundo literario con su nueva novela El niño que perdió la guerra (Plaza & Janés), ha criticado la “demagogia” que los políticos están haciendo con la inmigración, un tema en el que “ninguno puede dar lecciones humanitarias porque no lo está haciendo bien”.

En El niño que perdió la guerra se recoge el trayecto de un joven Pablo, hijo de unos padres republicanos que deciden mandarle a Moscú en el año 1939 ante el avance del ejército sublevado. Allí, Pablo será adoptado por Anya, quien se hará cargo de él en una época en la que también tenía sus consecuencias enfrentarse al régimen estalinista.

De nuevo el tema del desarraigo y la migración ocupan un lugar central en la narrativa de Julia Navarro, en este caso a través de los ojos del niño Pablo. Para la escritora madrileña, la inmigración es un tema “de nunca acabar, porque allá donde no haya recursos económicos para poder vivir, es lógico que la gente quiera marcharse para poder dar una vida mejor a sus hijos”.