Marc Perlman: “Nunca intentamos encajar en un estilo, lo que nos impidió el éxito comercial”
El grupo estadounidense, a caballo entre las raíces country y el impacto melódico del pop, actuará el viernes 14 en el BBK Bilbao Legends Fest de Miribilla
The Jayhawks surgieron en Minneapolis hace justo 40 años y el paso de las décadas les ha convertido en leyendas del country pop, en un punto equidistante entre las raíces más puras y el encanto y la dulzura de los estribillos y las melodías acariciantes. Los estadonidenses, garantía de calidad compositiva y eficacia sobre los escenarios, son un grupo atemporal, ajeno a las modas, además de uno de los máximos atractivos de la primera jornada del próximo BBK Bilbao Legends Fest, que se celebrará los días 14 y 15 de junio en el Bilbao Arena de Miribilla.
“Cualquier grupo que lleve casi cuatro décadas componiendo, grabando e interpretando música original debe tener algo de legendario”, explica a DEIA el bajista y segundo vocalista Marc Perlman, el único co–fundador del grupo superviviente, junto al guitarrista y cantante, Gary Louris.
Vuelven a Euskadi. Si no me falla la memoria, les descubrí en directo en el Azkena Rock Festival. Tardaron en venir de gira por aquí, pero se ha convertido en tierra fértil para el grupo con el paso de los años.
-El Azkena es uno de nuestros festivales favoritos en el mundo. No sólo porque Vitoria es una ciudad hermosa y acogedora, es que, además, el festival atrae a algunas de los mejores bandas de todos los tiempos. Creo que hemos tocado allí dos veces y otro año fui como Dj. Fui testigo de increíbles espectáculos de la talla de Iggy y The Stooges, Ray Davies, New York Dolls, Los Lobos, MC5 y muchos otros.
Ahora cambian el Azkena Rock por el BBK Bilbao Music Legends, donde comparten cartel con The Pretenders, Canned Heat y Deep Purple, entre otras bandas. Diversidad no le falta al festival ¿no creen?
-Lo mejor de los festivales en los que participamos en España y el País Vasco es la diversidad de los carteles. Demuestra que los aficionados a la música de allí aprecian la mejor música, independientemente de etiquetas y géneros.
Lo de los estilos y etiquetas resulta complicado. ¿Se sienten una banda de Americana, de raíces, de country alternativo o de country pop? L innegable es que el pop, las melodías y los estribillos claros son parte vital de la base de sus canciones.
-Nunca fuimos una banda que intentara encajar en un nicho o formato, lo que puede nos impidiera lograr un mayor éxito comercial. A pesar de ello, también puede ser la razón por la que estamos aún aquí y seguimos creando música nueva y original durante cuatro décadas.
Siempre se han considerado un grupo al margen de cualquier movimiento, pero surgieron en un tiempo en el que hubo un despuntar por la música de raíces. Además, en su ciudad, Minneapolis, estaban The Replacements, Prince, Soul Asylum, Hüsker Du...
-Cuando descubrimos nuestro sonido en 1985, teníamos muy pocos contemporáneos con los que compararnos en cuanto a estilo. Quizá Green on Red del Área de la Bahía o algunas de las bandas de Paisley Park, como The Long Ryders, Rain Parade o The Dream Syndicate. Cuando empezamos a hacer giras por Estados Unidos ya conocimos a bandas nuevas, como Uncle Tupelo (el antecedente de Wilco). Pero en casa, nuestro parentesco más cercano eran bandas como Soul Asylum.
¿Qué convierte a un grupo en leyenda? No creo que sea solo una cuestión de ventas millonarias. ¿Ustedes se sienten ya una leyenda?
-No puedo responder qué criterios convierten a un grupo en leyenda, pero cualquier grupo que lleve casi cuatro décadas componiendo, grabando e interpretando música original debe tener algo de legendario.
¿Una carrera larga es más importante que éxitos puntuales favorece la longevidad de un grupo o músico?
-Sí, sin duda. Si Blue o Waiting For The Sun se hubieran convertido en grandes éxitos, es posible que la industria hubiera puesto demasiadas expectativas en nosotros como para repetir la misma fórmula.
Creo que ‘Smile’ es uno de los discos favoritos del grupo. ¿Qué pasó con ese álbum? Todos, casa de discos y ustedes, pensaban que les permitiría llegar a cotas más altas.
-No sé si Smile es nuestro mejor disco, pero nos lo pasamos muy bien grabándolo. Bob Ezrin, que fue nuestro productor en él, nos animó a salir de nuestra zona de confort y a explorar y ampliar nuestros horizontes. Fue en gran medida un esfuerzo de grupo.
‘Smile’ tiene detractores entre sus seguidores más puristas. ¿La ortodoxia más radical lastra la creatividad?
-Claro, pero al final lo único que obstaculiza tu creatividad es estar atrapado en tu propia ortodoxia; no la opinión de los críticos ni las ventas de discos.
¿Cómo se consigue durar 40 años? ¿El amor a la música y a las canciones lo pueden todo, incluidos el cansancio de las giras, las drogas, las penurias económicas, la carga de los años…?
-Seguimos por el amor por la música, pero sobre todo el orgullo de haber creado un sonido que, independientemente del tipo de canción que sea, siempre nos identifica.
¿Son como los ‘bluesmen’, se ven tocando hasta que el cuerpo aguante?
-No son sólo los bluesmen, sino que existen leyendas del country, el folk y el rock que actuaron y lo harán hasta que físicamente no pudieron más. Leonard Cohen estuvo de gira hasta un par de años antes de su muerte, Willie Nelson sigue de gira a sus 90 años y muy cerca le siguen Bob Dylan y los Stones. Y Tony Bennett siguió haciendo conciertos con más de 90 años.
El negocio de la música ha sufrido un cambio radical en las últimas décadas: no se venden discos, reina Taylor Swift y Beyoncé en lugar de las guitarras, el dinero sale de las giras… Cuénteme algo positivo del momento actual (risas).
-Pues que seguimos recibiendo ofertas para girar por Estados Unidos, Reino Unido, Europa y Escandinavia. Esa es nuestra realidad y tenemos suerte de estar en ella, ya que la mayoría de nuestros ingresos proceden de los conciertos.
Han pasado ya cuatro años desde ‘Xoxo’.¿Hay ya canciones para un disco nuevo?
-Todos los miembros de la banda estamos siempre componiendo. En algún momento nos aventuraremos a enseñarnos los unos a los otros en lo que estamos trabajando, y partiremos de ahí.
El sueño del seguidor veterano del grupo es volver a ver a Mark Olson, co–líder del grupo con Louris hasta su marcha de la formación. ¿Es más una utopía ya?
-Sin comentarios.
¿Cómo es esta gira, vienen en formato de quinteto o cuarteto y con qué repertorio?
-En cuarteto, somos yo, Gary, Karen Grotberg (teclados) y Tim O’Reagan (batería). Intentamos representar todos los álbumes menos el primero. Sonarán canciones desde el segundo, Blue Earth, a excepción también de Mockingbird Time (su disco de 2011, que grabaron tras un regreso temoporal al grupo de Olson).
Hay muchos ejemplos en la historia de la música, pero en ocasiones combinan acertadamente melodías de pop encantadoras con letras más melancólicas y oscuras. Y titularon un disco ‘Rainy Day Music’ que se abría con la canción ‘Stumbling Through The Dark’. ¿Fue una declaración de principios?
-No es una declaración, sólo fruto de nuestras sensibilidades musicales.