Esta tarde el teatro Principal acogerá en su escenario la representación recientemente estrenada de Un delicado equilibrio, que ya pasara por Barakaldo hace un par de semanas y que ahora llega a la capital alavesa. 

Galardonado en el año 1967 con un premio Pulitzer, su autor –Edward Albee– dio vida de esta forma a una historia protagonizada por Agnes y Tobías, una adinerada pareja de mediana edad, que ve rota su complacencia cuando sus amigos de toda la vida Harry y Edna aparecen en su puerta. “Afirmando que un miedo invasor y sin nombre les ha obligado a abandonar su propia casa, estos vecinos traen una tormenta de dudas, recriminaciones y, en última instancia, consuelo, alterando el delicado equilibrio del hogar de Agnes y Tobías”, recuerdan.

El reparto de ‘Un delicado equilibrio’. Cedida

Las actrices Alicia Borrachero y Manuela Velasco han querido compartir unos minutos con ON, para contarnos los entresijos de esta obra. Manuela Velasco, a quien ya conocimos en la saga de películas de terror REC, llega ahora para interpretar a Clara, la hermana de Agnes (Alicia Borrachero), en una aventura que para ella está siendo “fascinante, porque es una suerte inmensa toparse con un texto de esta complejidad, profundidad, las miles de capas, preguntas y temas que plantea.

Creo que es un texto inagotable”, resume Velasco, al tiempo que señala que, como actriz, los retos que plantea su personaje “son estimulantes, y me llega en una edad en la que creo que me he quitado muchos miedos y creo que estoy madura para afrontarlo, para salir a jugar y ser capaz de investigar los retos que plantea”.

Al fin y al cabo, Clara es para ella el personaje que llega para enfrentar al resto a sus monstruos. “Es la que está todo el rato confrontando, queriendo que salga la verdad y el dolor, que salgan de ese estado de aparentar y empiecen a vivir de verdad”, señala ella, que es casi un poco narradora a veces de esta obra. “Ella es como si estuviera condenada a estar allí siempre”. 

Borrachero, por su parte, explica que dar vida a Agnes está siendo una experiencia “muy rica creativamente hablando”. De su personaje nos cuenta que la función que cumple en esta familia es la de sostenerla.

“El equilibrio lo mantenemos entre todos, pero la que dirige la función es ella. Todo su empeño, toda su misión, de alguna forma, vital, es conservar esta familia en pie. Y para ello hace lo que tenga que hacer”, reseña. Ella tiene, en definitiva, toda la fuerza puesta en mantener este equilibrio que ya al empezar la obra descubriremos que empieza a tambalearse. “Pero cuando aparecen los amigos y se les meten en casa, empieza a desequilibrarse todo”.

De este personaje, además, lo más difícil reconoce que es trabajar a una mujer que internamente tiene mucho dolor, mucha herida, y que lo que demuestra es “absolutamente lo contrario. Poder hacer algo así y que sea de verdad es lo más difícil”. 

Un regreso a Euskadi

Y llegar a Euskadi con esta obra para ellas es una gran noticia. “Yo me siento medio vasca. Me siento tan bien cada vez que voy... Hay algo que me encanta. Yo siempre me siento muy bien, me gusta mucho cómo reacciona el público, lo que hablamos después...”, explica Velasco, que considera el Arriaga como uno de sus teatros favoritos del mundo. 

Borrachero también adora Euskadi, y la acogida del público vasco. “Me gusta mucho trabajar en esta tierra, porque me lo paso muy bien. Hay una cosa que tiene el público vasco, que tiene una calidad de atención muy particular que para un actor es un regalo enorme”. Y en esta ocasión también estaremos muy atentos a todo lo que suceda sobre el escenario.

Aunque de esta obra no saldremos, eso sí, con una moraleja. Velasco nos cuenta que saldremos removidos y con preguntas, habiéndonos “asomado al vacío y con tus preguntas, pero no con las respuestas, que tampoco las preguntas serán las mismas para todo el mundo”. Si nos acercamos esta tarde al Principal, sin duda, será una experiencia totalmente única.