A mí no me gustaba Mecano, era más de pop y rock internacional”. Estas declaraciones podrían atribuirse a cualquiera menos al creador de Cruz de navajas. El último Mecano, el homenaje más “bestial” realizado a la banda. Sin embargo, Gonzalo Pérez Pastor reconoce que su percepción sobre el grupo, que en los 80 protagonizó un éxito sin precedentes, ha cambiado radicalmente una vez se dejó embelesar por el proyecto. “Acabé descubriendo por qué le gustaba tanto a la gente”, confiesa el creador y productor de este espectáculo que podrá verse en el Teatro Campos Elíseos a partir de mañana y hasta el 17 de septiembre. “Nosotros no hacemos un tributo a Mecano, sino un homenaje a sus canciones, y cada canción la convertimos en un gran musical”, añade el bilbaino sobre la representación que actualiza 35 piezas musicales de la legendaria banda.

La idea originaria de Gonzalo Pérez Pastor era promover un espectáculo novedoso. “Me faltaba el enganche final, la música que utilizar”, confiesa. Fue entonces cuando un conocido mencionó Mecano, una banda que, en principio, no le atraía en absoluto. “No me quedó más remedio que escuchar todo su repertorio para ver qué sensaciones me provocaba”, aclara. El efecto no solo fue bueno, sino que resultó ser una sorpresa. “Empecé a ver que tocan estilos diferentes. Por ejemplo, no es lo mismo Hijo de la luna, que casi parece una zarzuela o una ópera, que Bailando salsa, que es salsa; Una rosa, que es flamenco; o El blues del esclavo, que es blues”, indica el creador que, además, destaca lo rompedoras que eran algunas de las canciones, como Mujer contra mujer, para la época.

El resultado es, según Pérez Pastor, uno de los mejores espectáculos que actualmente se encuentra de gira por el Estado. “Es casi tan bestial como El rey león de tamaño, pretensión o cantidad de gente en el escenario”, considera su creador, quien concreta que lo más arriesgado es que las piezas musicales no tienen nada que ver unas con otras, por lo que parecen pequeños musicales por sí mismas. Es el caso de la canción que da nombre al espectáculo, Cruz de navajas que, a juicio de Pérez Pastor, es como una historia que es “una Biblia”, con una gran trama y un desenlace. “Te va conduciendo a través de un espectáculo que en algunos momentos parece un musical, en otros un gran concierto y en otros una pieza de danza contemporánea”, afirma. Y, en ese sentido, considera que los espectadores que conocen las letras de las canciones, así como la historia que cuentan, parten con cierta ventaja.

No obstante, asegura que no es indispensable conocer a Mecano para disfrutar de la función, ya que el espectáculo no se ha montado en base a sus canciones, sino al contrario. “Salen al escenario jóvenes que no habían nacido cuando Mecano se separó hace 31 años”, concreta Gonzalo Pérez Pastor, conocedor de que ya hay toda una generación que ha crecido al margen de las melodías y ritmos de Ana Torroja y los hermanos Cano. “Hay canciones que tocamos que tienen más de 40 años. Simplemente el cambio de sonido y de estética, al traerlas a este siglo, hace que todo se haya modernizado”, explica el creador de Cruz de navajas, quien expone que la visión de la gente joven del equipo ha favorecido el rejuvenecimiento de la forma de interpretar el repertorio.

“Salen al escenario jóvenes que no habían nacido cuando Mecano se separó hace 31 años”

GONZALO PÉREZ PASTOR - Creador y productor del espectáculo

En ese sentido, revela que fueron más de 2.000 los jóvenes que se presentaron al casting para formar parte del equipo artístico de voces, dirigido por una directora musical mientras que los músicos cuentan con otro director. “Se seleccionó a gente diferente, no normativa, de muchas procedencias. Hay una mezcla curiosa”, apostilla. De hecho, explica que muchas de las canciones están montadas en función de cómo son los intérpretes que las van a cantar, no al contrario. “Hemos aprovechado muy bien lo que tiene cada uno para sacarle partido. Todos tienen su momento como solistas”, agrega el productor del espectáculo en el que también suenan algunos temas en los que hay más de 12 voces, “como si fuera un coro de gospel”.

Segunda versión

Esta es la segunda versión de Cruz de navajas, ya que la primera se estrenó en 2020. “Nos pasamos un año entero preparando un espectáculo que cuesta más de dos millones de euros y al de cuatro días del estreno tuvimos que marcharnos a casa por el confinamiento”, exterioriza el productor bilbaino. Con todo, al año siguiente consiguieron realizar una pequeña gira y recalaron en Bilbao, en el Teatro Arriaga. “Fue raro porque era con mascarilla y la gente no podía bailar, tampoco pudieron venir los vizcainos de otras localidades. Nos quedamos un poco a medias”, admite el creador del espectáculo, que ahora va a tener una segunda vida.

“Se han incluido muchas novedades, mantiene la misma idea y estética anterior, pero al ser con otro equipo artístico también aporta otra visión”, explica Pérez Pastor, quien indica que Cruz de navajas, “un título muy potente que evoca a la historia del propio grupo”, incluye elementos técnicos como pantallas led, que abarcan más de 100 metros cuadrados de superficie sobre el escenario, que se mueven a motor para crear escenografías. Este formato audiovisual, que continúa la senda de la primera versión, ya ha podido verse en ciudades como Palma de Mallorca, Sevilla, Málaga, Zaragoza... así como Donostia y Gasteiz. “Seguiremos un año y medio más de gira antes de ir a México”, revela el creador del espectáculo.