ESTE sábado, 23 de abril , el Teatro Barakaldo acoge la obra La muerte y la doncella, galardonada con el Premio Max al Mejor Espectáculo de Danza, una representación sobre la música de Schubert que recala por primera vez en Euskadi y que está producida por el Instituto Valenciano de Cultura.

Bajo la dirección y coreografía de Asun Noales, la obra permite al espectador viajar a través de elementos existenciales esenciales y universales, como es el estar vivo y morir.

Noales es una ecléctica e innovadora creadora que posee un amplio abanico estilístico. Coreógrafa, docente y directora de la Compañía OtraDanza, define La muerte y la doncella como una obra cinematográfica y muy pictórica, con una puesta en escena muy cuidada y que narra a través de los cuerpos, "un tema duro, una muerte joven".

La pieza plantea el tránsito prematuro de un estado a otro a partir de un cuerpo orgánico , "un viaje de sensaciones y emociones que nos va a tocar vivir a todos", puntualiza su directora.

Desde su propia percepción, La muerte y la doncella es "un viaje fascinante y poético que nos coge de la mano y no nos abandona hasta el último respiro, después de habernos hecho atravesar paisajes hipnóticos, delirantes y frágiles".

Para ponerla en escena, la directora cuenta con siete intérpretes, quienes se expresan a través del movimiento con un hilo conductor, la música, gracias al sublime cuarteto de cuerda nº14 en Re menor de Franz Schubert.

Creatividad

La gira de La muerte y la doncella llega este sábado a Barakaldo con numerosos reconocimientos y premios en su haber, así como con una muy buena crítica.

Según señala su directora, "es una obra que se debe ver, que no te la tienen que contar y que en estos momentos está en un punto muy bonito, ya que crece según se va representando".

Para Noales, lo más interesante es que democratiza la danza, porque llega a todos los públicos, algo que no siempre ocurre con la danza contemporánea.

En plena gira artística, Barakaldo es una parada más dentro de las numerosas ciudades donde se va a representar, por lo que según apunta la directora, "tiene un amplio recorrido por delante".

Un chorro de creatividad

Cabe recordar que la pieza se estrenó por primera vez en octubre de 2020, justo tras el primer confinamiento por el covid, lo que ha supuesto, a juicio de Noales, una mayor carga emocional.

"La obra salió a escena con un chorro de creatividad enorme, había muchas ganas de expresar todo lo que estábamos viviendo".

Por ello, considera que la situación vivida ha hecho crecer aún más la obra.

Sobre el equipo artístico, la directora y coreógrafa no puede estar más orgullosa, al haber sido ella misma la encargada de elegir a todos los miembros que participan en la representación.