Olatz Gorrotxategi estrena la obra de teatro Mierda de Ciudad, un espectáculo performativo que narra la historia del rock radical vasco y su contexto de luchas y música utilizando como analogía el western.

¿Qué es ‘Mierda de Ciudad’?

Es un espectáculo de teatro performativo que usa diferentes lenguajes escénicos para contar la historia del rock radical vasco, pero sobre todo, los hitos y las luchas políticas y sociales de Euskal Herria en los años 80 y 90. Bajo este contexto, ponemos de telón de fondo todas las bandas de la corriente musical de rock radical vasco que se generó en aquella época.

¿Cuáles son esos lenguajes escénicas?

Mierda de Ciudad no es una obra de teatro clásica y para escenificar los distintos momentos de Euskal Herria a través de las bandas musicales utilizamos diferentes herramientas como es el texto directo a público, al tratarse de una obra de teatro documento, con un lenguaje muy directo por parte de los intérpretes sobre sus propias experiencias de la adolescencia. Pero la narración se apoya además en click de vídeos de películas western, en teatro de objetos a través de maquetas, en un ambiente sonoro y, en música.

Teatro con diferentes canales escénicos. Un proyecto bastante pionero e innovador, ¿no?

Sí, pero tengo que decir que yo no he inventado nada. Muchas compañías utilizan diferentes formatos para trabajar en escena y hacen trabajos multidisciplinares, aplicando distintos recursos escénicos, aunque también es verdad que no se trata de una obra clásica de texto.

¿Por qué han elegido Barakaldo para su estreno?

Consideramos que el municipio de Barakaldo es todo un referente dentro de la historia del rock radical vasco, solo hay que ver la cantidad de bandas que surgieron entorno a la Margen Izquierda en los años 80. Fue una auténtica cantera para ese género musical. Me imagino que influiría mucho la idiosincrasia del lugar, aspectos como el ambiente obrero, el paro de aquellos tiempos... El inconformismo ante este contexto social ayuda a que surjan bandas de música.

Y en el Teatro Barakaldo...

Convencidos de que era el lugar idóneo para su estreno nos pusimos en contacto con la dirección del Teatro Barakaldo y les pareció muy interesante.

Usted está al frente de la dirección de la obra. ¿Cómo se le ocurrió la idea?

Por un lado, por el interés que tengo en este tipo de música, ha sido mi música de adolescente y con la que me he criado y he crecido. Pero también porque creo que fue un movimiento bastante revolucionario e incluso trascendió fuera de Euskadi. El rock radical vasco ha llegado a muchísimos lugares del planeta. Es increíble que hoy en día se estén escuchando en México, por ejemplo, bandas como Escorbuto, que son de Santurtzi.

Sigamos con otros grupos. Mierda de Ciudad es una canción de Kortatu. ¿Por qué este título para el espectáculo?

Nos pareció muy identificativo y también porque estamos hablando de una época concreta y un lugar concreto. Nos pareció muy adecuado llamar a ese lugar Mierda de Ciudad, sobre todo porque hacemos una analogía con el western, ubicado en un poblado concreto que recreamos en el escenario y al que le hemos querido dar ese nombre.

Pero también se identifica rápidamente con la canción.

Sí, es muy reconocible y como palabra tiene mucha fuerza.

No es su primera incursión dentro del mundo del teatro.

No, llevo ya muchos años dedicándome a la escena en diferentes áreas como dirección, dramaturga y montajes propios. Soy además profesora de Artes Escénicas en BAI (Centro de Formación Escénica de Bizkaia) en la rama profesional y coordino ACT, Festival de Teatro Internacional.

¿Conocía a sus compañeros de reparto?

A nivel individual he trabajado con casi todos pero es la primera vez que lo hacemos todos juntos.

¿Cuántas personas interpretan la obra?

La historia está contada por 3 intérpretes y 3 artistas colaterales. Somos las 6 personas que aparecemos en escena pero detrás del telón está también el técnico de luces y sonido, y un ayudante de movimiento escénico.

¿Tiene un punto nostálgico para las generaciones que vivieron esas décadas?

Sin duda, se recuerda con cierta nostalgia pero también es un homenaje al rock radical vasco, a esas personas que lo representaron con su lucha.

Mierda de Ciudad pone de manifiesto también la importancia de la herencia musical como recuerdo de la historia de otras épocas.Mierda de Ciudad

Sí, pero también de las actuaciones. Las luchas de aquellos músicos se repiten hoy en día. La obra también tiene un punto de apoyo a las nuevas generaciones y a la gente que ha venido por detrás pero que sigue viviendo una realidad parecida, con otros estilos musicales y otras reivindicaciones.