Un libro de poesía experimental que abarca una gran variedad de temáticas en las que la mujer tiene una amplia presencia ha encumbrado a Miren Agur Meabe (Lekeitio, 1962) con el Premio Nacional de Poesía 2021. La escritora y traductora señaló ayer que todos los premios recibidos a lo largo de su carrera han sido importantes porque han servido para visibilizar su obra. Sin embargo, en este caso, aseguró que el objetivo con el reconocimiento al libro Nola gorde errautsa kolkoan (Cómo guardar ceniza en el pecho) es doble. "No sirve solo para darme más brillo a mí, sino también, espero, para prestigiar y aupar la lengua y la cultura vasca", expuso, ya que es la primera vez que se otorga este galardón, dotado con 20.000 euros y concedido por el Ministerio de Cultura y Deporte, a una obra en euskera.

"Estoy contentísima porque mi libro era uno entre veinte y que lo hayan distinguido me llena de orgullo; pero no solo por mí, porque sé que este libro recoge preocupaciones de la sociedad en general y de las mujeres en particular. Es un regalo", apuntó la escritora vizcaina cuyo libro, publicado en enero de este año por la editorial Susa, ha sido distinguido "por ser un poemario de madurez de una de las grandes poetas vascas contemporáneas". Así, en su argumentación, el jurado alega que "lo que comienza como un libro de memorias se va desplegando y dando cabida a multitud de voces, estilos y tonos".

La propia autora reveló ayer martes a este periódico que la obra se ha editado diez años después de su anterior libro de poesía "y recoge, por una parte, una gran variedad de temas, y por otra parte, una gran amplitud formal". De esa forma, entre sus atractivos, apuntó que destaca por la experimentación: "Tiene poemas narrativos, descriptivos, haikus, poemas con resonancias populares... A esa forma no se llega de buenas a primeras, hay que probar, experimentar y descartar, como exige el método científico".

Otra de las peculiaridades por las que se distingue es la variedad en la temática. "Abarca desde temas de memoria, hasta temas sociales; temas de soledad, duelo, resiliencia. Y muchas reflexiones sobre la metaliteratura", reveló la autora lekeitiarra que ahonda en la memoria fragmentada o en la responsabilidad que cada uno tiene sobre los actos violentos. Pero, sobre todo, señaló que hay una gran presencia femenina. "Hay muchas mujeres que forman parte de nuestro imaginario, mujeres reales y ficticias en las que nos reflejamos que me han servido para hablar de temas que me preocupan como son la sororidad, la relación de la mujer con la naturaleza, los cuidados generacionales o los abusos de poder derivados del patriarcado", subrayó entre los aspectos que cree que han podido llamar la atención del jurado.

Si en 2018 Antònia Vicens obtuvo el premio por Tots els cavalls, escrita en catalán, en 2019 fue el turno de Pilar Pallarés por Tempo fósil y en 2020 de Olga Novo por la obra Feliz Idade, ambasen gallego. Con el galardón de este año el jurado continúa en esa senda de condecorar a mujeres que escriben en lenguas autonómicas. "No recuerdo las veces que se ha concedido el Premio Nacional de Poesía desde que se creó, pero estoy segura, teniendo en cuenta cómo ha sido la historia y el establecimiento de los cánones y en manos de quiénes ha estado la crítica literaria, de que ha habido muchísimos más hombres que han tenido el premio que mujeres. Vamos a pensar que no nos los están dando para resarcir esa deuda", señaló Meabe al respecto. Y añadió: "Ya era hora de prestar atención a la voz femenina, en primer lugar, y después a las voces escritas en lenguas minorizadas, en particular". Por ello, consideró que el premio "significa que las literaturas que creamos son homologables en cuanto a calidad a las que se crean en otras lenguas".

Autotraducción

Miren Agur Meabe, diplomada en Magisterio y licenciada en Filología Vasca, ha escrito poesía y literatura infantil, aunque también ha cultivado narraciones para adultos. En todas las categorías ha recibido un gran volumen de premios, como el Premio Nacional de la Crítica en 2000 por el poemario Azalaren kodea A pesar de ello, expuso que su género de fondo siempre ha sido la poesía. "Desde que empecé a manejar el bolígrafo de niña he escrito poesía, sin pensar que sería escritora", indicó la escritora, quien reconoció que alterna los géneros por necesidad: "A mi sensibilidad también hay que darle tregua, no puedes estar constantemente haciendo un ejercicio de introspección para escribir desde el yo y ficcionar todas tus emociones, sentimientos y acontecimientos. Hay que buscar vías más de fantasía, más tiernas y humorísticas".

La autora, miembro de Euskaltzaindia desde 2006, es también traductora y, de hecho, reconoce que se autotraduce. "Todo lo que se puede publicar después en castellano lo hago yo, me siento más libre y no tengo que pedir licencias a nadie", reveló la vizcaina, que admitió que esa libertad, muy enriquecedora, prácticamente le permite crear otra versión. En el caso de Nola gorde errautsa kolkoan para que los miembros del jurado pudieran entender quién era Bizenta Mogel o por qué en tal poema se utilizaba tal métrica". Meabe, que asegura que la traducción al inglés ya está garantizada, confía en que Bartleby Ediciones publique la versión en castellano en breve. "De eso se trata, de que el libro se pueda difundir", finalizó.

"Desde que empecé a manejar el bolígrafo de niña he escrito poesía, sin pensar que sería escritora"

"Ya era hora de prestar atención a la voz femenina y a las voces escritas en lenguas minorizadas"

Escritora y traductora