El dibujante vizcaino Gorka Olmo (La Arboleda, Bizkaia, 1986), nominado en los Premios Grammy Latinos por ilustrar el último disco de Vetusta Morla, asegura que "siempre se va a poder dibujar, en crisis o en tiempos de bonanza", porque no cree que "eso afecte a la creatividad".

En una entrevista con EFE, Olmo considera que la crisis económica derivada de la covid-19 influirá en la industria, pero no en la inventiva de los creadores, que "mientras tengan un papel y un boli", van a poder seguir dibujando.

El artista, que ha publicado sus dibujos en medios como "El País Semanal", "Vanity Fair" o "Forbes" y ha sacado un libro con sus ilustraciones, opta a la estatuilla del gramófono en la categoría de Mejor Diseño de Empaque, hecho por el que se muestra muy sorprendido: "No me lo esperaba para nada. Estoy que no me lo creo, la verdad".

Los "culpables" de este hito en la carrera del vizcaino son los miembros de la banda madrileña Vetusta Morla, aunque la "coincidencia" también ha puesto de su parte.

"En 2018 publiqué mi libro, "Cosas dentro de cosas". Ellos, que ya tenían pensado el título de su próximo disco, "Canciones dentro de canciones", lo encontrarían en alguna librería; supongo que les hizo gracia la coincidencia, y además les gustaron mis dibujos, por lo que contactaron conmigo", explica Olmo.

El grupo indie le expuso el concepto del álbum, recalcando que querían "un formato especial", tanto en el continente como en el contenido.

"Era un encargo totalmente diferente. He hecho muchas portadas, pero esto es otra cosa", matiza el ilustrador vizcaíno, cuya propuesta ha ido más allá de la portada, la contraportada y la pegatina del CD o vinilo, pues también ha diseñado todo el interior con multitud de de rampas y escaleras que conectan las distintas partes entre sí a medidad que el papel se pliega o despliega.

En un mundo donde las aplicaciones digitales están cada vez más presentes -incluido su propio sector- sorprende la manera artesanal en la que Olmo ha trabajado. "Me pasaron las medidas del disco, me hice una plantilla en casa a tamaño real y todo está dibujado a mano con bolis BIC, azules para los escenarios y rojos para los personajes", resume.

Y añade: "Siempre he sido muy mal estudiante -se sincera- y en mi vida había agotado un boli, y en este trabajo he agotado unos cuantos, cerca de la decena".

Pese a que no recuerda cuál fue su primer dibujo -"como siempre he dibujado...", se disculpa-, las asignaturas artísticas eran "de las pocas que aprobaba", rememora Olmo entre risas, aunque rápidamente se pone serio para subrayar que "les daban muy poca importancia, eran totalmente prescindibles".

"En la hora de Plástica, muchísimas veces nos decían: "Vamos a sustituirla por otra hora de Matemáticas, porque vamos atrasados". Y a mí eso me parecía un crimen", lamenta.

Según Olmo, su proceso creativo para ilustrar un disco o un texto periodístico es "muy parecido". Agradece, eso sí, cuando le dan "libertad absoluta", porque en algunos encargos que ha recibido han sido demasiado explícitos con los detalles que tenía que dibujar.

El artista, que vive en su Arboleda natal, aunque pasó unos años en Madrid, afirma que su inspiración no se ve condicionada por el ambiente que le rodea. "Podría decir que sí y que es un rollo superbucólico estar aquí, pero no, no tiene demasiada importancia el sitio en el que estés", comenta.

Y puntualiza que, en un sector como en el que él se desenvuelve, se trabaja desde casa: "A mí me llega el trabajo por mail y por mail lo envío de vuelta".