BILBAO. Propiedad de la familia del artista madrileño, casado con la escultora donostiarra Cristina Iglesias y fallecido en 2001 en Ibiza, a la edad de 48 años, la obra está compuesta por dos figuras humanas realizadas en resina suspendidas a 4,5 metros del techo del vestíbulo del edificio antiguo del Museo por sogas que salen de su boca.

La pieza, propiedad de los herederos del escultor y con un valor de mercado de dos millones de euros, ha sido adquirida a éstos por la Fundación Vizcaína Aguirre, que la ha donado al Museo bilbaíno como aportación económica por su entrada en el Patronato de la centenaria institución museística.

La aportación económica para entrar a formar parte del Patronato del Museo está entre los 60 y 150.000 euros y la duración de permanencia, renovable de común acuerdo, es de entre 4 y 5 años.

Las fuentes del Museo han confirmado que en esta ocasión, la Fundación Vizcaína permanecerá 5 años como patrona del centro expositivo.

En correspondencia por esta donación, el patronato del Museo de Bellas Artes de Bilbao ha renombrado el hall del edificio antiguo con el nombre de Pedro de Icaza y Aguirre, fundador en 1916 de la Fundación Vizcaína Aguirre, creada con el legado que le dejaron para ello sus tíos, los hermanos Domingo y Pedro Aguirre, de Berango, quienes hicieron fortuna con la industria del azúcar y los textiles en México en el siglo XIX.

La Fundación Vizcaina Aguirre, como ha explicado su actual presidenta y descendiente de Pedro Icaza Aguirre, Mónica de Oriol e Icaza, se dedicó fundamentalmente a instruir a los baserritarras vizcaínos en las nuevas técnicas agrícolas, en proveer de servicios sanitarios a los pobres de la Margen Izquierda de la ría de Bilbao con el hospital San Juan de Dios, y en formar a los futuros empresarios vizcaínos, mediante la creación de la "Comercial " de la universidad de los jesuitas de Deusto.

La sexta generación de descendientes de Pedro Icaza y Aguirre iniciaron a finales del siglo XX el desembarco de la Fundación Vizcaína Aguirre en el mundo de la cultura con su incorporación a los patronatos del Museo Guggenheim Bilbao y ahora, del Bellas Artes, donde ya tuvieron una breve presencia en 2001.

Tanto el director del Museo, Miguel Zugaza, como el presidente de turno de la Fundación Museo de Bellas Artes de Bilbao, el diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, han agradecido esta donación, que enriquece los fondos propios de la pinacoteca con una de las obras más emblemáticas del escultor madrileño.

La viuda del artista, la también escultora donostiarra Cristina Iglesias, ha recordado "el cariño" que tenía Juan Muñoz por el museo bilbaíno donde comisarió alguna de sus exposiciones, ha agradecido a la Fundación Vizcaína Aguirre que haya decidido donar al museo esta obra "tan importante para Juan" y al museo que la muestre en el hall del edificio antiguo del centro expositivo.