Bilbao - Cuando se cumplen 45 años de Bagare, el himno orgulloso de Gontzal Mendibil y Xeberri a una Euskal Herria unida y euskaldun, el cantautor vizcaino publica Biok (Tori Produkzioak), un disco de canciones propias y poemas musicados de Lauaxeta, Koldo Izagirre o Karmele Jaio que supone “una vuelta a la sencillez, a lo personal y más emotivo”, explicó ayer Mendibil en el Teatro Arriaga, donde lo presentará el 3 de noviembre. El álbum coincide con la edición de Bittor eta biok (Ediciones Beta), un libro dedicado a “mi mentor”, el filósofo y euskaltzale Bittor Kapanaga.

Aunque cantaba desde siempre, “desde niño”, especialmente tras ver en directo un kantaldi en el que participaron Mikel Laboa y Benito Lertxundi, Mendibil celebra este año el 45º aniversario de su carrera. “Es una larga historia en la que ha habido de todo, pero en la que nunca me he dejado llevar por las modas. Sigo fiel a mí mismo, con el objetivo de seguir adelante hasta que hagamos crac”, según el cantautor. “Y no renuncio a nada de lo que hecho y sido, a pesar de mis fallos. Los sufro, como los fracasos, de los que más se aprende”, apostilló.

Dueño de una carrera que ha alternado la canción de autor tradicional con los grandes espectáculos dedicados a Iparragirre, Arrupe u Olentzero, y tras el complejo trabajo del musical Gau magikoa del año pasado, Mendibil regresa a sus inicios con Biok. “Quería volver a la sencillez con este disco especial, que es bonito y sencillo, muy emotivo”, explicó a DEIA. “Se puede cantar en solitario, con dos o siete músicos”, apostilló el cantautor de Arratia.

Biok, un guiño directo del autor con su público, ofrece once canciones que surgieron de la guitarra acústica de Mendibil. Después, fueron grabadas con las guitarras y el bouzuki de Anjel Unzu y el acordeón del bandoneón y el acordeón de Phillipe Ezkurra, a los que se sumaron la percusión y el bajo del técnico de sonido Jean Phocas. Es un repertorio cargado de “sentimiento poético”, y que apela “al sentir personal y el colectivo” mediante temas propios junto a otros con textos ajenos.

Un nuevo guiño De Amaren sua, que el público decidirá si puede convertirse en su actual Bagare y remite al Nire aitaren etxea, de Lauaxeta, al propio Agur ama, que el poeta vizcaino escribió horas antes de su ejecución, pasando por un nuevo guiño al Gorbea de Mendibil en la canción Ama Gorbeia -“es mi Himalaya”, dijo- o adaptaciones de textos de Koldo Izagirre, Ainara Maia, Pako Aristi o Karmele Jaio. Todas ellas las presentará el 3 de noviembre, junto a sus clásicos, con el apoyo de un amplio grupo de músicos compuesto por los citados Unzu y Ezkurra, José Luis Canal, Blas Fernández, Alberto Rodríguez, Rober Caballero y Jou González, más las voces de las hermanas Ana y Lara Sagastizabal.

El disco incluye también Altza zu! Altsasu, una canción dedicada a los jóvenes encarcelados de la localidad navarra tras “una trifulca” con la Guardia Civil. “La canté con la gente en una manifestación, como a mediados de los años 70”, recordó Mendibil, que se solidarizó, “desde el campo de la poesía”, con estos jóvenes “encarcelados desde hace tres años de manera injusta”.

El músico euskaldun criticó la deriva autoritaria del Estado español en los últimos tiempos. “En el franquismo vivíamos sin libertad ni justicia, pero siento que estamos volviendo hacia atrás, que no aprendemos de la Historia”, lamentó Mendibil. “En los 70 cantaba en ciudades españolas ante miles de personas. ¿Y ahora? ¿Alguien escucha cantar en euskera en sus televisiones? La democracia ha cerrado algunas ventanas y cuando se habla de la España diversa... Todavía estamos en la de Una, grande y libre”, denunció.

Y un libro Mendibil, que interpretará también en el Arriaga la emotiva Behin gertatu zen, canción grabada en euskera y castellano en solidaridad con los afectados de esclerosis lateral amiotrófica, como su amigo Iñaki Elorriaga, hace coincidir su disco nuevo con la edición del libro Bittor eta biok, “un ensayo narrativo” en homenaje a su amigo y mentor Bittor Kapanaga, autor de la letra de Bagare. “Es mucho más que eso, un auténtico referente de la cultura vasca, un sabio pensador e investigador del euskera”, indicó.

El libro recopila las vivencias y pensamientos de Kapanaga, conocido por autores relevantes de la cultura vasca como “el Sócrates euskaldun, un profeta, un druida o un brujo”. Y lo hace a través de un ensayo narrativo con prólogo de Joseba Sarrionandia en el que se cuelan también personajes como el escultor Jorge Oteiza.

“Es como Cinco horas con Mario. Estaba con Bittor la noche que murió y me dio por escribir. Es una especie de conversación entre ambos, en el que yo pregunto y él me responde en euskera vizcaino. La narración está en batua”, concluyó Gontzal Mendibil.