Bilbao - Quizás ninguna disciplina es más paradigmática de la lucha vital y deportiva como el boxeo, y la fotografía ha sido testigo de ello. El periodista Iñaki Mendizabal ha fotografiado durante años todo lo que rodea al ambiente boxístico y en ningún momento ha dejado de hacerse preguntas. Y estas preguntas las ha reflejado en BOX, un espectacular fotolibro con imágenes captadas a lo largo de seis años al borde del ring con las que busca sugerir y provocar algún tipo de emoción en los ojos de quien las vea.
Iñaki Mendizabal confiesa que el combate en sí no le interesa demasiado, sino lo que el boxeo puede transmitir, más allá del tema deportivo. Que nadie espere encontrarse con imágenes explícitas del mundo pugilístico de gran crudeza, sino con historias que forjan el alma humana: el dolor, la soledad, la disciplina, el silencio, la derrota, la victoria... Los protagonistas luchan de maneras opuestas para llegar a una meta.
“Durante años he sacado fotografías, pero no de un modo consciente, porque la fotografía ha sido una herramienta complementaria en mi trabajo de periodista, hasta que me di cuenta de que era otra forma de expresión, que, además, ofrecía muchísimas posibilidades”, confiesa Mendizabal.
miedos de los boxeadores El periodista, que también ha retratado el paisaje humano de La Habana y los entramados urbanos, pone todo su empeño en descubrir nuevos matices en el arte de las 16 cuerdas, deporte que ha practicado durante años.
“Me interesan los miedos y los fantasmas de esos chicos, más que el deporte que practican. Me di cuenta que podía utilizar el boxeo para sugerir otras cosas, que también tienen que ver mucho con la vida. Precisamente, las fotos que no tienen referencia de boxeo son las que más me gustan. Prefiero sugerir, activar algún tipo de extrañeza en los ojos de quien ve mis fotografías. Me gustan las imágenes que tienen aspecto de sueño, que no parecen muy reales, pero que a veces lo son más que la propia realidad. Mi intención no ha sido hacer apología de este deporte, no es un libro sobre boxeo; muchos pueden pensar que estas fotos no tienen nada que ver con el boxeo, he tratado de captar cosas que veo en la vida,el boxeo es un mundo un poco loco, como el nuestro”.
Han sido seis años seleccionando momentos, “al principio, no conscientemente. Empecé a realizar fotos para ayudar a los chicos, para publicarlas en las redes sociales, poco a poco me di cuenta de que estaba sacando fotos para ellos, pero también para mí. No me había planteado hacer un libro, pero fue surgiendo”.
BOX es fruto del punto de vista de alguien que no solo ha disfrutado de decenas de veladas, sino que conoce el entrenamiento, el guanteo, el vestuario y la perspectiva de los propios boxeadores. El libro está publicado con la editorial Noctis, “una editorial muy pequeña de Jesús Mari Arrubarrena y Txelu Angoitia. Que estos dos fotógrafos, que solo publican libros de ellos, hayan estado dispuestos a apostar por mi y a ayudarme a sacar adelante este proyecto, ha sido un gran honor”. Con una cuidadosa edición, BOX se encuentra entre los 10 fotolibros recomendados por la revista especializada Clavoardiendo.
las esquinas Para Mendizabal, fotografiar no es sacar una instantánea, hay que pensar, conlleva ir en contra de lo que estamos haciendo hoy en día, huir de la velocidad, de la inconsciencia, de la banalidad... Necesitas parar, reflexionar, cuestionarte muchas cosas... Y, por eso mismo, me gusta la fotografía, porque va a contracorriente de este mundo apresurado y superficial. Te ayuda a acercarte a tí mismo y a lo que tienes alrededor”.
El periodista quiere sugerir otras realidades, otros mundos, que “las fotografías te remuevan algo y que te queden estas imágenes como si hubieran sido un sueño”.
Mendizabal confiesa además que prefiere lo que acontece en la esquina, que lo que ocurre en la pelea. “El centro del ring es lo que ve todo el mundo y los boxeadores están preparados para ello. Lo que no están preparados es para la vida y es en la esquina donde vuelve a ser consciente de lo que está viviendo”.