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“Me siento cómodo en los musicales, me hacen sentir pleno”

El actor argentino que participó en ‘Los Miserables’, ahora forma parte del elenco de ‘Casi normales’, un musical que llega al Teatro Campos este viernes

“Me siento cómodo en los musicales, me hacen sentir pleno”Foto: dypcomunicación

bilbao - La perfección no existe. Eso lo sabe bien la familia que sube al escenario del Teatro Campos Elíseos esta tarde a las 20.30 horas con el musical rock Casi Normales, escrito porBrian Yorkey -creador de la adaptación de la serie de Netflix, Por 13 razones- y con música de Tom Kitt, que arrasó en Broadway con un Pulitzer y tres Premios Tony. En esta adaptación que está recorriendo el Estado, se encuentra el joven actor Guido Balzaretti junto a Nina, Nando González, Jana Gómez, Fabio Arrante y Roger Berruezo. Ellos componen esta familia que anhela ser normal y que lucha por salir adelante ante el trastorno bipolar que sufre la madre.

¿Qué destacaría de ‘Casi normales’?

-Creo que el gran factor que tiene a favor es la sorpresa, porque no es un musical tan conocido. El público se va a llevar una sorpresa por la trama y la partitura. Se van a encontrar con el musical que lo cambió todo en Broadway. Hablamos de una historia con una profundidad, humana y de actualidad, muy potente. Abordar un trastorno bipolar -que sufre la madre- a través de un musical y que esté tan bien contado, creo que es toda una novedad.

¿Qué se encontrará el público?

-Somos cuatro integrantes de una familia; madre, padre, hijo, hija, el psiquiatra que trata a la madre y el novio de la hija que empieza a adentrarse en este núcleo con todo lo que eso implica. Empieza a descubrir toda la trama que hay en la familia.

¿Qué papel desempeña y qué reto le ha supuesto a la hora de abordarlo?

-Yo hago de hijo. El reto más tangible es la partitura, porque juega con un rango vocal muy amplio y muy agudo. No es solo hacerlo una vez sino varias veces a la semana. Eso pone el listón muy alto, hay que estar entrenado para defenderlo. Además, argumentalmente, me toca trabajar de una manera distinta a la de mis compañeros. Tengo mucho trabajo solitario, actúo mucho con mi madre y con el resto no comparto tanto directamente, voy deambulando. Eso me pone en un lugar de tener que mirar mucho para dentro. De todas formas, la trama lo deja todo muy servido.

En ‘Casi normales’, Nina hace de su madre. ¿Cómo ha sido trabajar con ella y con los demás compañeros?

-El día a día con todos mis compañeros ha sido un placer. Gente talentosa, entregada... Lo que más preguntan los amigos de la profesión es cómo es trabajar con Nina. Es nuestra estrella, nuestra diva. Solo tengo buenas palabras para ella. Es una trabajadora innata, incansable, muy aplicada. Es un honor para mí poder ser su hijo por un rato y poder conectar con ella. También está Silvia Luchetti que alterna el papel algunos días con Nina. Es muy fácil con ellas.

En esta historia se trata el trastorno de biporalidad. ¿Hay hueco para el humor o principalmente es una obra dramática?

-La única manera de sobrevivir a semejante drama es mediante el humor. Es una función muy irónica y ácida y creo que es el único camino para que poder contarla. Evidentemente hay momentos en los que necesitamos que esté absolutamente abstraído de cualquier condimento humorístico. Pero es muy equilibrada, es un engranaje muy perfecto.

El público podrá empatizar con lo que ve.

-Sí. Es como en la vida. En el personaje de Diana, específicamente, ella se ríe mucho de lo que le pasa. Quizá su entorno lo sufre más pero ella lo aborda de una manera muy sagaz, inteligente y graciosa.

Viene de un papel como el de Marius en ‘Los Miserables’ y ahora le toca otro muy distinto en ‘Casi normales’.

-Salir del montaje más épico, clásico y grande a algo completamente contemporáneo... Estar en vaqueros en el escenario para mí es bastante curioso ja, ja, ja. No solo eso, sino el aspecto musical, Casi normales es una obra que tiene mucho rock and roll. Entonces la variante no solo es interpretativa sino en cuanto a estilo musical de la partitura. Es una banda de rock con batería y guitarra eléctrica que a través de esa música también cuentan un poco la locura de esta madre y de esta familia y la desesperación por salir adelante. Al final se dan cuenta de que el tiempo es sabio y que esto también pasará y ver que ser casi normales es lo normal. Hoy por hoy, que están todos tan expuestos en redes sociales, esto es un remanso de paz en medio de tanta perfección. Se puede ser feliz sin seguir lo que se supone que todo el mundo debe seguir. Esta obra te deja renovado a la vez que te conmueve... es un placer.

La versión original de ‘Casi normales’ ha ganado muchos premios.

-Tiene tres premios Tony y un Puli-tzer, que es el premio con mayor prestigio de Estados Unidos. Que un musical tenga un premio Pulitzer por su dramaturgia habla de una solidez en cuanto a la trama increíble. Lo mejor que te puede pasar es venir a ver este musical sin saber mucho de la historia. La gente que va por primera vez a verlo se sorprende muchísimo. Y ahí entra mi personaje, juega un poco con ese factor sorpresa.

La gira de ‘Casi normales’ empezó en septiembre... No descansan.

-Estrenamos en Canarias, acabamos de terminar en Barcelona y ahora venimos a Bilbao. Después, estaremos en Madrid, el 15 de diciembre.

¿Qué han recibido del público que ya ha podido verlo?

-Estábamos muy deseosos de ver cómo recibía la gente este material porque en Buenos Aires se han hecho siete temporadas y en Broadway fue un éxito muy premiado, pero cada país tiene su idiosincrasia... Pero se disiparon todas las dudas. La gente se queda muy sorprendida y esto de que sea un musical también despista, la cosa empieza de una manera y de repente se ven con una trama que les deja impactados. La gente agradece mucho que se hagan cosas distintas, que se arriesgue con un material nuevo e innovador sobre todo en el ámbito musical. Es una obra que te deja en la cabeza muchos interrogantes pero te hace sentir muy bien, es una experiencia transformadora. A mí me gusta ir al teatro e irme distinto a cómo llegué. Creo que esta función cumple esa misión con creces.

Cruzó el charco para trabajar en ‘Los Miserables’. ¿Esperaba quedarse aquí?

-No. No era la idea. Yo venía para ocho meses a Madrid. De hecho, después de hacer la temporada de Los Miserables en Madrid, surge la posibilidad de hacer Casi normales en Argentina. Pero yo decido seguir aquí, sentía que la experiencia de España no había terminado, que no podía volver a casa. Me siento muy cómodo aquí y conecto mucho con esta tierra. A día de hoy mis amigos me dicen: “Bueno, no volvés nunca más, ¿no?”. De momento tengo motivos para seguir aquí, quiero que mi carrera continúe aquí.

Ha hecho musicales y cine. Está abierto a todo.

-Sí. En los musicales me encuentro muy cómodo porque es lo que más he trabajado y la música me hace sentir muy pleno. Pero he tenido la oportunidad de hacer cine y participé hace poco en la última temporada del Ministerio del tiempo. El mundo audiovisual me gusta transitarlo. En esta carrera, uno a veces no termina de poder elegir y tener el absoluto control, van surgiendo cosas y las va catalogando y va eligiendo. Así que todo será bienvenido.