Mario Pardo se pone en la piel de ‘Zacarías’
El actor protagoniza el primer cortometraje de la directora Violeta Trincado, rodado en Bilbao
getxo - Al margen de sus labores en Aisge, Mario Pardo sigue incrementado su currículum con nuevos trabajos y proyectos. A sus 73 años, el artista afincado en Bizkaia mantiene un compromiso con las nuevas generaciones de realizadores. Una prueba de ello es el cortometraje Zacarías, que se proyectó en la jornada inaugural de Zinebi.
El actor recaló en este proyecto cautivado por su guión. “Es el primer cortometraje que hace Violeta Trincado, la hija de Joaquín Trincado”, explica Mario Pardo, “en este caso había una simpatía, porque sus padres y yo nos conocemos desde hace años”. Pero el intérprete asegura que no aceptó el papel por amistad: “No era un compromiso, porque donde hay confianza da asco. Le pedí el guión y le dije que aceptaría si me gustaba. Me gustó mucho y lo hicimos”.
El resultado es Zacarías, un cortometraje rodado íntegramente en el centro de Bilbao. “Es una historia muy simpática sobre las casualidades de la vida”, explica Pardo, “por ejemplo, sobre cómo se te puede caer un tenedor y por cogerlo del suelo te puedes perder un posible ligue. Cuenta la historia de varios personajes, entre ellas la de Zacarías, un mendigo que yo interpreto y que va uniendo toda la acción. Las casualidades nos llevan por donde no pensamos”.
El estreno de Zacarías es un acontecimiento que Mario Pardo esperaba con ilusión, puesto que todavía no había podido visionar su montaje definitivo. Él mismo, como los asistentes a la primera jornada de Zinebi, pudo disfrutarlo por primera vez.
El actor afincado en Getxo rompe una lanza por las nuevas generaciones de directores y no se le caen los anillos por arrimar el hombro en proyectos modestos. “Nos gusta mucho apoyar a la gente joven”, confirma, pero no niega que estos apoyos muchas veces no vienen de vuelta en el futuro: “A veces nos quejamos porque se actúa con generosidad por parte de los actores y luego, cuando estos muchachos llegan a la profesionalidad, ya no nos llaman y llaman a otros actores para sus proyectos. Eso da mucha rabia. Hay mucha gente que dice ‘yo no quiero hacer cortometrajes porque son insolidarios’. Pero siempre da gusto echar una mano a la gente que empieza. ¿Si no qué podrían hacer los pobrecitos si no cuentan con el apoyo de otros profesionales?”.
Echar a andar este proyecto en Zinebi es algo que ilusiona a Mario Pardo. “Me parece maravilloso estrenar en Zinebi”, festeja, “siempre digo que ser profeta en tu tierra es lo mejor que te puede pasar en la vida. Lo más triste en este mundo es emigrar”.
Nacido en Berga, Mario Pardo asegura no tener patria chica, pero se siente totalmente arraigado a Bizkaia: “Nací en Catalunya, luego estuve en Aragón, Madrid? Fue al conocer a mi mujer cuando descubrí lo que es tener una cuadrilla de toda la vida, porque me di cuenta de que yo no tenía cuadrilla. Asimilé la de mi mujer y hoy en día son mi cuadrilla de amigos”.
Con una extensa carrera a sus espaldas, Pardo se resiste a aceptar su último papel: “Yo estoy jubilado, pero los actores seguimos trabajando tras la jubilación porque hay que estar ahí si se necesita una persona mayor para un papel. Sigo teniendo el gusanillo de trabajar, por supuesto”. Su nombre sigue presente para proyectos en el corto plazo, pero se resiste a desvelarlos hasta que no estén cerrados al 100%. - A. Gondra