Pearl Jam y Foo Fighters, los rescoldos del ‘grunge’
El grupo de Eddie Vedder edita un disco en vivo, con documental incluido; mientras que el de David Grohl alcanza el éxito con el reciente ‘Concrete and gold’
todavía estoy vivo”, se oye en uno de los clásicos de Pearl Jam incluidos en su nuevo disco, Let’s play two (Universal), grabado en directo en Chicago. El grupo de Eddie Vedder, icono del grunge, es uno de los supervivientes del movimiento que lideró con Nirvana. Precisamente, su CD, que tendrá’ continuidad en noviembre con un DVD de la actuación, coincide con el nuevo disco de Foo Fighters, la banda de rock de David Grohl, batería de Nirvana.
Al igual que sucede con el brit-pop, solo los veteranos recuerdan el grunge (aquel tropel de músicos jóvenes angustiados y con camisas de cuadros), aunque sus rescoldos siguen vivos, adaptados al presente con algunos de sus protagonistas principales. Prueba evidente es el estatus de banda icónica en este siglo XXI de Pearl Jam, uno de los grandes grupos que ha dado Estados Unidos en las últimas décadas.
Aunque la historia le emparentará siempre con Seattle, su líder y vocalista es oriundo de Chicago y seguidor del equipo de béisbol de la ciudad: Chicago Cubs. Para celebrar las dos históricas actuaciones de Pearl Jam en su estadio, en agosto de 2016, lanzan el documental Let’s play two (dirigido por el director y fotógrafo Danny Clinch) y el álbum de su banda sonora.
Habrá que esperar para disfrutar en DVD del documental, que no se editará hasta el 17 de noviembre; aunque habrá una proyección previa en Zubiarte (Bilbao) y Urbil (Donostia) este martes. Ya está disponible, eso sí, la banda sonora de esas actuaciones, que incluye 17 canciones que dibujan una panorámica de los 25 años de carrera de la banda, con aportaciones del nuevo milenio (de Lightning Bolt a Inside Job), de la etapa intermedia y mayoría del inicio y Vitalogy.
Vedder y su voz grave sobrevuelan la comunión reverencial de este directo (vinilo, digital y en CD caja-libro con tapa dura y libreto), que arranca templado con Low Light y crece con clásicos como Better Man, dispara su electricidad con Last Exit y el punkie Go, y concluye, después de Corduroy, con el público entregado, con un amplio repaso a Ten, desde el plácido Black a esa ola eléctrica que es Given To Fly, Release, el suicidaJeremy o Alive. Y, como postre, la dulce rareza Crazy Mary, de Victoria Williams, un guiño a The Beatles y otro, obligado, a los Chicago Cubs, en clave folk.
Mainstream Concrete and Gold (Sony), número 1 en una docena de países, incluido Estados Unidos, es el nuevo trabajo de Foo Fighters, cuya gira de presentación arrancó ayer en el festival Cal Jam 17. El sexteto liderado por Dave Grohl, que completan Taylor Hawkins, Nate Mendel, Chris Shiflett, Pat Smear y Rami Jaffee, firma un disco equilibrado, entre la contundencia habitual del grupo y la apertura a nuevos arreglos.
Hard rock, rock alternativo, grunge y pop-rock... De todo hay en esta banda marcada, principalmente, por el rock corporativo y mainstream. Para añadir colorido y aires nuevos, han contado con la producción de Gref Kurstin (Adele, Sia, Shakira o Taylor Swift), que realza, sin modificar, su filosofía sónica, marcada por la contundencia eléctrica aunque ahora abierta a coros épicos y una mayor complejidad en los arreglos, algunos de corte psicodélico.
El álbum, con Paul McCartney a la batería en un tema y coros (residuales) de Justin Timberlake, Alison Mosshart y Shawn Stockman, arroja ecos de la épica de Pink Floyd en T-shirt y en el tema titular, aunque viaja, libre por terrenos cercanos al metal en Run; el hard-rock a lo Queens of the Stone Age y Led Zeppelin, en Make It Right; el rock setentero y repleto de testosterona de The Sky Is A Neighborhood; la psicodelia en Dirty Water, y los guiños a The Beatles acústicos y lisérgicos en Happy Ever After (Zero Hour), a la tecnología en La Dee Da y al AOR en Arrows. Contundente y efectivo, pero demasiado convencional.