Bilbao - El escritor estadounidense Paul Auster presentó ayer en Bilbao su última novela, 4 3 2 1. Un libro de peso, casi 1.000 páginas, según sus propias palabras: “En términos de tamaño, es sin duda lo más grande que he escrito”. Esta obra tiene un personaje, Ferguson, nacido en 1947 el mismo año en el que nació él, y recorre cuatro vidas, cuatro existencias que están determinadas, no por el destino, sino por las decisiones que se toman en momentos determinados y circunstancias ajenas al control sobre ellas. Escritor y cineasta de éxito, recuerda que 17 editoriales rechazaron la primera novela de la trilogía de Nueva York: La ciudad de cristal. Dice que el rechazo le vino bien y comprendió que ser escritor no significa publicar. De este libro acaba de salir una adaptación de novela gráfica.

Su nueva novela es un regalo para sus lectores más fieles porque han tenido que esperar siete años para tener un nuevo libro del escritor entre sus manos. Él explicó en un encuentro con los medios de comunicación en el Azkuna Zentroa que sigue fiel a su técnica de escribir a mano, corregir, pasarlo a máquina, volver a corregir y entregárselo a su asistente para que realice la transcripción del manuscrito al ordenador. Una pregunta planea sobre este libro: ¿Recuerdas el día en que cambió tu vida? Como no podía ser de otra manera, Donald Trump, “su pesadilla” también fue objeto de sus comentarios.

Tras el encuentro con los medios de comunicación, Paul Auster dio una conferencia ante 500 personas que llenaron el aforo del auditórium del Azkuna Zentroa. Su presencia en Bilbao, muy corta en tiempo, ha sido uno de los acontecimientos culturales más importantes e interesantes celebrados en la capital vizcaina en 2017. Las invitaciones se agotaron rápidamente, aunque se pudo seguir la conferencia a través de streaming.

“Todos los Ferguson que aparecen tienen caracteres muy determinados. Son todos muy precoces hacen cosas a una edad muy temprana. Yo no podría haber escrito con 14 años una historia de catorce páginas, era incapaz de hacerlo. La mayor parte de los escritores necesitamos más tiempo para hacerlo bien. Son adelantados a su edad. Tienen una calidad legendaria”, Auster dice que en la primera frase el lector se da cuenta que van a vivir una gran epopeya.

La gran duda que plantea el argumento de esta novela para quien no se ha sumergido en la cuatro vidas del protagonista, Ferguson, es si el destino es el determinante de la existencia de las personas: “Yo no creo en el destino, es un poco como un pensamiento místico. Solo se puede ver la vida de una persona de una manera retrospectiva, eso decían los griegos. No se puede juzgar la vida de una persona hasta que acaba, las cosas pueden dar un giro hasta el último segundo”.

Fuera de control Auster cree que las personas van encontrando el camino a medida que se hace camino: “Las cosas ocurren, a veces son cosas ajenas a nuestro control. Hace unos minutos, antes de venir aquí, puse las noticias, llega un gran huracán al Caribe, va a haber una destrucción masiva, hay gente que va a perder su vida, nadie ha deseado que se produzca este huracán en los lugares donde va a tocar tierra pero hay gente que sufrirá. ¿Ese es el destino? No, simplemente es mala suerte estar en el camino de este huracán”, Auster comenta que su nuevo libro es un manifiesto contra el destino.

No cree ni en la suerte ni en el azar a la hora de escribir, pero sí da cierta implicación al inconsciente: “Uno tiene que estar muy relajado para escribir bien, tiene que estar muy abierto; dispuesto a ir a lugares que pueden ser muy incómodos, incluso dolorosos. Las cosas inesperadas ocurren, se te ocurren ideas que minutos antes ni siquiera pensabas, esa es la aventura de escribir”.

La pesadilla Trump A la pregunta de si podría escribir una próxima novela sobre el actual presidente de los Estados Unidos, la respuesta de Auster es contundente: “Es una pesadilla y podría escribir sobre Trump, pero yo no soy un periodista. Estamos viviendo una nueva realidad, pero es algo demasiado novedoso. No tendremos perspectiva hasta que pase más tiempo. En esta novela se habla de cosas que ocurrieron hace bastante tiempo. ¿Quién sabe qué va a pasar con Trump”, a pesar de que como personaje político no es santo de su devoción ni muchísimo menos, Auster no altera el gesto cuando habla del presidente de su país.

Buen periodismo Con tranquilidad continúa sobre este tema: “Se puede morir esta tarde y ya no tendríamos que pensar más en él o puede ser presidente durante ocho años y hacer saltar el mundo en pedazos. No se qué va a pasar, no puedes escribir una historia hasta que está acabada. Con Trump no necesitamos arte, necesitamos buenos periodistas, contad lo que está ocurriendo”, animaba ayer a los profesionales de la información.

“Siempre he pensado que Trump es como una máquina que escupe niebla y así todo es poco claro, miente sobre todo; un día dice una cosa, otro se contradice a sí mismo. Creo que necesitamos gente muy inteligente, muy atenta, que siga de cerca lo que está ocurriendo, ese el trabajo de los reporteros y periodistas; quizá luego podamos hacer una novela sobre esto”, sentencia con rotundidad.

También se refirió al atentado yihadista en Barcelona: “Las Ramblas es un lugar lleno de vida, esos tarados han ido contra la vida, es difícil de soportarlo, pero la gente que estamos vivos tenemos que seguir avanzando. En Nueva York me sorprendió lo rápido, aunque no se olvide, que la gente decidió estar en el presente y salir de ese duelo. Es la obligación por estar vivo”, concluye.