bilbao - A pesar de su efectista apariencia, el grupo sueco Ghost reniega de la etiqueta de metal extremo a la que se les suele ligar. La banda repasará su discografía el domingo en la sala bilbaina Santana 27, y promete una velada de rock teatral con fuego y explosiones. “No somos un grupo de metal extremo, aunque lo he tocado y me ha influenciado”, reconoce su líder.
En Bilbao tocarán el Domingo de Resurrección. ¿Una coincidencia?
-Sí, efectivamente. Hacemos muchos conciertos en todo el mundo, habría que preguntarle a nuestro tour manager. A veces, ocurre que coincide con un día como este.
Lo preguntaba porque Dios y Lucifer aparecen en algunas de sus canciones, caso de ‘Year Zero’.
-Creo que mucha gente lo malinterpreta. Es cierto que muchas de mis canciones hablan de una dualidad. Hay un simbolismo en ello, un valor de entretenimiento y simbolismo. En la mayoría de las ocasiones hablo del ser humano, pero no me refiero a la salvación, ni a nada de eso. El ser humano es un animal que debería estar avergonzado de sentirse superior, o mejor que los demás.
¿Tocan para divertir o pretenden trascender y transmitir una filosofía e influenciar a los seguidores?
-Ambas cosas. No podemos negar que una de las partes importantes de nuestros espectáculos consiste en el entretenimiento. Queremos que la gente venga y lo pase bien, y salga contento con lo que ha visto. A la vez, como artistas y creadores, claro que nos gustaría influir de alguna manera en nuestros fans y en sus emociones. E influirles para bien, para conseguir un mundo mejor.
¿Cómo es esta gira? ¿Es más ambiciosa que las anteriores, llevan fuego y explosiones?
-Tenemos un show muy fluido, ya lo veréis. A nivel de producción, todo depende del tamaño de la sala. Ten en cuenta que tocamos en salas con aforos entre 1.000 y 9.000 personas, y la producción se adapta al espacio. Es verdad que en España no tocamos en recintos muy grandes, pero si cabe, me atrevería a decir que la producción es más espectacular que la anterior. Nuestro objetivo es seguir creciendo, pero todo irá llegando.
El aspecto visual del grupo llama la atención. ¿Cómo surgió la idea y qué tratan de representar con esos disfraces?
-La idea surgió en 2008, con el concepto de crear algo que tuviera más relación con el teatro que con el rock&roll clásico. E incluso si ahora hay una especie de mezcla entre ambos, rock y teatro, la idea que tenía era la de que el espectador estuviera viendo una obra de teatro. De la misma manera que si vas a Londres y ves el musical Cats, no sabes quién está detrás de los gatos. Eso buscaba. Nunca quise formar parte de una banda convencional, donde todo el mundo sabe quién eres? Pero no es porque sea tímido, en 2008 no sabía el éxito que Ghost iba a alcanzar.
Ese EP, ‘Popestar’, ha sorprendido al incluir versiones de Echo & Bunnymen y Euryhtmics, referencias inusuales para el fan del metal.
-¡Son canciones geniales! Al hacer versiones, la letra tiene que ser importante y atraer mi atención por su aspecto religioso o filosófico. No creo tanto en las barreras musicales.
¿Se ven como un grupo de metal, no digamos ya de doom metal, más oscuro y pesado que el habitual?
-No, no creo en esas categorías musicales. Aunque yo mismo las utilizo para definir el estilo de una banda. A veces, oigo algo y digo que suena... digamos a Chris Isaak mezclado con algo. Y se tiende a decir que algunos son los nuevos AC/DC, por ejemplo. Yo no quiero ser el nuevo nada, quiero ser Ghost. Toqué metal extremo desde los 12 años hasta los 22, pero ahora no somos una banda de metal extremo. Ni de doom, aunque sí me haya influenciado.