LOS ÁNGELES. La Academia de Hollywood hizo realidad ayer el “sueño” del actor hongkonés Jackie Chan al entregarle un Oscar honorífico durante una velada repleta de estrellas, muchas de las cuales lucharán próximamente por una de esas estatuillas en la 89ª edición de los grandes premios del cine. “No me lo creo, realmente esto es un sueño”, acertó a decir Chan al recoger su Oscar de manos del humorista Chris Tucker (su compañero en la saga Rush Hour) sobre el escenario del Ray Dolby Ballroom, una sala adyacente al Teatro Dolby de Los Ángeles, ante más de 1.000 espectadores.
Fue Tom Hanks quien se encargó de presentar al premiado, equiparándole con figuras míticas de la industria como Buster Keaton o John Wayne por su carisma y condición física. “Es un honor. Recuerdo cuando veía los Oscar y mi madre me decía cuándo ganaría uno. Yo le contestaba que solo hacía películas de acción... Y mira, 23 años después, aquí estoy”, recordó el intérprete de 62 años.
“Recuerdo estar en casa de Stallone y ver un Oscar. Lo veía y lo olía hasta decirme a mí mismo: ¡Quiero uno! Doscientas películas y otros tantos huesos rotos después, lo he logrado”, indicó Chan. “Quiero dar las gracias a Hong Kong y a China. Estoy orgulloso de ser de allí. Y gracias a Hollywood por enseñarme tanto y hacerme algo famoso”, declaró el especialista en artes marciales. - Efe