MADRID. "El disfrutar de esa generosidad de los demás es la cosa más gratificante que puede conllevar recibir un premio", señala a Efe en una entrevista telefónica desde Ibiza, donde se encuentra con su familia disfrutando de las vacaciones.

Como "espontánea, auténtica, arriesgada y original", ha calificado a la actriz el jurado del premio, dotado con 30.000 euros, que concede el Ministerio de Educación Cultura y Deporte a través del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales.

En su fallo, el jurado ha valorado su "amor y generosidad con cada uno de los actores y directores que ha trabajado" y ha destacado una "trayectoria profesional que viene desde sus primeras películas con apenas 20 años".

En esta carrera ha dejado palpable "la estirpe de artistas de donde proviene, trabajando fuera y dentro de nuestras fronteras, marcando con sus interpretaciones la talla de actriz que la han hecho merecedora de numerosos reconocimientos y premios"

Este tipo de reconocimientos, así como los que recibe del público, son de los que más "orgullosa" se siente y los que más le "alientan" para seguir con "esa curiosidad insondable" que crea su profesión. Por eso, recibir este premio le hace estar "muy agradecida".

Según confiesa, en la actualidad siente que está en la etapa de "joven vejez", en la que está "aceptando un montón de cosas inesperadas", que son ley de vida.

Pero una ley que no le retirará de los escenarios, al contrario. "Sigo trabajando como si siempre fuera joven, sigo siendo la misma persona. Solo el cuerpo se cansa de otra manera".

Ganadora de premios como la Medalla de Oro de la Academia de Cine (2003), el Gran Premio de la Crítica de Nueva York (1985) o elDavid de Donatello de la Academia de Cine de Italia (1986), la intérprete no cuenta en su haber con el Goya pese a llevar ya "casi 200" películas a sus espaldas y haber tenido cinco candidaturas a este galardón, entre ellas por la película "Blancanievas".

Actriz, cantante, bailarina, directora, guionista... Ángela Molina (Madrid, 1955) debutó con solo 17 años y poco después fue el "Oscuro objeto del deseo", de Luis Buñuel, quien dijo de ella que poseía "el rostro de una virgen pagana", afianzando así el mito de mujer instintiva y pasional que conserva en su mirada cierto primitivismo.

"Buñuel rompió las fronteras de mi vida y mi trabajo", afirmaba la actriz en una entrevista con EFE cuando la Academia del Cine le concedió la Medalla de Oro, aunque insistía en que ella juega "con toda la baraja".

En su larga carrera ha trabajado con los mejores: de Jaime Chávarri a Pedro Almodóvar, Fernando Colomo, Jaime Camino, José Luis Borau, Manuel Gutiérrez Aragón, Giuseppe Tornatore y los hermanos Taviani; o debutantes prometedores, como Paco Cabezas.

Su máximo activo, ha dicho siempre, son sus compañeros pero en su vida hay dos personas excepcionales: su padre y su madre. "Sin su amor, yo no estaría aquí. Ellos son también la fuente de cualquier cosa que pueda hacer por, para y con los demás".

En un año en el que ha triunfado en el teatro con la obra "César y Cleopatra", estrenada en Mérida junto al actor Emilio Gutiérrez Caba, la actriz reconoce que tiene "poca vida" para agradecer lo que el público le ha hecho "descubrir".

Fue también en Mérida donde interpretó en el año 2002 "Troya, siglo XXI". Después, en 2005, encarnó a la mítica "señora Robinson" de "El graduado". Un papel del cine que pasó al teatro al igual que "La dama del mar" (2008), la obra que Susan Sontag adaptó de Ibsen y donde Ángela Molina también apareció.

Obras en las que se muestra con un físico por el que no ha pasado la cirugía ni la peluquería. "Es que no tengo mucho tiempo de pensar en nada de eso".

BIOGRAFÍA

Ángela Molina (Madrid, 1955) es la tercera de los ocho hijos del cantante y actor Antonio Molina, y sus hermanos --Paula, Miguel, Mónica y Noel-- también se dedican a la interpretación y a la música. Además, su hija Olivia Molina es igualmente actriz.

La galardonada con el Premio Nacional de Cinematografía estudió ballet clásico, danza española y arte dramático en la Escuela Superior de Madrid, y en 1977, el cineasta Luis Buñuel la eligió para protagonizar, junto a Fernando Rey, el filme 'Ese oscuro objeto del deseo', película que le abrió las puertas de la cinematografía europea. Buñuel afirmó que la actriz poseía "el rostro de una virgen pagana".

En la década de 1980, se conviertió en rostro habitual de la gran pantalla, reafirmó su presencia en España y la amplió en Francia e Italia, con incursiones en el cine alemán y norteamericano.

Su colaboración con el director Manuel Gutiérrez Aragón afianzó su carrera y ahondó en su potencial dramático mediante papeles principales en 'Camada negra', 'El corazón del bosque', 'Demonios en el jardín' y 'La mitad del cielo', obras que componen un retrato alegórico de la España ominosa del franquismo y en las que la ideología, el núcleo familiar y la presencia femenina cobran especial importancia.

En 1985 recibió el Gran Premio de la Crítica de Nueva York y en 1986 el David de Donatello que otorga la Academia de Cine de Italia por la película 'Camorra: Contacto en Nápoles'. De esta forma, se convirtió en la primera actriz extranjera galardonada por una producción italiana, imponiéndose a Giulietta Masina y a la noruega Liv Ullmann. Por el mismo trabajo gana el premio Nastro d'argento que entregan los periodistas cinematográficos italianos.

En 1986 consiguió asimismo la Concha de Plata a la mejor actriz por 'La mitad del cielo' en el Festival de San Sebastián, siendo también nominada en la primera edición de los Premios Goya.