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Muere la actriz Chus Lampreave

La madrileña ha fallecido en la madrugada de este lunes en el Hospital Torrecárdenas de Almería

Muere la actriz Chus Lampreave

MADRID. Chus Lampreave, cuyo hijo residía en Almería, falleció esta madrugada en el complejo hospitalario Torrecárdenas.

María Jesús Lampreave debutó en 1959, y de la mano del director Jaime de Armiñán rodó "Mi querida señorita" (1971), "Nunca es tarde" (1973) "El amor del capitán Brando" (1974) .

Con Berlanga hizo la saga "nacional", "La escopeta nacional" (1977), "Patrimonio nacional" (1980) y "Nacional 3" (1982), así como "Moros y cristianos" (1987).

Casi siempre encarnó a personajes secundarios en sus más de ochenta películas, aunque su papel de abuela "pasota" la convirtió en una actriz popular, especialmente entre el público joven de los años ochenta, cuando empezó a salir en las películas de Pedro Almodóvar. Lampreave aparece en ocho de las 20 películas del director manchego.

Su última aparición en un largometraje fue en "Torrente 5: Operación Eurovegas" (2014), donde volvió a interpretar, dirigida por Santiago Segura, a Reme, como ya hiciera en "Torrente, el brazo tonto de la ley" (1998).

En los últimos años había protagonizado dos anuncios que contribuyeron a potenciar aún más su popularidad: uno de un limpiador, a las órdenes de Juan Antonio Bayona, que confesaba que desde comenzó a hacer cine uno de sus retos era trabajar con ella; y otro, a las de Benito Zambrano para una fábrica de embutidos.

Ganadora del Goya a mejor actriz de reparto por "Belle Èpoque" en 1992 y candidata a estos premios en esta categoría en cinco ocasiones, Lampreave era muy conocida popularmente también por algunas de sus frases en el cine.

"Lo siento señorito, pero yo soy testiga de Jehová y mi religión me prohíbe mentir", "No me grites que me sube el azúcar", "Paso total de vosotras, me aburrís" son algunas de las que hoy se recuerdan en Twitter, que la han convertido en "trending topic".

La intérprete madrileña recogió a lo largo de su trayectoria muchos galardones, como el Premio Pepe Isbert, el famoso actor con el que Almodóvar siempre la comparaba por su similar vis cómica.

LA GRAN TRISTEZA DE PEDRO ALMODÓVAR

"Escribo estas líneas a vuela pluma y sin hacerme a la idea de que no volveré a trabajar con Chus Lampreave, que no volveré a verla", escribe Pedro Almodóvar tras conocer la muerte hoy de una de sus actrices fetiche, la octogenaria Chus Lampreave que le acompañó en ocho de sus veinte películas.

Chus Lampreave, afirma Almodóvar, "fue la actriz que mejor interpretó los personajes inspirados en mi madre y pertenecía a la estirpe de los grandes actores de reparto, aquellos sin los que el cine español no existiría".

Cuenta el director, en una nota remitida a través de la web de su productora "El Deseo", que, antes de debutar como director, Chus ya le había "fascinado" en las dos películas de Marco Ferreri ("El pisito" y "El cochecito"), en "Mi querida señorita" (de Armiñán) y "La escopeta nacional" de Berlanga.

"Yo soñaba con trabajar con ella si algún día conseguía dirigir una película", dice el director.

Así, continúa, la llamó para "Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón" (1980) "y muy amablemente me dijo que no se veía".

"Volví a llamarla dos años después para 'Laberinto de pasiones' (1982) y, a pesar de sus negativas, yo seguí llamándola.

Hasta que al final consiguió convencerla para que interpretara a una de las monjas de "Entre tinieblas", sor Rata.

"Fue entonces cuando nos conocimos personalmente. Ante mi insistencia, y la química inmediata que se produjo entre nosotros, Chus aceptó, después de explicarme que no era actriz y que prefería un papel corto".

Sobre el guión, agrega el director, "el suyo no era muy extenso pero se agigantó en el momento que Chus entró en contacto con él".

"La mitad del personaje está improvisado en el último momento", desvela el ganador de dos Óscar, quien nunca, dice, "ha sentido tanta reciprocidad y me he divertido tanto. Desde el primer momento sentimos que pertenecíamos a la misma familia".

"Chus me hacía sentir capaz de todo, tenía la capacidad de convertir cualquier extravagancia mía en algo natural, divertido, sencillo, puro; desbordaba humanidad e inocencia", escribe, emotivo, el realizador.