FORMADO en el Fashion Institute of Technology de Nueva York, Caprile comenzó su carrera en Italia, donde amplió sus estudios en el Instituto Internacional Politécnico de la Moda de Florencia, ciudad en la que también se licenció en Lengua y Literatura, y a partir de 1986 trabajó para diferentes firmas italianas y diseñadores. En 1993, creó la firma Lorenzo Caprile y estableció su atelier en el céntrico barrio de Salamanca de Madrid.

A lo largo de su carrera profesional se ha especializado en trajes de ceremonia hechos a medida, lo que le ha hecho un habitual en las alfombras rojas. Sus vestidos se han asomado en numerosas ocasiones a la gran pantalla. Así, el que lleva la actriz Margot Robbie cuando se casa con Leonardo Di Caprio en la película de Martin Scorsese El lobo de Wall Street lleva su firma, y el que luce Clara Lago en el éxito taquillero Ocho apellidos vascos también es obra suya. Pero también son suyos algunos de los trajes de los conciertos de Marta Sánchez, el vestido de novia de Cristina de Borbón, el famoso vestido rojo de Letizia y algunos lucidos por Anne Igartiburu en las campanadas de Nochevieja de TVE.

Gran amante del arte, Lorenzo Caprile ha realizado también vestuario para obras de teatro, óperas y danza. Ha creado más de una treintena de trajes diseñados para diversas compañías como la Nacional de Teatro Clásico, el Centro Dramático Nacional o el Teatro Español, bajo las órdenes de directores como Eduardo Vasco, José María Pou, Carlos Aladro, Manuel Iborra o José Martret.

También ha hecho varias incursiones en el mundo lírico. Desde 2005, ha trabajado para los ballets Amargo y en las óperas Il Re Pastore de Mozart, en el festival de Ópera de La Coruña, en Orpheus, de Monteverdi, en el Festival Internacional de Santander, y en Rigoletto, de Verdi, para el Real de Madrid.

blanco-negro Ahora, el público tiene oportunidad de conocer sus últimas creaciones sobre el escenario del Euskalduna Jauregia durante las representaciones de Otello del pasado sábado, de mañana y de los días 22 y 25. “Ha sido un proceso muy sencillo, casi unas vacaciones. He trabajado estupendamente con el equipo de la ABAO, con la sastrería, con su director artístico, Cesidio Niño... Me lo han puesto muy fácil. Les propuse un Otello todo en blanco y crema y un Yago, con ropajes negros. Les pareció fenomenal. Ignacio García, el director de escena, me pidió un Otello ambientado en la época, pero que se inspirara en la corriente pictórica de los prerrafaelistas del siglo XIX, que tenían una imagen de la Edad Media idealizada. Con esas pautas, fui creando el estilismo; para ello conté también con la colaboración de la sastrería Cornejo, que cuenta con un fabuloso fondo de armario en el que se pueden encontrar más de un millón de piezas”, explica Caprile.

Este modista - “modista con a, lo mismo que no se llama periodisto”, aclara- disfruta con estos proyectos artísticos, que compagina con la creación de vestidos de boda. “Me gusta crear, trabajar artesanalmente. Por eso decidí especializarme en vestidos nupciales. Hoy en día, las mujeres solo recurren a la alta costura para este momento tan especial de su vida. He confesado en muchas ocasiones que me hubiera gustado vivir en los años 50 y 60, cuando las clientas se encargaban desde el traje de gala hasta la ropa para la playa”.

En la ópera que se estrenó el pasado sábado en el Euskalduna, Caprile viste al tenor italiano Marco Berti, que se hace cargo del rol de Otello; a la soprano armenia Lianna Haroutounian, como Desdémona; y al barítono onubense Juan Jesús Rodríguez, que encarna a Yago, el mordaz alférez que maquina sutiles maniobras para hacer creer al general veneciano y gobernador de Chipre, que su amada Desdémona lo engaña con otro hombre.

La versión operística de Otello es una obra de cuatro actos basada en el famoso texto de William Shakespeare. Estrenada por primera vez en La Scala de Milán el 5 de febrero de 1887, fue compuesta por Giuseppe Verdi, mientras que Arrigo Boito se encargó del libreto. La parte musical está a cargo de Riccardo Frizza, que se pone al frente de la Orquesta Sinfónica de Bilbao para sacar el máximo partido a esta difícil partitura. El Coro de Ópera de Bilbao estará dirigido por Boris Dujin, a quien acompañará el coro infantil Kantika Korala de Leioa.