Burning, cuatro décadas moviendo las caderas

Adelante y atrás”. Así llevan 40 años moviendo sus caderas Burning, a caballo entre el cielo y el infierno, felices y “cuando todo va mal”. Pero pegados siempre al asfalto de las calles y al rock más clásico e irrenunciable. Unos días después de grabar un disco en vivo con primeras espadas del rock estatal, mañana se pasarán por el Social Antzokia de Basauri para inaugurar la edición 2015 del festival MAZ.

Burning no es un grupo más. Parafraseando uno de sus grandes éxitos? son especiales. Hoy, con el rock asimilado y sin su carga trasgresora inicial, puede parecer fácil surgir a mediados de los 70 y hacer rock en la España tardo franquista. No lo fue. A Burning les costó trasladar a los escenarios su pasión por los Stones, The Who, Lou Reed, New York Dolls o Eric Burdon, los zapatos de plataforma, los pelos largos y la lujuria adolescente. Muchos años después de las muertes de Antonio y Pepe Risi, Johnny Cifuentes (teclista y voz) es el único miembro original del grupo que mañana actuará en el MAZ de Basauri.

Tras el recital de los souleros The Excitements, a las 21.30 horas, Burning rescatará clásicos como Qué hace una chica como tú?, Jim Dinamita, Es especial, Esto es un atraco, Mueve tus caderas o Una noche sin ti, apenas unos días después de su actuación en Madrid, junto a Josele Santiago, Bunbury, Luz Casal, Rubén Pozo, Álvaro Urquijo y Ramón Arroyo (Los Secretos) y Carlos Tarque (M-Clan), que se comercializará, como un documental firmado por Fernando Colomo. Entradas a 10 euros, 12 en taquilla.

También mañana, pero en la Stage Live de Uribitarte, tendrá lugar la presentación del segundo disco de The WOP Band, titulado The sun smiles. El proyecto solidario y musical de Mikel Renteria ha contado con las colaboraciones de Steve Wynn, Jason Victor, Natxo Beltrán o Ricky Andrade en estas 13 canciones que fluctúan entre el castellano y el inglés, las buenas melodías y el rock eléctrico de Neil Young, Lou Reed, la Velvet Underground y Television. “Tiene más cuajo y ritmos más altos”, según Renteria, que escribe “historias vividas” tras la detección de una enfermedad rara en su hijo. “La felicidad es una opción”, concluye.